FINANZAS | 16.04.2020
“Es complicado que volvamos a ver caídas tan fuertes”
Los mercados financieros siguen sin marcar una tendencia clara y persiste la volatilidad. Alberto Matellán, economista jefe de MAPFRE Inversión, apunta, no obstante, que “es complicado que volvamos a ver caídas tan fuertes” como las que vivimos en marzo. Por ejemplo, el Dow Jones se desplomó un 12,9% el 16 de marzo, la segunda mayor caída en sus 124 años de historia. En una entrevista con el programa A Media Sesión, de Radio Intereconomía, considera que “el mercado ha entrado en una especie de compás de espera a la espera de ver cómo será el nuevo escenario, el de la mitigación y recuperación”.
Los inversores están descontando ya un escenario muy negativo, lo que “hace menos probable que aparezcan nuevas sorpresas sobre la enfermedad y sobre la economía, lo que hace a su vez menos probable caídas tan fuertes en la bolsa”, argumenta.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta que, como resultado de la pandemia, la economía global se contraerá un 3% en 2020. Un total de 170 países entrarán en recesión en lo que ha calificado como “las peores consecuencias” desde la Gran Depresión de los años 30.
“Sus previsiones están en línea con las que barajamos todos los analistas. Cierto es que si uno pone un gráfico con todas las estimaciones de las casas de análisis, hay una dispersión inmensa, lo que nos viene a decir que todavía se conoce poco, pero la media se encuentra en el entorno de las cifras que baraja el FMI”, explica Matellán.
No obstante, también incide en que también existe un consenso sobre la recuperación posterior. En este sentido, el FMI espera un crecimiento del 5,8% para 2021. “Me quedaría con lo que dicen después, recuperación rápida en 2021 sujeto a condiciones, evidentemente, pero condiciones que se pueden estar dando”, añade el experto.
Algo parecido ocurre con los pronósticos sobre los beneficios empresariales.
Ayer JP Morgan y Wells Fargo fueron las primeras entidades en presentar resultados en EEUU con un recorte considerable, del 69% y el 89% en el trimestre, respectivamente.
Matellán recuerda que, en 2008, los beneficios cayeron de forma agregada entre el 45% y el 50%, pero insiste en la coletilla “agregada” porque considera que hay que diferenciar por compañías y sectores. Como ya ha apuntado en otras ocasiones, “cuando un inversor invierte en una compañía, lo que está comprando es el beneficio de las empresas durante los próximos 10 o 15 años”. Por eso, en su opinión, “es momento de entrar en compañías que saldrán fortalecidas y de futuro, en definitiva, hay que mirar al largo plazo”. A este respecto, el experto ve con buenos ojos que se estén diseñando medidas a nivel sectorial en Europa, como en EE UU. “Hay que ver dónde está el daño y actuar ahí”, explica.
En este entorno, considera que la ventaja con la que cuenta un inversor es que la realidad económica y financiera se mueve más lenta que la del mercado, que sufre bandazos diarios. “Esto nos facilita el trabajo, de ahí que nuestra recomendación (al inversor) sea no perder los nervios y mantener la disciplina acorde al perfil de cada uno”.