El número de séniores digitales se ha duplicado entre los mayores de 55 años en España

A esta realidad se la conoce como Silver Economy (economía plateada) o economía sénior y ha sido detectada por instituciones como el Foro Económico Mundial, la OCDE o la Comisión Europea, prestándole paulatinamente un mayor interés. Pero en países como España o Portugal no ha tenido un impacto relevante en la opinión pública hasta los últimos cinco años. 

En este contexto, en diciembre de 2020, nació el Centro de Investigación Ageingnomics en el seno de Fundación MAPFRE. Su objetivo es el estudio y promoción de la llamada ‘generación de las canas’, que se sitúa entre los 50 años y los 75 años:  personas que tienen salud y calidad de vida para seguir aportando a la sociedad con su talento, trabajo social o capacidad de consumo. 

En asociación con varias instituciones académicas, se ha desarrollado una intensa actividad pública desde entonces: artículos, entrevistas en medios de comunicación, seminarios o un ciclo de debate que desde 2018 permiten reflexionar sobre las oportunidades de cumplir años con salud en ámbitos tan diversos como la movilidad, la salud, el emprendimiento, la innovación social o las finanzas. 

Uno de estos últimos informes es el III Barómetro del Consumidor Sénior, elaborado en octubre de 2022 en asociación con Google España. Este estudio permite conocer los hábitos de los más 15 millones de españoles que superan los 55 años. Vamos a ver una síntesis en diez claves del estudio completo que está disponible de forma pública.

1. Su capacidad de ahorro está disminuyendo 

Aunque la mayoría de la población de esta generación cuenta con más de un ingreso en su hogar, la tendencia desde 2020 es a la baja en cuanto a su capacidad de ahorro, con cerca de la mitad de la población asegurando que no puede ahorrar. 

2. Sienten incertidumbre con respecto a la situación económica actual 

En el contexto actual, la percepción de riesgo económico ha aumentado, especialmente en la franja de edad más alta, especialmente debido a la crisis energética y el coste de esta, así como el precio de los alimentos y productos de primera necesidad. Estos factores son las principales causas de la caída de la capacidad de ahorro que veíamos y por lo tanto fuente de inseguridad y cierto pesimismo. 

3. Su importancia como red de apoyo familiar ha aumentado 

En países como España y Portugal, entre otros, destaca la figura de los séniores como ayuda a sus familiares, ya sea económicamente o como apoyo en el cuidado, y a su red social más cercana. Es significativo el aumento en España de un 43 % en 2021 de población que ayuda económicamente a sus familiares a un 63 % en 2022, mientras que en Portugal se mantiene ligeramente por encima del 40%. 

4. Consideran que reducir el gasto en sanidad o vivienda limitaría su calidad de vida 

La sanidad y la vivienda siguen siendo los dos principales pilares de inversión y gasto cuando se consideran los elementos que conforman la calidad de vida. Por esto, la mayoría de la población sénior decidiría mucho antes eliminar gastos como en artículos del hogar, vestimenta o tecnología en caso de ser necesario. 

5. Ven la vivienda como una herramienta económica para mejorar su bienestar 

Los séniores son, en su mayoría, propietarios de la vivienda donde residen y tan solo el 25 % lo es con alguna hipoteca activa o préstamo. Con esto, la mayoría ve su vivienda actual como un activo para mejorar su calidad de vida. 

6. No tienen intención de cambiar de vivienda a futuro 

Aun con los datos anteriores, y sabiendo que la tendencia es a mantenerse en el mismo hogar para siempre, es interesante notar que aumenta la predisposición a vivir en residencias o pisos tutelados, así como en espacios de coliving. 

7. Cada día son más digitales 

En perspectiva desde 2017, el número de séniores digitales se ha duplicado, llegando a los once millones de usuarios en la cohorte de edad estudiada, con un uso del móvil totalmente implantado. La pandemia, desde luego, ha supuesto un acicate a esta digitalización. No sólo utilizan la tecnología para informarse, sino que vemos un uso extenso en redes sociales, compras online, planificación de viajes y otros. 

8. Cuidan su alimentación y han integrado la tecnología en el cuidado de su salud 

La alimentación es el ámbito principal de cuidado de la salud de esta generación, por encima del deporte o los chequeos médicos. Los hábitos de vida saludable despiertan cada vez más su atención y es habitual el uso de medios digitales (telemedicina) o disponer de teleasistencia. 

9. Siguen viajando por ocio o turismo 

Aunque la intención de viajar por turismo y ocio es inferior a la de 2021, la mayoría de la población sénior tiene previsto realizar algún viaje por ocio o turismo a lo largo del próximo año. 

10. No desean alargar su vida laboral 

El porcentaje de población que alargaría su vida laboral es de tan solo de un 15 %, y generalmente encontramos esta voluntad entre personas de edad más avanzada dentro de la cohorte de estudio y entre aquellos con estudios superiores.

En conclusión, gracias a este barómetro somos capaces de perfilar una generación silver alejada de los clichés del edadismo. Es una generación capaz (como curiosidad, es muchísimo más probable encontrar a aficionados al bricolaje y do-it-yourself entre los mayores de 55 que en otras franjas de edad), que se adapta a las nuevas realidades (no hay más que valorar sus datos de digitalización), informada, concienciada con la ecología, y con capacidad de gasto y de ser una ayuda. 

El papel de Ageingnomics es clave para difundir una imagen real y positiva del colectivo sénior en el tejido económico global. Es necesario que esto lleve a nuevas iniciativas de empleo, riqueza, emprendimiento y en favor de las necesidades del colectivo.

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