Suscriptor de riesgos, el punto de equilibrio entre las necesidades del cliente y la rentabilidad del negocio

Con el lema “Reconstruir la confianza”, la última reunión del Foro Económico Mundial (WEF 2024), celebrada en Davos (Suiza), ha vuelto a unir a gobiernos, empresas y miembros de la sociedad civil para buscar soluciones a los problemas globales.

Junto a cuestiones como la necesidad urgente de seguridad y cooperación en un mundo fracturado, la transición energética, la disrupción de la inteligencia artificial, también ha surgido otro asunto de vital importancia: la creación de empleo en la nueva era. El libro blanco, publicado por el propio Foro y la colaboración de Capgemini, coloca la profesión de suscriptor de riesgos aseguradores entre los 17 empleos mejor pagados y sin fronteras para 2030.

Pero ¿qué hay detrás del proceso de suscripción de un seguro y de esta figura?

Cuando un potencial cliente acude a una compañía de seguros para la contratación de un producto, las aseguradoras activan un proceso de análisis y valoración del grado de riesgo asociado a la póliza, una función que llevan a cabo los suscriptores de seguros.

Su misión, según Ángela Jiménez Escobar, suscriptora de MAPFRE Global Risks, es “brindar soluciones aseguradoras para una adecuada aceptación de riesgos, recopilando y evaluando la información suficiente para establecer las primas del seguro de acuerdo con las políticas vigentes, apoyándose en su propio criterio, su experiencia y conocimiento del mercado, y valiéndose de las herramientas actuariales y estadísticas disponibles”.

Esta tarea puede variar, de acuerdo con el producto y su complejidad. En general, para Vanesa Sánchez Conejero, suscriptora sénior de MAPFRE Global Risks, este profesional “realiza un preanálisis de negocio con el objetivo de determinar si cumple con el modelo de negocio y el riesgo que la aseguradora está dispuesta a asumir. Si es el caso, el suscriptor continúa con el análisis de la suscripción, un proceso estandarizado para cada área o ramo, sujeto a normas de obligado cumplimiento y es responsabilidad del suscriptor que se cumplan”.

Durante el procedimiento, aparte de estudiar y valorar el tipo de cliente, su relación con la compañía y el negocio, etc., se tienen en cuenta otros parámetros como la siniestralidad, la legislación y la normativa vigente, estadísticas, etc. Una vez calculado el riesgo que supone asegurar al cliente, se da paso al contrato.

Pero también puede ocurrir que, tras evaluar los riesgos potenciales asociados al seguro, se descarte su suscripción de acuerdo con la normativa, los criterios técnicos y los límites de suscripción autorizados, entre otros.

El papel del suscriptor, por tanto, es clave dentro de las compañías de seguros, a la hora de establecer el punto de equilibrio entre las demandas del cliente y la rentabilidad del negocio, mediante el análisis de los riesgos. También puede:

• Dar soporte a la red comercial, resolviendo sus dudas sobre coberturas, por ejemplo, y apoyo a otros departamentos de operaciones.
• Realizar un seguimiento durante la vigencia del contrato para detectar posibles cambios en el riesgo.
• Utilizar su experiencia para hacer recomendaciones a su propia aseguradora y garantizar que la cobertura se ajuste al nivel de riesgo adecuado.

¿Qué perfil deben reunir entonces estos profesionales para llevar a cabo sus funciones con soltura y eficacia?

La lista puede ser amplia, pero en un ejercicio de mínimos los suscriptores deben poseer un sólido conocimiento técnico y mantenerse actualizados con las últimas tendencias en seguros y regulaciones.

No cabe duda de que son expertos en análisis y selección de riesgos, basándose en una variedad de factores, y poseen excelentes capacidades de investigación y clasificación.

Por supuesto, deben ser capaces de tomar decisiones informadas y justas, basadas en criterios objetivos, y de trabajar bajo presión en un entorno de ritmo rápido, así como ser excelentes comunicadores para transmitir las decisiones tomadas que, a veces, pueden ser sensibles.

Por lo tanto, para desempeñar esta función el suscriptor está llamado a contar con una serie de habilidades y competencias técnicas, analíticas, comunicativas y éticas, que le permitirán evaluar adecuadamente los riesgos y tomar decisiones que beneficien tanto a la compañía aseguradora como a los clientes.

Las nuevas tecnologías apoyan el trabajo diario del suscriptor. Según Vanesa Sánchez Conejero, “son necesarias para una suscripción más precisa”. Además, reducen los tiempos en este proceso, aumentando la satisfacción de los clientes.

Ángela Jiménez Escobar también tiene claras sus ventajas. “La automatización en el proceso de suscripción nos ha llevado a ser más ágiles en nuestro trabajo, mejorando la coherencia en la aceptación de riesgos”.

En MAPFRE, contribuimos a esta profesión de futuro —como confirmó el último foro de Davos— poniendo a disposición de nuestros profesionales herramientas y soluciones tecnológicas que promueven la agilidad y el trabajo en remoto, pensando al mismo tiempo en ofrecer al cliente un servicio eficiente desde el momento de la contratación del seguro.

Ya conoces el oficio de suscriptor de seguros. ¡Comparte, ahora, este empleo con tan buenas perspectivas!

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