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FINANZAS | 28.04.2020

Mapa de riesgos globales en un mundo post-covid

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Un ejercicio que conduce a la melancolía en estos tiempos de covid es revisar las predicciones que a comienzos de año realizaron las principales casas de análisis del mundo con los riesgos más importantes que afrontaba el planeta en este 2020.

El World Economic Forum, por ejemplo,la institución detrás del Foro de Davos, situaba en su muy seguido  Global Risk Report al cambio climático como la principal amenaza para el planeta en este 2020; de hecho, de los 10 riesgos más probables, los cinco primeros estaban relacionados el medio ambiente. Eran éstos:

listado

Evidentemente, una pandemia mundial con cientos de miles de muertos, y la mayor crisis económica de la historia reciente no figuraba entre los riesgos más probables…

Nadie lo vio venir, de eso no parece haber ninguna duda. Son los denominados cisnes negros, metáfora desarrollada por el filósofo libanés Nassim Taleb que describe sucesos sorpresivos e inesperados, de gran impacto socioeconómico y que, a posteriori, se racionalizan por retrospección (haciendo que parezca predecible o explicable lo que nadie auguraba).

El mapa de riesgos globales para 2020 del Informe Panorama de MAPFRE Economics de enero, tampoco contemplaba una pandemia mundial como una de las amenazas al crecimiento. Pero el servicio de estudios de MAPFRE acaba de publicar su actualización trimestral del Panorama, en la que pasa revista a los principales riesgos para la economía. Estos siguen siendo los mismos, pero el Covid está presente en la mayoría de ellos.

Si en enero una serie de riesgos podían poner en peligro el mantenimiento de la etapa de crecimiento económico mundial experimentado en la última década, ahora las amenazas que se ciernen sobre la economía pueden provocar que la recuperación de la recesión sea en forma de L en lugar de en forma de U. A continuación repasamos los principales riesgos, según MAPFRE Economics.

vulnerabilidades

 

Gobernanza global

La pandemia del Covid-19, aunada a sus efectos sobre la actividad económica, pueden generar un aumento de las tensiones sobre la gobernabilidad en el mundo, en especial en aquellas regiones (países emergentes) en donde los sistemas de salud sean más débiles y se muestren menos preparados para enfrentar la emergencia.
Por otra parte, en la Eurozona, una respuesta insuficiente ante la magnitud del desafío podría suponer un antes y un después en términos de mayor fractura y de fortalecimiento de los populismos.

Deuda global

La disrupción en los flujos de caja puede desembocar, en última instancia, en problemas de solvencia que se inserten en los balances de los bancos convirtiendo la crisis derivada del Covid-19 en una crisis de naturaleza sistémica. A su vez, en sus intentos por estimular la economía, los gobiernos van a incurrir en mayores déficits, con el consiguiente tensionamiento potencial de los mercados.

Geopolítica

A la elevada tensión inherente a la situación actual, se suma la inestable relación entre los productores de petróleo en su intento por volver a equilibrar sus participaciones en el mercado, lo que ha conducido a cotizaciones de la materia prima a niveles históricamente bajos

Ajuste macro financiero en China

Poco a poco, vuelve a la normalidad en la economía china. Sin embargo, la “fábrica del mundo” sigue estando ligada al desempeño de la economía mundial y a sus necesidades de consumo sumadas a un consumo interior todavía en shock. El riesgo de un ajuste macro financiero en China mantiene su nivel de probabilidad y severidad potenciales.

Cambio climático

En un mundo cada vez más interconectado, la rápida propagación de shocks (con una ignición local) hacia el resto del mundo, muestra una vez más la vulnerabilidad y el prematuro estado en que se encuentran los mecanismos de respuesta coordinada y la red institucional global que los articulan. En este sentido, la imprevisible aparición de eventos de cola y su necesaria coordinación global aterrizan la urgente necesidad de afrontar el riesgo climático cuya respuesta involucra a todos los agentes económicos y, de forma específica, al sector asegurador por su fundacional papel en la protección de riesgos, siendo necesario un mayor involucramiento y gestión activa de los riesgos financieros y no financieros derivados de eventos de cola, aunque con frecuencias acumuladas de ocurrencia creciente, con impacto elevado y cuyas pérdidas pueden alcanzar magnitudes extremas.

Política económica en EE.UU.

El esfuerzo que están haciendo los bancos centrales de todo el mundo empequeñece a lo visto tras la crisis de 2008, lo que supone un amortiguador esencial al shock global de la pandemia. A pesar de ello, podría no ser suficiente y abrir la puerta a la implementación de medidas muy heterodoxas, como la monetización del déficit en todas sus formas sin importar los niveles de deuda y déficit actuales y sentando las bases para el regreso de una elevada inflación en el futuro. No obstante, por el momento el riesgo de un efecto sistémico global derivado de un desajuste mayor en la política económica estadounidense parece haber reducido su nivel de probabilidad.