El reciclaje como vía hacia un mundo más sostenible

Se estima que cada año se generan 11.200 millones de toneladas de residuos sólidos en todo el mundo. A día de hoy, solo se recicla el 9 % del plástico producido, mientras que el 12 % se incinera y el 79 % restante se acumula en vertederos, basureros o directamente se vierte en el medio ambiente.

Durante la década de 2010, la cantidad de residuos generados a nivel mundial aumentó de 5,3 a 7,3 kilogramos per cápita al año, mientras que el reciclaje ecológicamente racional de estos residuos solo aumentó de 0,8 a 1,3 kilogramos per cápita al año, por lo que los últimos 13 años hemos generado más residuos de los que hemos reciclado.

El reciclaje es beneficioso por varias razones. En primer lugar, al reciclar materiales como papel, plástico, vidrio y metal, se reduce la cantidad de desechos que terminan en los vertederos, lo que ayuda a reducir la cantidad de espacio que se necesita para los vertederos y prolonga su vida útil. También ayuda a conservar los recursos naturales, ya que, por ejemplo, al reciclar papel, se reduce la necesidad de talar árboles, lo que a su vez ayuda a conservar los bosques y la vida silvestre que depende de ellos. De manera similar, al reciclar metales y plásticos, disminuye la necesidad de extraer y procesar nuevos recursos naturales para fabricar productos.

El reciclaje puede ayudar, además, a rebajar las emisiones de gases de efecto invernadero. Al reciclar materiales, se evita la necesidad de fabricar nuevos productos a partir de materias primas, lo que a su vez reduce la cantidad de energía necesaria para producir y transportar dichos productos. Al atenuarse el consumo de energía, se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con su producción.

Reciclar reduce la cantidad de desechos que acaban en los vertederos, sin duda una gran fuente de contaminación ambiental donde se emiten gases de efecto invernadero, como el metano, que contribuyen al calentamiento global. Además, los desechos pueden filtrarse en el suelo y en las aguas subterráneas, lo que puede contaminar los suministros de agua potable y afectar negativamente la salud pública.

Otro inconveniente de los vertederos es que ocupan mucho espacio. A medida que la población y la producción de residuos continúan creciendo, se necesitan más y más espacios para depositar los residuos. La expansión de los vertederos puede tener un impacto negativo en el medio ambiente local, como la degradación de la calidad del aire y la disminución de la biodiversidad.

Finalmente, reducir la cantidad de desechos que terminan en los vertederos también puede ayudar a conservar los recursos naturales. Al reducir la cantidad de residuos que se envían a los vertederos, se reduce la necesidad de producir nuevos productos a partir de materias primas. Esto, a su vez, ayuda a conservar los recursos naturales como los bosques, los océanos, el agua y los minerales.

Pese a que la mayoría de los países realizan esfuerzos significativos en el ámbito del reciclaje, sigue habiendo algunos que no aplican este tipo de políticas verdes tan necesarias. Entre los que destacan por sus buenas prácticas y políticas, tenemos a los siguientes:

1. Alemania: es uno de los líderes mundiales en reciclaje, con una tasa del 68% en el último año gracias a las estrictas normativas que estableció en 1991 y que han cambiado la manera de hacer y de pensar de las empresas y de la población.

2. Suiza: tiene una tasa de reciclaje del 52% y ha implementado políticas muy efectivas para fomentar el reciclaje y reducir los residuos. Además, lo que no se recicla, es utilizado para generar energía, aprovechando así todos los desechos que generan.

3. Austria: cuenta con una tasa de reciclaje del 63%, gracias a sus centros de investigación e innovación, este país fue pionero en la implementación de un sistema de gestión de flujos de materiales que reutiliza la mayoría de los residuos y los convierte en materia prima.

4. Corea del Sur: ha implementado políticas muy efectivas para promover el reciclaje y la gestión de residuos, y tiene una tasa de reciclaje del 59%. Sus políticas se basan en la concienciación y educación de la población, pero no solamente a los residentes, sino que los turistas reciben una guía de bienvenida dónde se les explica dónde se deben clasificar los residuos correctamente y cómo hacerlo.

En general, la mayoría de las industrias están adoptando prácticas de reciclaje y sostenibilidad como parte de su estrategia empresarial y compromiso con la sostenibilidad.

Una de las industrias que más recicla es la del papel, seguida de la construcción, enfocada en aumentar el reciclaje de materiales de construcción y demolición, como el cemento, el asfalto, el metal y la madera, materiales que se pueden utilizar en nuevos proyectos. Otras industrias que han aumentado sus esfuerzos de reciclaje son la del automóvil, donde se están utilizando materiales reciclados en la fabricación de nuevos vehículos; y la textil, donde cada vez utilizan más materiales reciclados para la fabricación de ropa y otros productos textiles.

MAPFRE aspira a convertirse en una empresa de referencia en economía circular, que, según la entidad, permite generar oportunidades de negocio al mismo tiempo que se protege el medio ambiente y la sociedad. El Grupo promueve el consumo responsable de recursos, así como la reducción, reutilización y el reciclaje de desechos, disminuyendo así el depósito en vertedero. Realiza, además, acciones para combatir el desperdicio alimentario y contrata gestores con modelos de negocio que vayan en consonancia con los principios de circularidad. Destaca, además, el hecho de haber eliminado todas las botellas y vasos de plástico de un solo uso, gracias al proyecto ‘MAPFRE Sin Plásticos’.

El año pasado generó un total de 3.318 toneladas de residuos en todo el Grupo, de las cuales, 3.071un 93% del total, se sometieron a procesos de valorización, es decir de recuperación, reciclado y producción de energía.

Entre sus principales hitos en 2022, destaca haber evitado el consumo de 191 toneladas de papel gracias a la firma electrónica biométrica, una medida con la que ha evitado la emisión de 166,75 TmCO2eq en España y Portugal, así como haber tratado un total de 1.847 vehículos fuera de uso, de los que ha recuperado 54.485 piezas para su reutilización en diferentes mercados, gracias a CESVIMAP, Centro de Experimentación y Seguridad Vial MAPFRE. Este centro tecnológico global está especializado en la reparación y reciclado de vehículos, entre otros servicios, y es una referencia en cómo deshacerse de los vehículos de una manera sostenible, alargando la vida de las piezas, facilitando la reutilización de materias primas, como el plástico y el cristal, y reduciendo el consumo de energía.

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