El MAPFRE AM Good Governance, un caso de éxito dentro de la ESG

 Se trata del MAPFRE AM Good Governance, que presenta, según los últimos datos disponibles a 31 de agosto, una rentabilidad superior al 15% en lo que va de año, cuando el Stoxx Global TMI cede un 3,47%. Pero es que, desde el inicio del Estado de Alarma el pasado mes de marzo, presenta un balance positivo del 8,57%, frente al 7,73% que ha caído el índice de referencia. “Este año, la clave del buen comportamiento del fondo es la aplicación de forma rigurosa y consistente de los principios de inversión, y permanecer ajenos al ruido de los mercados. En la práctica, el universo global del fondo nos ha permitido tener en cartera compañías tecnológicas cuyos comportamientos en el año están siendo excepcionales”, señalan Manuel Rodríguez López de Coca y Thomas Nugent, que gestores del fondo.

La gestora de MAPFRE lanzó este producto a finales de 2017. Se trata de un fondo de renta variable global que se encuentra dentro de la gama ESG de Mapfre y se enfoca en la aplicación del criterio de buen gobierno. De hecho, mide esa gobernanza según distintas variables, como la composición del órgano de dirección, la independencia y separación de funciones entre el consejero delegado y el presidente, la diversidad, entre otras. “Utilizamos la misma estrategia de inversión del resto de fondos de MAPFRE AM pero complementada con el estudio del gobierno corporativo, es decir, buscamos compañías de calidad cuyos negocios  entendemos y con tendencias favorables en el largo plazo, con equipos directivos honestos y competentes, y cuyas acciones compramos, por supuesto, a precios que consideramos atractivos”, añaden.

Además de este fondo, MAPFRE AM cuenta con dos fondos más dentro de la gama ESG, el MAPFRE AM Inclusion Responsable, que se lanzó a finales del año pasado junto al socio francés La Financière Responsable (LFR) e invierte en empresas que promueven la inclusión de personas con discapacidad. Y el MAPFRE AM Capital Responsable, que invierte en compañías que cumplen con estos criterios ESG. A su vez, este último se encuentra en formato de fondo de pensiones.

Aunque estos fondos presentan un balance negativo en el año, del 6,94% y el 1,24%, respectivamente, también baten a sus índices de referencia, tanto al EuroStoxx 50 (-11,04%) como al EAA Fund Moderate Allocation (-4,44%), según datos a 31 de agosto. “Como llevamos desde MAPFRE AM insistiendo desde hace tiempo, los criterios ESG, y en este caso el de buen gobierno corporativo, nos ayudan en la selección de las empresas líderes del futuro. No es posible desarrollar negocios sostenibles en el tiempo si no cuidamos la huella ambiental y social que dejamos detrás”, señalan ambos gestores. “Tras un importante estudio, hemos llegado a la conclusión de que las métricas ESG tienen una gran influencia en la cultura empresarial, en la rentabilidad y en la habilidad de atraer talento, lo que finalmente implica una compañía mejor y más fuerte”, añaden.

El compromiso de inversión a largo plazo ha provocado que apenas se hayan dado movimientos en la cartera durante los peores momentos de la pandemia. “Hay que tener en cuenta que somos inversores, no especuladores, lo que significa que  intentamos generar alfa para el fondo a través de la inversión a largo plazo donde claramente observamos una importante correlación entre los resultados de un profundo análisis cuantitativo y cualitativo y el comportamiento de la acción en el mercado”, explican los expertos de MAPFRE AM. “Como consecuencia de esto, las posiciones del fondo se compran con el objetivo de tenerlas  en cartera durante un periodo de tiempo importante”, concluyen.