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SOSTENIBILIDAD | 29.04.2024

La época dorada de la generación sénior

Laura Calonge

Laura Calonge

El envejecimiento ya no va asociado a la idea de jubilación y parón vital en la generación sénior, sino que, en esta época, cada vez son más los mayores que practican un «envejecimiento activo» en el que participan en actividades de ocio, en la vida pública o en la esfera económica.

Hace no muchos años, es posible que asociásemos la idea de limitación como intrínseca al envejecimiento. No obstante, y afortunadamente, de un tiempo a esta parte –en solo dos o tres décadas–, nuestra sociedad ha logrado llegar a un «envejecimiento activo» en el que, pasados los 60 o 65 años, las personas de la generación sénior ya no se encuentran en una esfera «aparte», sino que juegan un papel activo en los diferentes ámbitos sociales.

Los avances sanitarios y nutricionales, el refinamiento del sector de los cuidados, las nuevas oportunidades que ofrece la tecnología o el cambio cultural entre las generaciones mayores se encuentran entre algunas de las principales razones que han traído esta nueva madurez activa, en la que los mayores de 60 años tienen un importante papel en la vida pública, en la esfera económica o en cuanto a la oferta de ocio, entre otras.

Esperanza de vida y envejecimiento activo

Actualmente, hemos conseguido no solo una esperanza de vida mayor, sino que, además de cumplir más años, estos también se disfrutan con una mayor calidad de vida. En una sociedad eminentemente envejecida –según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2020, el número de personas de 60 años o más superó al de niños menores de cinco años–, es fundamental contribuir en conjunto a mejorar la vida de las personas mayores y huir del estereotipo del «edadismo».

El envejecimiento es el resultado de la acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo, que, en general, suele conllevar un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales, pero esto no quiere decir que al llegar a cierta edad la vida tenga que frenar en seco. Ni mucho menos.

A la hora de envejecer de una forma u otra, tiene mucho que ver el contexto social, familiar y económico en el que las personas se desenvuelven, también su vivienda, el vecindario y la comunidad en la que habitan. Todos estos factores, además de características personales como el sexo, la predisposición genética o el nivel socioeconómico, tienen efectos sobre el envejecimiento.

Todo ello puede influir en las oportunidades, decisiones y hábitos relacionados con la salud y el envejecimiento. No obstante, hay decisiones que pueden y deben tomarse de forma consciente para fomentar un mejor envejecimiento. En particular, mantener unos hábitos saludables a lo largo de la vida, como seguir una dieta equilibrada, realizar actividad física con regularidad o abstenerse de consumir tabaco y alcohol, contribuye a reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles, y a mejorar la capacidad física y mental. Por lo tanto, también a retrasar la dependencia de los cuidados, tal y como recoge la OMS.

¿Cómo se puede fomentar el envejecimiento activo en la generación sénior?

Hoy en día, la disponibilidad de edificios y transportes públicos seguros y accesibles, la mejora de las comunicaciones, así como la disponibilidad de lugares por los que sea fácil y agradable caminar o la disponibilidad de acceso a nuevas tecnologías son ejemplos de entornos propicios para un mejor envejecimiento.

También lo son la puesta a disposición de las personas mayores de 60, para la ampliación y mejora de su esperanza de vida, de un catálogo de actividades a realizar, ya sean cursos, opciones para la práctica deportiva o de diferentes ejercicios, incluso, la continuación de sus estudios o la posibilidad de retomar viejas aficiones.

«Nuestro deber como sociedad y como miembros de la comunidad global, es abordar los desafíos de la longevidad y liberar su potencial» expresó el Secretario General de las Naciones Unidas António Guterres con motivo del Día Internacional de las Personas de Edad. «Debemos promover la inclusión social, económica y política de todas las personas en todas las etapas. Este compromiso está consagrado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): aprendizaje permanente, una sólida protección social, una atención sanitaria accesible y de calidad a largo plazo, la reducción de la brecha digital, el apoyo intergeneracional, la dignidad y el respeto son esenciales».

MAPFRE es consciente de la importancia que las personas mayores y su calidad de vida tienen en nuestra sociedad y por eso cuenta con unos productos específicos para la «Generación Sénior», las personas que siguen avanzando con vitalidad y optimismo una vez que llega el fin de su edad laboral.

Hacer más fácil la vida de los mayores

En última instancia, se trata de seguir los Principios de las Naciones Unidas para las Personas Mayores para continuar fomentando un envejecimiento activo: independencia, participación, asistencia, realización de los propios deseos y dignidad. Además, es necesario prestar especial atención a los ancianos marginados y a quienes viven en zonas rurales, ya que se enfrentan al envejecimiento en ciertas condiciones de desigualdad.

Por ello, MAPFRE dispone de una amplia gama de productos aseguradores especialmente orientados a esta generación, con el fin de aportar seguridad y tranquilidad en todo momento y circunstancia. La gama Generación Sénior de MAPFRE engloba una amplia gama de productos diseñados específicamente para esos hombres y mujeres que no se detienen cuando llega el final de su vida laboral, sino que dan una “vuelta de tuerca” a su vida y siguen avanzando con optimismo y vitalidad.

El seguro de accidentes Sénior ofrece a los mayores de 55 años indemnizaciones por lesiones en caso de accidente, una ayuda específica de hasta 200 horas de servicios de asistencia para el asegurado o para un familiar del asegurado hasta la recuperación de aquel, así como servicios de orientación y atención personal para situaciones de dependencia.

MAPFRE también pone a disposición de sus clientes sénior el seguro de dependencia, solución específicamente dirigida personas de entre 55 y 75 años, por la que el asegurado recibe una renta vitalicia mensual, constante y no reversible, establecida por garantía y que supone un importante complemento de su pensión y ahorros para hacer cargo a la más que probable situación de dependencia que, hoy en día, están llamadas a vivir las personas de la “edad de plata”, ya que los fondos públicos son limitados.

En cuanto a la hipoteca inversa, es otra solución que MAPFRE pone a disposición de sus clientes, que también sirve como complemento a la pensión y permite poder sufragar costes relacionados con la mayor longevidad de hoy en día o, simplemente, mejorar el poder adquisitivo de las personas en esos muchos más años que ofrece la esperanza de vida actual. Además de obtener un complemento de los ingresos mensuales, con esta hipoteca inversa también se obtienen ventajas fiscales. Y, por supuesto, se mantiene la propiedad de la vivienda.

Otras de las diversas soluciones que MAPFRE pone a disposición de las personas adultas es Multimap, una solución para las necesarias reformas y reparaciones del hogar, que permite hacer más accesible la vivienda y que ofrece más de 400 servicios de calidad, un servicio 24 horas y asistencia urgente en menos de 3 horas, además de 6 meses de garantía en todos los servicios y con cobertura a nivel nacional.

Savia, por su parte, es el conjunto de soluciones de salud digitales y presenciales que MAPFRE pone a disposición de las personas bajo un modelo de pago por uso para aquellos momentos en los que otras soluciones no cubren las necesidades de las personas y como alternativa a complementar la salud pública de forma sostenible en el tiempo, pudiendo consumir el cliente exclusivamente los servicios de salud que se requieran en cada momento.

En definitiva, tal como sentencia Antonio Guterres: “Juntos podremos construir sociedades más inclusivas y amigables con las personas mayores, y un mundo más resiliente”. Si se quiere hacer del envejecimiento una experiencia positiva, una vida más larga debe ir acompañada de oportunidades continuas de salud, participación y seguridad.

 

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