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SOSTENIBILIDAD | 11.06.2021

Cerrar la brecha en tecnología y ciencia: cómo incorporar a más mujeres en carreras STEM

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A pesar de que se está experimentando una constante evolución, aún hay una gran brecha entre las mujeres y los hombres que se dedican a la investigación técnica y que cursan estudios relacionados con la tecnología y la ingeniería.

Un estudio realizado recientemente por la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha puesto de manifiesto la escasa presencia de mujeres en la investigación científica, ya que el número de investigadoras no llega al 30%.

Esta cifra muestra la desigualdad que existe en las denominadas carreras STEM, es decir, las referentes a ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Y no solo en los países con menores índices de desarrollo o en aquellos donde las mujeres no cuentan con las mismas posibilidades   -e incluso derechos- que los hombres, sino también en los estados más avanzados, como es el caso de EEUU o los pertenecientes a la Unión Europea.

¿Por qué es un problema la falta de mujeres en carreras STEM?

Los datos de la ONU solo han puesto números a una realidad que lleva tiempo presente, a pesar de que se ha estado trabajando en reducir esa brecha.

El hecho de que las mujeres no tengan una mayor presencia en el sector de la investigación científica ni en las profesiones relacionadas con las carreras STEM provoca ciertos problemas que conviene resolver:

  • Creencia de que son profesiones eminentemente masculinas. En algunas sociedades aún se considera que son los hombres quienes han de dedicarse a este tipo de trabajos. Ya sea por tradición o porque se encuentran en un estrato social menos elevado, las mujeres permanecen ajenas a estos estudios. De hecho, más de 2.700 millones de trabajadoras pertenecientes a 104 países se deben enfrentar cada día a restricciones legales que las impiden optar a trabajos que sí realizan los hombres.
  • Salarios más bajos y mayor desigualdad. Dada la demanda de estos puestos de trabajo, suelen ser los que mayores ingresos generan. Por lo tanto, el hecho de no estar presentes en estas profesiones hace que las mujeres no tengan acceso a un salario tan elevado. Esto, a su vez, tiende a mantener la tradicional desigualdad entre hombres y mujeres, dado que los primeros siguen disponiendo de un mayor poder adquisitivo. Asimismo, aquellas estudiantes que se decantan por estudios técnicos suelen quedarse en grados más bajos de enseñanza que sus colegas masculinos. Así lo constata el informe “Las mujeres en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas en América Latina y el Caribe”, elaborado por las Naciones Unidas.
  • Falta de profesionales. Más allá de las desigualdades sociales y económicas entre ambos sexos, existe otra cuestión que no se debe pasar por alto y es la necesidad que hay en la sociedad de profesionales técnicos formados en las carreras STEM. Existen sectores relacionados con las nuevas tecnologías en los que hay una escasez de especialistas que provoca un movimiento continuo en el mercado y que numerosas empresas se las vean y se las deseen para contar con personal capacitado.

Si las mujeres, que suponen más del 50% de los estudiantes en muchos países, siguen “dando la espalda” a estos estudios, la situación no solo no mejorará, sino que se perderán numerosas oportunidades de negocio. Así lo refleja el informe Mujer, Empresa y Derecho, realizado por el Banco Mundial, en el que se asegura que la productividad podría aumentar un 25% en algunas economías en caso de que se eliminasen las barreras que impiden a las mujeres el acceso a ciertos sectores.

A esto hay que añadir que esas brechas provocan que se pierdan 160 billones de dólares al año. Y eso no es todo, de acuerdo con un estudio creado por McKinsey & Company tras evaluar a 345 empresas en seis países hispanoamericanos, aquellas que cuentan con una o más mujeres entre los gerentes del comité ejecutivo conseguían un 44% más de rendimiento que las que carecían de figuras femeninas. A pesar de ello, solo el 19% de estas compañías cumplían este requisito.

Cifras que invitan al optimismo para la incorporación de mujeres a carreras de ciencia y tecnología

Aunque los diferentes estudios han de llevar a una profunda reflexión por parte de los diferentes países, no hay que dejar de señalar que algunas cifras muestran una evolución que se ha de celebrar en su justa medida.

El Instituto de Estadística de la UNESCO publicaba recientemente que en julio de 2019 el 27% de los países había alcanzado la paridad de género en los investigadores, de manera que entre el 45% y el 55% eran mujeres (teniendo en cuenta que muchas de ellas siguen teniendo ante sí el famoso “techo de cristal”). En este sentido, según la ONU, una de las zonas donde mayor paridad hay es en América Latina y el Caribe.

Iniciativas para cerrar la brecha de género en carreras STEM

Para dar la vuelta a esta situación que parece enquistarse, se están llevando a cabo todo tipo de iniciativas, aunque no cabe duda de que se trata de una tarea difícil.

Quizás la más importante de todas es la búsqueda y la existencia de referentes en sectores donde la mujer no ha estado presente o, aún peor, ha estado relegada a un segundo plano. Y es que muchos especialistas consideran que si se fomenta un mayor conocimiento de las figuras femeninas en las carreras STEM, las niñas y adolescentes las tomarán como referentes y tenderán a cursar este tipo de estudios, alejándose así de la tendencia de dedicarse mayoritariamente a profesiones relacionadas con la salud y los cuidados, donde son mayoría.

En este sentido, la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT), apoyada por la Oficina del Parlamento Europeo en España lanzó en enero de 2021 una campaña que ejemplifica esta área de actuación perfectamente. Su nombre es #NoMoreMatildas y tiene como objetivo que los libros escolares visibilicen a las científicas que han sido olvidadas, a pesar de haber conseguido logros históricos.

También en España tendrá lugar este verano un programa de formación cuyo nombre lo dice todo: #ChicasImparables. Destinado a jóvenes de 16 y 17 años, estará centrado en la creación de proyectos en grupo donde el emprendimiento, las finanzas, la comunicación y el marketing digital tendrán una especial relevancia. El objetivo no es otro que potenciar las habilidades de estas mujeres e impulsarlas a asumir nuevas competencias.

Otro buen ejemplo es el que dio a conocer ONU Mujeres, en el que se expuso el trabajo que algunas científicas han llevado a cabo durante la pandemia tanto en labores de investigación como en el desarrollo de las vacunas y los tratamientos que están sirviendo para frenar al coronavirus y los continuos contagios.

En definitiva, se trata de abordar el tema desde la perspectiva de una orientación en la que no haya estereotipos, de la promoción de la formación técnica destinada a las mujeres y de educar en la igualdad en todos los ámbitos, desde el entorno familiar hasta el escolar.