La recuperación económica en el año 2021 y el interés de los inversores en volver a invertir en el sector financiero, se reflejará de manera óptima en las compañías de seguros. La salud financiera de estas compañías es superior a la de los bancos, con unos ratios de solvencia que se han mantenido en niveles saludables a pesar del estrés financiero de la crisis del Covid-19; esta fortaleza financiera se verá reflejada en la capacidad de volver a pagar dividendos y adicionalmente en la re-introducción de programas de recompra de acciones.

El sector de Tecnología, como inversores a largo plazo, nos aporta un crecimiento estructural a nuestras carteras. Seleccionamos compañías de alta calidad destacando tres tipos: proveedores de equipos para los fabricantes de semiconductores que facilitan la expansión de la Inteligencia Artificial y Internet of Things, compañías de IT Services que facilitan la transición digital y compañías de medios de pagos que apoyan el desarrollo del comercio digital.

Para finalizar, el sector del deporte representa una oportunidad de inversión importante, apoyada además en criterios de sostenibilidad y aportando visibilidad sobre el largo plazo en tiempos de incertidumbre. Aunque la pandemia mundial ha supuesto, sin duda, un duro impacto negativo, las tendencias positivas que ya existían en la industria continúan presentes e incluso se han acelerado en algunos casos. El hecho de que se trate de un sector olvidado en general para la comunidad financiera ayuda a que, desde nuestro punto de vista, el mercado no haya reconocido todavía este potencial.