Conoce cómo será la nueva movilidad

Este es uno de los parámetros con los que trabajan los expertos en movilidad sostenible, que durante varios días convirtieron a Madrid en un icono de este movimiento. Descubrir qué apuestas están haciendo las empresas, las instituciones, los organismos por compaginar movilidad y sostenibilidad, o cómo hacer frente a nuevos retos y desafíos que ya se plantean hoy, como la convivencia entre vehículos eléctricos y de combustión, son algunas de las cuestiones que han centrado el debate en Global Mobility Call, unas preguntas que más que respuestas tienen muchos frentes abiertos todavía.

Esos cambios en la forma de movilidad, algunos todavía inimaginables, llevarán consigo modificaciones legislativas. Nadie lo pone en duda, pero lo que no está tan claro es la velocidad con la que los legisladores serán capaces de abordar estos cambios ni si se llevarán a cabo de forma global o cada país adoptará una legislación, con lo que eso puede significar. La llegada de coches autónomos todavía está lejos…pero es una realidad que será imparable. Ahí surge una de las primeras cuestiones a las que el legislador deberá dar respuesta: En caso de accidente, ¿quién es responsable: el conductor -que en realidad no conducía-, el fabricante, el dueño del software? No sólo estamos ante un desafío legislativo, sino que incluso alcanza la categoría de dilema ético.

La cada vez más sofisticación de los vehículos lleva aparejada nuevos riesgos, que antes no existían. La conectividad de los vehículos, que ofrece muchas ventajas y tendrá más en el futuro, implica también, por ejemplo, un riesgo que antes era inimaginable en un vehículo. Se trata de los ciberataques, con las consecuencias que esto supone. Como cualquier cambio de este calado en la historia, las ventajas son muchas, pero también existen desafíos, que no se pueden ignorar. El sector asegurador lo sabe bien y avanza ya en soluciones para que la nueva movilidad no implique nunca menos seguridad.

La digitalización es otro de los elementos en los que las empresas están focalizando su estrategia, pero la respuesta a las nuevas demandas de movilidad, apoyada en la digitalización, no puede ser igual en un entorno urbano o en un entorno rural porque las necesidades son también muy diferentes. Empresas como fabricantes de automóviles, de software, de patinetes, por ejemplo, y, por supuesto, el sector asegurador, están desarrollando soluciones ad hoc para dar respuesta a esta nueva necesidad. Hiperpersonalización en la oferta, no sólo aseguradora, será uno de los fenómenos que en las próximas décadas tendrán un gran auge.

Los cambios en la nueva forma de desplazarnos no debe alejar a la sociedad de un objetivo por el que lleva luchando mucho tiempo, aunque sea una utopía: cero víctimas de accidentes de tráfico. La tecnología debe contribuir a mejorar la seguridad, debe ser un elemento que ayude a las personas y debe estar al servicio de ellas, no al contrario.

Si uno de los cambios que caracterizará la nueva forma de movernos será la sostenibilidad, con un incremento paulatino, pero sin freno, del vehículo eléctrico también serán necesarias nuevas soluciones a los elementos desechables de este tipo de automóviles. Dar una segunda vida a las baterías eléctricas, por ejemplo, puede ser parte de la solución. CESVIMAP, el centro de I+D de MAPFRE, ya está trabajando en ello. Reciclaje, economía circular, sostenibilidad también están unidas con esta nueva forma de movilidad.

La apuesta de MAPFRE por investigar nuevas formas de movilidad, por adecuar su oferta a las demandas cambiantes de los clientes y por la sostenibilidad en todas sus acciones es una realidad.

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