FINANZAS | 03.06.2020
Una catarsis para avanzar en la recuperación
Patrick Nielsen, subdirector general de MAPFRE AM, y César Gimeno, gestor de carteras de renta variable americana y multiactivos en MAPFRE AM.
En una sociedad que empieza a dar sus primeros pasos hacia una vuelta a la normalidad tan ansiada, muchas reflexiones nos conducen hacia el impacto de esta crisis sanitaria. Las emociones, signo de nuestra condición humana, están a flor de piel. Incomprensión y un sentimiento de injusticia prevalecen. Vemos con claridad que dependemos de una gran cadena para muchas de nuestras necesidades, algunas primordiales como la alimentación. Y percibimos que esta cadena tiene su coste y sus obligaciones. Sin embargo, una vez que se ha vencido en parte esa crisis sanitaria, se tienen que buscar soluciones estructurales para evitar el efecto demoledor sobre la economía, que provoque una especie de catarsis, entendida como una experiencia purificadora de las emociones humanas. Y es que la economía es un reflejo de la actividad humana.
¿Qué lecciones nos depara la fría lógica de los mercados financieros?
Algunas empresas no sólo han capeado la crisis (hasta la fecha) , sino que incluso cotizan por encima de sus niveles pre-crisis. Netflix, Amazon, Teamviewer, Zoom, ASML, Microsoft, Gilead, Moderna, Walmart Forman parte de este grupo privilegiado. Algunas, de hecho, están directamente relacionadas con el tratamiento de la enfermedad u otras tienen productos que han experimentado una fuerte demanda debido al COVID19. Pero todas comparten varios atributos: tienen una fuerte proyección en la esfera digital: son líderes en la transformación digital; son empresas de calidad: ganan cuota en sus diferentes mercados, tienen productos con buenos márgenes o tienen una estructura financiera saneada; y han mostrado una increíble capacidad de adaptación.
Pero, ¿quiere decir esto que el camino ya está trazado y que ya conocemos los ganadores de los próximos años?
Nada más lejos de la realidad. De la misma manera que los primeros pasos de desconfinamiento están condicionados a la evolución de los datos y la clara amenaza de una segunda oleada de contagios, la economía obedece a un patrón de creación/destrucción ilustrado por las teorías de Schumpeter. El capital huye de las actividades con menores rentabilidades y fluye hacia los proyectos más rentables.
Es el caso de Amazon, que ha sido identificada como una clara ganadora en este nuevo entorno. Su faceta más conocida de comercio on-line ha sido muy utilizado por la población en estos días inciertos. Todos sus negocios se alinean con un mundo digital, en particular, sus servicios de servidores que ofrecen una plataforma online para muchas empresas. También es líder de la Inteligencia Artificial, que es la batalla del mañana. Pero es muy probable que en breve vayan a tener competencia. Por ejemplo, a mediados de mayo, Facebook desvelaba sus ambiciones en el e-commerce. Pero es que, además, muchos productores de gran consumo se han dado cuenta de la importancia de tener un canal de distribución directo digital, con lo que Facebook no será el único que se sume a esta tendencia.
Con esto no queremos decir categóricamente que Amazon sea una buena o mala inversión. Queremos decir que si vemos el mundo actual en continuo cambio en el que vivimos, es necesario tener una perspectiva más allá de la incertidumbre que crean eventos como el coronavirus, tanto en términos positivos como negativos.
Para ello es necesario realizar un análisis que va mucho más allá del Growth vs Value: Ni todo lo que crece tiene que ser una buena inversión, ni tampoco por muy barata que sea De esta forma, sigue siendo primordial un sólido análisis fundamental. Pero, a diferencia de lo que ocurría en el pasado, no es suficiente. Cada vez es más necesario contar con un profundo conocimiento de la dinámica de la sociedad, y de las interpretaciones de ésta por parte de los mercados financieros.
La figura del gestor de inversiones como un mero analista ha quedado desfasada. Y ahora es más necesario el perfil de un profesional integral, que no sólo sabe de análisis económico y financiero, sino que también es un profundo conocedor de las dinámicas de la sociedad y que cuente con dotes para saber cómo tratar la cada vez más abundante información.
La gestión de inversiones también está en proceso de cambio y es que esta catarsis va a afectar a toda la sociedad.