Un día sin coches, una ciudad para los peatones

El día sin coches, que se celebra cada año como culminación en toda Europa de la Semana de la Movilidad, celebrada entre el 16 y el 22 de septiembre, tiene como objetivo recuperar espacios urbanos para peatones y ciclistas, concienciar sobre la contaminación y fomentar el transporte público.

Este año se alcanzará la vigésimo segunda edición de este evento, con participación de un número cada vez mayor de ciudades, pero este evento tiene su origen mucho más allá del año 2000. Tenemos que remontarnos a 1973, cuando la crisis del petróleo llevó a muchos países a repensar el modelo de movilidad existente y a la búsqueda de alternativas. Ya en los años noventa algunas ciudades empezaron a promover acciones por una movilidad más sostenible y fue en el año 2000 cuando la Comisión Europea constituyó el día sin coches como una iniciativa global y oficial.

En muchas ocasiones no caemos en la cuenta de cómo de sencillo es optar por una alternativa al vehículo privado, así que hoy vamos a ver cómo podemos adaptarnos a esta nueva movilidad urbana y los beneficios de hacerlo.

Una distancia que podríamos recorrer con un paseo de algo más de treinta minutos, recorrer en bicicleta en poco más de diez o realizar de forma rápida, tranquila y eficiente en transporte público.

Caminar

La alternativa más sencilla y saludable para trayectos cortos, como lo son la gran mayoría de los recorridos urbanos. Si bien es cierto que las ciudades actuales están diseñadas con el vehículo en el centro, cada vez más proliferan actuaciones que recuperan espacios permitiendo paseos y desplazamientos a pie.

Transporte público

Aun teniendo en cuenta las diferencias evidentes entre la red de transporte público de las grandes ciudades y otros puntos de la geografía, esta es una de las alternativas al coche más cómodas y rápidas para distancias donde caminar o ir en bicicleta es inviable. Resulta una opción mucho más económica que el vehículo privado y su uso reduce la congestión de tráfico en las ciudades, lo que conlleva menor contaminación y menor ruido.

Bicicleta o VMP

Pedalear es una opción saludable, y segura siempre que sigamos algunos consejos básicos como los que vimos en este reel. En los últimos años también hemos visto la proliferación de vehículos de movilidad personal, esencialmente patinetes eléctricos, que si bien no aportan a nuestra salud sí lo hacen al medio ambiente eliminando las emisiones y permitiéndonos desplazamientos rápidos y sostenibles por la ciudad. Eso sí, recuerda cumplir las normativas: no circular por aceras o zonas peatonales, no superar los 25km/h y no usar auriculares o el teléfono móvil.

Luchar contra la vida sedentaria (esto es, realizar menos de 90 minutos de ejercicio a la semana) es uno de los grandes retos de nuestro tiempo, un estilo de vida asociado a numerosos problemas de salud. Encontrar momentos de ejercicio físico es esencial, con actividades como caminar o pedalear que nos ayudarán a mantenernos en forma.

Descanso

El ejercicio, además de mantenernos activos, tiene un efecto adicional: hacer que lleguemos a la noche algo más cansados y así nuestra calidad de sueño tenderá a mejorar. Si descansamos lo suficiente, podremos afrontar el día con mejor ánimo y disponibilidad.

Menos estrés

No perderás el tiempo en atascos si te decides por caminar o ir en bicicleta, no tendrás que preocuparte por encontrar aparcamiento, y no te enfadarás por el tráfico. Además, el ejercicio físico ayudará a liberar endorfinas y hacerte sentir mejor. Y si vas en transporte público ¿qué tal aprovechar ese tiempo de tranquilidad para retomar ese libro que dejaste a medias? ¿o para escuchar esas canciones que siempre te ponen de buen humor?

Mejor aire respirado

Nueve de cada diez personas en el mundo respiran aire contaminado lo que, según la OMS, causa la muerte a más de cuatro millones de personas anualmente si tenemos en cuenta tan solo los datos de polución ambiental. Las emisiones de vehículos de combustión y la baja calidad de los combustibles son la razón principal de esta contaminación del aire.

Frente a esto, los resultados que se consiguen con jornadas como el Día sin coches son esclarecedores: durante el primer día sin coches en París, en 2015, se consiguió reducir las emisiones en un 40%.

El cambio en el uso de energías de origen fósil a otras renovables permitirá reducir las emisiones y, si en tu caso, no puedes prescindir del coche, ¿has pensado en pasarte a un vehículo eléctrico?

Eliminar o reducir el uso del coche es uno de los gestos que, como individuos, podemos hacer para aportar nuestro pequeño grano de arena, una pieza más de este complejo puzle de la lucha contra el cambio climático, la reducción de la contaminación ambiental y, también, en la mejora de nuestra propia salud, los objetivos principales de este día y de la Semana Europea de la Movilidad.

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