TRANSFORMACIÓN| 23.04.2021
Aceleración de tendencias en el panorama de las relaciones internacionales
Recuperamos declaraciones de Carlos Malamud, investigador principal del Real Instituto Elcano y catedrático de Historia de América en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), sobre cambios y tendencias en el ámbito del multilateralismo, con ocasión del Día Internacional.
Recientemente, el investigador participó en las Jornadas MAPFRE GLOBAL RISKS LATAM, explicando la situación de la región desde finales del siglo XIX y el impacto de la pandemia, sus efectos económicos y sociales, y elementos para la reconstrucción.
En el ámbito de las relaciones internacionales, “lo que ha peligrado en los últimos tiempos es el multilateralismo y las instituciones multilaterales, especialmente durante los años de presidencia de Donald Trump en la Casa Blanca”, explica Carlos Malamud.
Un terreno donde se ha visto es en el campo de producción de vacunas y, aunque se ha potenciado la cooperación científica, si ésta se hubiera puesto en común de forma más estructurada el resultado sería otro, más positivo en términos de covid-egoísmo. “Hemos visto competiciones entre vacunas nacionales e incidentes bochornosos en la lucha por obtener equipos de protección individual (EPI), respiradores, mascarillas o guantes”, rememora. En Europa, tras primeras manifestaciones discutibles, las cosas comenzaron a enderezarse y a reabrirse fronteras, estructurarse compras concertadas y la Comisión Europea puso en marcha un gran paquete de rescate, recuerda. “LATAM u otras regiones del mundo han sido incapaces de encontrar respuestas coordinadas”, contrasta.
Para el investigador del Instituto de Relaciones Internacionales Elcano, “la pandemia ha supuesto una novedad, pero no ha alterado por sí misma demasiado el panorama de las relaciones internacionales, sino más bien acelerado muchas de las tendencias que ya había en marcha”.
Llegó en un contexto geopolítico marcado por el enfrentamiento entre China y USA, y que se está viviendo -a su juicio- con más intensidad. En el futuro, Malamud cree que continuarán esas tensiones y “el mundo estará más pendiente, con las dos potencias exigiendo seguramente pruebas de fidelidad y hará difícil la situación de países más débiles que necesitan a los dos; ocurre con la 5G y cómo se va a desarrollar el futuro digital: reconocimiento facial, Inteligencia Artificial…”, explica.
Nuevas formas de multilateralismo
Bajo la Administración de Joe Biden en EE.UU. podrían desarrollarse -advierte- “nuevas formas de multilateralismo, como un relanzamiento de la Organización Mundial del Comercio (OMC) o de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que podrían asumir roles con mayor protagonismo.
¿Qué esperar de América Latina, la región emergente más golpeada por la pandemia? “Tiene un grado de flexibilidad y resiliencia muy elevado, pero aumentarán el desempleo, la pobreza y se reducirán las expectativas en la clase media, dejando un poso de descontento social”. La capacidad de préstamos de los organismos financieros internacionales como el Banco Mundial, el BID o la CAF no podrá atender la demanda necesaria para la reconstrucción, vaticina. Todo esto va a ser complejo, habida cuenta de que el planeta entero necesitará mayores recursos.
Como nota positiva recuerda un coloquio hace meses con la Asociación de Periodistas Europeos sobre el refuerzo de los regímenes presidencialistas en América Latina. “Veíamos que los estudios realizados para el Latinobarómetro reflejan una importante revalorización de la democracia”. Más allá de las dificultades, los ciudadanos valoran los valores públicos.
“Como siempre, en las crisis, salen a relucir las mejores y peores cosas de los seres humanos”, coincide. En algunos lugares veremos una reformulación del contrato social, de pactos sociales para una mejor reconstrucción post-pandemia y en otros, será más difícil.
Evidentemente el trasfondo social, el peso de las instituciones y de la política van a condicionar mucho el futuro, admite. En la gestión de la pandemia sostiene que se ha visto “un gran número de Covid-populistas y una notable ausencia de líderes”, “con excepciones como Uruguay”, ilustra.