Luis García, gestor de MAPFRE AM, entrevista a una leyenda del ciclismo, Igor González de Galdeano, que se ha reconvertido como un empresario de éxito.
En 2002, vistió durante siete días el maillot amarillo en el Tour de Francia y el esfuerzo que conlleva vestirse de amarillo en esa dura competición lo traslada habitualmente al mundo de los negocios, cuyos proyectos los engloba en Kirolife.
De hecho, la conversación está plagada de paralelismos entre el deporte y los negocios. En su opinión, la teoría dista mucho de la práctica en ambos segmentos. El protagonista quiso ser maillot amarillo del Tour desde pequeño. Sin embargo, cuando se subió al podio tuvo una sensación de soledad. ¿Por qué? Se había preparado para aguantar esos 22 días de la carrera más dura del mundo, pero no se había preparado para ser líder. Y, en su opinión, lo mismo ocurre con los directivos de las empresas. “Cuando he sido directivo me ha pasado lo mismo que cuando era ciclista, puesto que he tenido que ser disciplinado las 24 horas del día. Un directivo es como un deportista las 24 horas del día, que tiene que estar al pie del cañón en todo momento para sacar adelante el negocio”, añade.