La Bolsa de Deporte ha contado con la participación del dos veces campeón del mundo de fútbol sala, Julio García Mera, para hablar de inversión y deporte. Pese a haberse licenciado como periodista, su trayectoria profesional fuera de los terrenos de juego ha estado siempre ligada al ámbito deportivo, y más concretamente al mundo empresarial. Tras su retirada, inició un nuevo camino como emprendedor, convirtiéndose en presidente de Lidersport y trabajando para 380amk. La práctica de la actividad física le ha servido además para mostrar su faceta más solidaria, dando visibilidad a ONGs como “Hagamos Sonreír”.
Durante sus inicios, la profesionalización del deporte era todavía una asignatura pendiente, lo que le permitió compaginar los estudios de periodismo con su primer contrato formal como jugador de fútbol sala. Aunque afirma que todo surgió “de forma natural”, destaca la importancia de “tener buenos maestros” a la hora de elegir su propio futuro.
Sin embargo, reconoce que durante su carrera “los números han sido un hándicap”, y ve fundamental que sus compañeros de profesión se rodeen de buenos inversores. “Debes fijarte en quién depositas tu confianza, y por ello se necesita de la ayuda de buenos gestores que te acompañen durante toda tu vida”, añade el ex futbolista.
Mencionando a la leyenda del tenis Andre Agassi, García Mera cree que en su deporte, al igual que en las inversiones, “ganan los que cometen menos errores no forzados”, si bien deja un hueco para “divertirse”. En este sentido, y desde la visión de un defensa como él, opina que hay momentos en los que “uno puede permitirse subir a atacar”, y que gracias a este deporte, “en el que acabas jugando en todas las posiciones, te ayuda a ponerte en la piel de otros y comprender sus situaciones”.
Considera que la inversión en deporte es un buen catalizador para lograr un impacto positivo en la sociedad. “Con la pandemia se ha visto que cada euro que se destine al deporte va a repercutir positivamente en la sociedad”. Ejemplo de ello es Lidersport, empresa en la que trabaja actualmente y cuya labor pretende llevar la práctica deportiva a pequeños municipios de España. No obstante, asegura que el mundo empresarial, a diferencia del fútbol, “no te va a garantizar el éxito, por muy bien que lo hagas”.
García Mera pone en valor la cultura del esfuerzo, reflejada en referentes como Michael Jordan o jugadores de su gremio, como Falcao o Ricardinho, que destacan no solo por su habilidad técnica sino también por su capacidad para anticiparse y analizar las situaciones por medio de la sencillez. Además, elige la final del Mundial del 96 contra Brasil como uno de los momentos más importantes de su trayectoria, ya que, pese a caer derrotado, le sirvió “para aprender y ganar el campeonato cuatro años después”.
