El dólar plateado viaja
A la espera de que la normalidad regrese con la recuperación de los viajes y del sector turístico hasta niveles pre-pandemia, el último encuentro organizado por el Centro de Investigación Ageingnomics (CIA) analizó los retos del sector en una generación preeminente en cuanto a consumo de ocio y apetito por el viaje. Comprender y aprovechar las oportunidades que ofrecen los mayores a partir de los 55 años en un mundo más longevo pasa por transformar paisaje y oferta turística -para atender a sus necesidades- y asegurar su capacidad de ahorro, ámbito al que MAPFRE lleva más de 80 años dedicada.
“La frontera está en los 55 años”, afirman investigadores de la silver economy como Juan Fernández Palacios, director del CIA, o Iñaki Ortega, consejero y moderador del encuentro Turismo sénior, claves y potencial. La expresión encierra una auténtica invitación al viaje: los mayores hacen más turismo, gastan cada vez más y mejor, demandan sostenibilidad y digitalización, y son tremendamente activos.
A partir de los 55 años, la mirada hacia el futuro goza de una salud inimaginable hace décadas, lo que -unido al escenario descrito por Ignacio Baeza, vicepresidente de Fundación MAPFRE: en 2040 el 35% de la población tendrá más de 65 años- da una idea de las oportunidades que brinda este segmento de edad. A su vez, el sector turístico ha crecido hasta la pandemia de forma constante, da empleo a 1 de cada 10 personas en el mundo, muchas de ellas mujeres en regiones donde las condiciones son particularmente difíciles. Esta crisis “nos da la oportunidad de replantearnos cómo ha de ser el sector turístico y su aportación a las personas y al planeta; la oportunidad de que, al reconstruirlo, sea mejor, más sostenible, inclusivo y resiliente, y que los beneficios del turismo se repartan extensamente y de manera justa”, asegura Zurab Pololikashvili, Secretario General de la Organización Mundial del Turismo (OMT).
Ese replanteamiento tendrá que ver con el conjunto del ecosistema, pero mucho -seguro- con el camino que viene dibujando el turismo sénior. A pesar de que pocos asocien a los mayores de 55 años con el sector o con las nuevas tecnologías, por ejemplo, de los 83,5 millones de turistas que entraron en España, el 36% superaba los 55 años. Aportaron 33.000 millones de euros en gasto directo y crearon 596.000 empleos directos. Según las previsiones, más del 70% de los mayores nacionales recuperará el hábito de hacer una escapada una vez al año.
A ello contribuyen multitud de factores, entre los que conviene destacar el progreso tecnológico, el avance del estado de bienestar y las vacunas, que han permitido a la población cumplir más años y participar plenamente en la marcha económica. En España el 60% del consumo en España proviene de los sénior, y uno de cada cuatro euros de la riqueza nacional también. Según los resultados obtenidos en la primera edición del Barómetro del Consumidor Sénior en España, los consumidores sénior destacan por ser un motor de la economía española, así como un pilar en momentos de crisis. El próximo 10 de diciembre, el Centro de Investigación Ageingnomics presenta, en colaboración con Google, las conclusiones del segundo informe.
EE.UU., país que detectó hace tiempo el crecimiento con valor añadido de los mayores, ya ha acuñado la expresión “dólar plateado”.
Boom del baby-boom
Entre dos y tres viajes de cada 10 son de sénior. En pocos años, serán la mitad. “Visa nos dice que es el segmento que más viaja”, y lo hace con lo que se ha venido a llamar juvenescencia: con más años, pero también con mejor salud, mayores ingresos y ahorros, y un cambio de mentalidad que derriba las fronteras mentales para viajar, consumir ocio y servicios anti-ageing.
Un cliente atractivo
El viajero sénior tiene tiempo, condiciones físicas e inquietudes. Busca buen clima y mar, pero valora la cultura, la buena gastronomía y la posibilidad de dejarse sorprender. “Ganamos más que con este perfil que con otros”, explicó en el evento Yaiza Castilla, Consejera de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno de Canarias, quien admite que las islas “se están preparando para entrar en el Top 10 de destinos turísticos adaptando su oferta para atraer a este grupo de edad”. Pionera en el desarrollo de un plan estratégico de Turismo Sénior, confía en inspirar a otras regiones y en beneficiarse de la colaboración público-privada.
Eurostat explica que, a diferencia de las limitaciones que tiene la población en edad de trabajar (por sus propios empleos, vacaciones escolares o cierres estivales), quienes se han jubilado tienen flexibilidad, así que pueden obtener mejores condiciones de viaje y alargarlo.
Para una aerolínea como Iberia Express, según resumió su consejero delegado durante el citado encuentro, “el sénior es un pasajero de muy alto valor, con muchísimo potencial y que no está aprovechado como debería”. Según el grupo hotelero Barceló, el 40% de su facturación proviene de los mayores de 55 años.
Es un cliente premium, menos sensible al precio y que elige el producto más completo, compra con antelación, no va al low cost, vuela dos o tres veces al año y puede hacerlo más. Un segmento infravalorado, según los expertos, como pasa en muchos ámbitos de la economía plateada, remarca Iñaki Ortega, como el emprendimiento y la tecnología.
Silver housing y servicios de valor añadido
Una de las tendencias asociadas al turismo sénior es el silver cohousing, viviendas colaborativas donde puede atenderse adecuadamente la dependencia de los mayores cuando se requiere, y fomentar la convivencia entre afines. A imagen de los países nórdicos y sociedades más avanzadas, aumentan las promociones para adaptar la vida a las distintas etapas. Al terminar la fase laboral hay a quien le apetece optar por soluciones inmobiliarias para vivir con amigos con servicios específicos.
Durante el evento del Centro Ageingomics, Ignacio Baeza explicó que este segmento busca servicios sociosanitarios cuando viajan. Quiere salir a la calle y caminar, sin encontrar escaleras a cada paso, por lo que será necesario trabajar la parte urbanística. Los Fondos Next Generation EU incluyen una partida del 6% dedicada a la economía de los cuidados, que incluye atención a dependientes, modernización de servicios sociales, accesibilidad tecnológica y que, según Ortega, “debería desbordar hacia el ocio, la salud y el envejecimiento activo”.
Según Fitur, el turismo de salud es uno de los ámbitos que más va a crecer en los próximos años y está muy relacionado con el envejecimiento activo, un concepto que supone aprovechar al máximo las oportunidades de tener bienestar físico, psíquico y social durante toda la vida.
Esto va a avivar negocios que ya crecen a dos dígitos, relacionados por ejemplo con fisioterapia, alimentación contra el envejecimiento u organización de citas. Una oportunidad para aquellos territorios y países que sepan hacer una llamada a sus emprendedores y a sus empresas.
Silverizar la oferta financiera
Pero es difícil sostener una pirámide de población ensanchada que envejece y que, según la ONU, en 2050 englobará 2.000 millones de mayores en el mundo. Requerirá también silverizar el ahorro, protegiendo a su vez la salud económica global. Sin ir más lejos, en España, según datos revelados durante el encuentro del CIA, el 60% del PIB lo soporta el consumo interno.
Por ello, durante el coloquio los expertos incidieron en que, desde las instituciones públicas, se fomente el ahorro buscando un apoyo complementario a la pensión publica que permita a este segmento no solo proteger su calidad de vida, sino poder vivir más años. Eurostat dice que es el que más gasta, pero naturalmente para ello necesita pensión, ahorros, herramientas y colaboración público-privada.
Artículo relacionado: