MAPFRE considera que no existe un modelo preestablecido de Responsabilidad Social, y que cada empresa debe crear el suyo. En este sentido, el principio institucional de responsabilidad social reflejado en el Código de Buen Gobierno establece las tres grandes líneas que han determinado el modelo seguido en MAPFRE:
Partiendo de estas grandes líneas, el modelo de MAPFRE se basa en tres pilares: el buen gobierno de la empresa, la responsabilidad social, entendida como el mantenimiento de una relación de equidad con sus grupos de interés y, la acción social, como parte de la actividad fundacional que MAPFRE desarrolla a través de sus fundaciones privadas.
RESPONSABILIDAD SOCIAL
BUEN GOBIERNO
ACCIÓN SOCIAL
El modelo de Responsabilidad Social de MAPFRE se sustenta en dichos principios de actuación y responde al propósito decidido de generar valor para sus empresas, teniendo en cuenta que la responsabilidad social debe formar parte de la gestión de la empresa, a cualquier nivel. Para MAPFRE, la Responsabilidad Social es un compromiso voluntario y estratégico para, desde un comportamiento ético y transparente, procurar la consecución de sus objetivos empresariales cumpliendo con su deber y con las leyes, promoviendo el crecimiento sostenible y el desarrollo humano, y profundizando en las relaciones de equidad con sus grupos de interés, asumiendo activamente el protagonismo que se le demanda para que, como empresa responsable, contribuya a la satisfacción de las necesidades presentes y futuras de la Sociedad.
MAPFRE refuerza así el compromiso que adquirió con su adhesión al Global Compact en 2004, respetando y promoviendo los diez principios del Pacto Mundial, que están inspirados en la Declaración Universal de Derechos Humanos, en la Declaración sobre los Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo (OIT), en la Declaración de Rio sobre el Medioambiente y en el Convenio de Naciones Unidas contra la corrupción, y que también quedan recogidos en las Directrices de la OCDE para empresas multinacionales.