SOSTENIBILIDAD | 15.10.2020
¿Qué es el impacto ambiental y cómo se mide?
La pandemia del Covid-19 es solo uno de los ejemplos de cómo el bienestar de la humanidad está ligado al equilibrio de los ecosistemas. En este contexto, se hace más evidente que nunca la importancia de medir el impacto de la actividad humana en el medio ambiente con el objetivo de avanzar hacia un desarrollo sostenible.
A medida que la pandemia sigue causando pérdida de vidas humanas y haciendo estragos en las economías de todo el planeta, Naciones Unidas advierte en un nuevo informe que “La salud humana, animal y ambiental debe considerarse una sola para prevenir la próxima pandemia”.
La directora ejecutiva de PNUMA, Inger Andersen, apuntó durante la presentación del informe que: “La ciencia ha dejado claro que, si seguimos explotando la vida silvestre y destruyendo nuestros ecosistemas, en los próximos años tendremos un flujo constante de enfermedades pasando de animales a humanos“.
El reporte identifica siete tendencias que impulsan la creciente aparición de las zoonosis, entre éstas, la mayor demanda de proteína animal, el aumento de la agricultura intensiva e insostenible, la explotación de la vida silvestre y la crisis climática. Así mismo, identifica diez pasos que los gobiernos pueden tomar para prevenir futuros brotes, entre ellos:
- Incentivar prácticas sostenibles de gestión de suelos y desarrollar alternativas para la seguridad alimentaria y los medios de vida que no dependan de la destrucción de hábitats y biodiversidad.
- Apoyar la gestión sostenible de paisajes terrestres y marinos para mejorar la coexistencia sostenible de la agricultura y la vida silvestre.
Impacto ambiental: qué es
Es el resultado de una actividad humana que genera un efecto sobre el medio ambiente que supone una ruptura del equilibrio ambiental.
Algunos de los impactos ambientales más frecuentes son:
- contaminación del aire
- contaminación de las aguas (mares, ríos, aguas subterráneas)
- contaminación del suelo
- generación de residuos
- contaminación acústica
- empobrecimiento de los ecosistemas y pérdida de biodiversidad
¿Por qué es necesario medir el impacto ambiental de la actividad humana?
El bienestar de la humanidad depende directamente de la biodiversidad y los ecosistemas. Por eso es vital tratar de medir, planificar y minimizar cualquier actividad que pueda alterar el equilibrio ecológico.
A su vez, todas las actividades que realiza la especie humana tienen un impacto en los ecosistemas. Algunas actividades causan efectos irreversibles sobre el medio ambiente, como la contaminación del entorno, la extinción de especies, el agotamiento de recursos o la destrucción de hábitats.
Además, en la medida en que la población humana crece, los recursos naturales se van agotando. Cada vez es más urgente mejorar la sostenibilidad del desarrollo humano, para lo cual es imprescindible medir, minimizar y compensar estos impactos.
¿Cómo se mide el impacto ambiental?
En la actualidad, más de cien países tienen legislación que obliga a llevar a cabo Evaluaciones del Impacto Ambiental para cualquier proyecto que pueda tener un alto impacto en los ecosistemas en los que tenga lugar.
Para poder evaluar estos efectos sobre el ecosistema se ha creado la Evaluación de Impacto Ambiental, que se elabora de acuerdo a indicadores de desarrollo sostenible.
Además, existe una iniciativa internacional Natural Capital Coalition que trabaja para que las organizaciones empresariales integren en sus finanzas sus dependencias e impactos ambientales sobre los ecosistemas y la biodiversidad.
Empresas comprometidas con reducir su impacto ambiental
En MAPFRE seguimos avanzando en nuestros compromisos con la Agenda 2030 de Naciones Unidas, en acciones que pueden concretarse en:
- Reducción de nuestra huella ambiental. Medimos nuestro impacto ambiental y establecemos los objetivos de reducción de emisiones y neutralidad de carbono.
- Integración de la variable cambio climático en nuestro negocio. Incorporamos las recomendaciones de la Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TCFD) en nuestra planificación financiera, así como la inclusión de los criterios ambientales, sociales y de gobierno (ASG) tanto en la inversión como en la suscripción y definición de productos bajos en carbono.
- Fomento de la economía circular. Hemos minimizado la generación de residuos en nuestra actividad y nos hemos posicionado como un agente de cambio en la transición a este tipo de economía, mediante el impulso de productos y servicios y apoyando a las empresas especializadas en el sector.
- Preservación de la biodiversidad. Sensibilizamos y apoyamos iniciativas de protección de los ecosistemas más sensibles a los efectos del cambio climático.