SOSTENIBILIDAD| 21.10.2022
La era del consumidor consciente y del consumo responsable
En pleno siglo XXI estamos siendo testigos de una nueva revolución protagonizada por los propios consumidores. La pandemia ha sumado motivos a esta revolución y, entre las muchas cosas que ha traído, una ha sido la preocupación de los consumidores por el estado de su entorno y la salud del planeta. Entramos en la era del consumidor consciente, aquel que busca en su decisión de compra el valor sostenible, ambiental y social.
La preocupación por nuestro impacto en el planeta está cada vez más presente, todos hemos llegado a la conclusión de que nuestros hábitos de consumo tienen un gran efecto, lo que nos hace ser más cuidadosos a la hora de tomar una decisión de consumo. Nos encontramos con las exigencias de una ciudadanía responsable y empoderada que tiene toda la información necesaria para tomar sus propias decisiones y buscar alternativas más éticas a aquellas que estaba usando hasta ahora.
En MAPFRE enfocamos nuestros esfuerzos a contribuir en La Parte que Nos Toca, estamos convencidos de que el cambio es posible y queremos formar parte de este, con compromisos exigentes y rotundos en materia social y ambiental, con servicios y productos alineados con ellos y con un gobierno corporativo que nos permita continuar avanzando responsablemente en la dirección correcta. Nuestro Plan de Sostenibilidad 2022-2024 pone el foco en aquellos retos globales a los que podemos contribuir desde nuestra actividad.
Búsqueda de compras más sostenibles
Según uno de los últimos estudios de la OCU, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) de España, en colaboración con el Foro NESI de Nueva Economía e Innovación Social, actualmente el 73 % de la población española tiene en cuenta aspectos éticos y ecológicos en sus decisiones de consumo y en la elección de las empresas con las que contratar servicios.
Aunque la falta de información (60 %), el precio (58 %), la accesibilidad (54 %) o incluso la dificultad para encontrar empresas responsables (52 %) hacen que el consumo responsable no sea tarea sencilla, este mismo estudio también cita que 6 de cada 10 personas consideran que su forma de comprar es una herramienta muy potente y nuestras decisiones de consumo pueden cambiar el mundo.
Un ejemplo de esto lo vemos en cómo han evolucionado las tendencias en alimentación: se demandan productos más saludables, de proximidad, ecológicos y sostenibles. Esta evolución implica que el ciudadano esta más concienciado con lo que podemos leer en las etiquetas, interesándose en conocer los ingredientes y las características de producción y logística que implican los productos que compran.
Más allá del retail tradicional, y de la producción y logística de los productos, las empresas de servicios también han debido reformular la manera en que entienden el negocio y la gobernanza, así como su relación con el cliente.
Los consumidores consideran que el éxito de las marcas dependerá de su cómo se relacionan con ellos, muchas veces fuera de la experiencia tradicional y física en tienda. También, como vemos, dependerá de cómo de capaces son de adaptarse a unos criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno (ESG, por sus siglas en inglés) cada vez más ambiciosos, según el estudio de KPMG Internacional sobre la experiencia de cliente. Los valores de marca y su integridad y ética ganan terreno al mero producto o servicio como decisión de compra.
En MAPFRE llevamos más de 85 años trabajando con un fuerte compromiso con las personas y el planeta, y aplicamos criterios ESG para construir un futuro más sostenible.
Surgen nuevas herramientas de economía colaborativa
En este contexto de búsqueda de consumo sostenible y responsable aparecen muchas iniciativas, normalmente ligadas a la economía circular y a nuevas tecnologías, como aplicaciones móviles que nos facilitan hacer de situaciones cotidianas, como ir al supermercado o movernos por nuestra ciudad, una opción más sostenible.
Un gran ejemplo de estas iniciativas son las aplicaciones móviles que luchan contra el desperdicio de alimentos, como Too Good to Go en España, una iniciativa que bajo el lema #Lacomidanosetira, permite a supermercados, fruterías y panaderías, entre otros establecimientos, vender el excedente de comida diario al que no han dado salida para no tirarlo a la basura. Esta aplicación permite a los usuarios salvar estos alimentos, adquiriéndolos a precios reducidos para evitar su desperdicio y así proteger el medioambiente.
Otros proyectos de economía colaborativa son las empresas de carpooling, como Bla Bla Car, que permiten que los ciudadanos que vayan a realizar un viaje puedan hacerlo compartiendo vehículo y gastos, ayudando a reducir el CO2, el número de vehículos circulando y el impacto ambiental en general de sus viajes.
Para hablar de economía circular en el ámbito de la moda tenemos aplicaciones de compra de segunda mano como Wallapop o Vinted, que están dando la vuelta al concepto de usar y tirar y que fomentan la sostenibilidad, alargando la vida útil de todo tipo de productos. Dentro del sector de la segunda mano, Vinted se lleva el liderazgo en lo referente a la moda. Actualmente, cuentan con más de cinco millones de usuarios españoles registrados y 65 millones a escala global, con presencia en 17 países.
Las organizaciones también se suman a las decisiones conscientes
Esta nueva tendencia hacia un consumo responsable y sostenible permite observar cómo en estos últimos años hemos incorporado en nuestras decisiones de compra la preocupación por cuidar de nosotros mismos, de los recursos naturales y de nuestro planeta en general. Una tendencia que ya venía gestándose antes de 2020 pero que, sin duda, se ha intensificado más después de la llegada de la pandemia y una creciente preocupación por los efectos del cambio climático alrededor del mundo. Por esto, podemos hablar de un consumidor cada vez más consciente de los impactos a largo plazo que pueden tener sus elecciones.
También evidenciamos cómo la mayoría de las organizaciones hacen un esfuerzo por seguir esta tendencia e incorporar la sostenibilidad de manera transversal en sus decisiones, implementando políticas y procedimientos más respetuosas con el medio ambiente, la sociedad y su entorno. El panorama está claro: la sostenibilidad es un reto del hoy para el mañana.
En MAPFRE, queremos liderar esta llamada a la acción para conseguir un futuro más justo e igualitario para todos: la sostenibilidad debe integrarse perfectamente en la estrategia de la compañía, en la toma de decisiones de todas las áreas. Sólo así se genera el cambio y el valor, más allá del beneficio puramente económico. En nuestro caso, contamos con un modelo que pone a las personas en el centro de todo lo que hacemos y que establece indicadores que nos muestran dónde estamos y hacia dónde queremos ir.
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