MAPFRE termina el año con más de 500 millones en inmuebles a través de fondos

Los tipos de interés llevan en la eurozona en niveles cercanos a cero desde septiembre de 2014 y se han retrasado las expectativas de que cambie este panorama como consecuencia de los efectos que está teniendo la pandemia sobre la economía. A esto se suma el intervencionismo de los bancos centrales sobre los mercados financieros, con masivas inyecciones de liquidez, lo que ha llevado a las rentabilidades de los activos más conservadores a tasas negativas. Este es el principal argumento que ha provocado que grupos, como MAPFRE, hayan optado por diversificar sus inversiones. El grupo asegurador, aunque siempre manteniendo la línea conservadora que les caracteriza, ha puesto el foco en activos alternativos y, en concreto, en inmuebles.

La estrategia de MAPFRE en este sentido es clara: oportunidades en edificios de oficinas de primera categoría y en las principales ciudades europeas de la mano de los gestores más profesionales. “Las inversiones en las principales capitales europeas de edificios prime han resistido bien incluso en periodos convulsos como el actual, lo cual da más seguridad de cara al futuro para continuar con esta estrategia”, señala Rafael Saiz, experto en inversiones inmobiliarias.

Actualmente, MAPFRE cuenta con 500 millones de euros invertidos en fondos inmobiliarios. Esto, aunque sigue representando un porcentaje irrisorio comparado con un balance de casi 70.000 millones en activos, supone un claro cambio de tendencia. Y, además, irá a más: ““El año que viene esperamos que pueda haber oportunidades en inmuebles de oficinas prime a precios atractivos ante la necesidad de liquidez que presenten algunos jugadores”, añade Saiz.

En total, MAPFRE ha firmado dos acuerdos importantes en los últimos años. El primero con Swiss Life, con el que sacó al mercado un fondo que puso enfoco en edificios de oficinas en París, en total, nueve inmuebles que representan un espacio total de 22.000 metros cuadrados. Este vehículo se cerró en 375 millones de euros, de los que MAPFRE ha puesto el 50% del capital. A este se añadió el proyecto SIEREF, un fondo inmobiliario Europeo, con GLL, filial del gigante Macquarie, y con el que ha adquirido edificios en Paris, Milán, Hamburgo, Luxemburgo y, más recientemente, en Londres. En total, este fondo, que se pretende cerrar en próximas semanas la adquisición de otro inmueble en Europa, alcanzará los 300 millones, de los que también MAPFRE ha puesto otro 50% del capital. “La experiencia con estos socios ha sido tan buena que ya estamos preparando nuevos proyectos para el año que viene”, añade el experto de MAPFRE.

Además de estos vehículos con estos dos gestores de renombre, MAPFRE ha empezado a diversificar en otros fondos con otras tipologías, liderados también por gestores de prestigio. Realiza inversiones por un importe medio de entre 10 y 20 millones.

Junto al sector inmobiliario, MAPFRE ha apostado más recientemente por otros activos alternativos. También con Macquarie y su socio Abante lanzó un fondo de infraestructuras, que está teniendo tanto éxito que se pretende cerrar en 300 millones, por encima de los 200 millones previstos. Y unos meses antes estrenó un fondo de private equity con Altamar, también por importe de 250 millones, cuyo ‘fund raising’ también se encuentra actualmente en proceso.