Somos la empresa global pionera en Costa Rica

En 2008, Costa Rica acabó con el monopolio estatal de los seguros, siendo uno de los últimos países latinoamericanos y del mundo occidental en abrir la puerta al sector privado en este ámbito. La medida era uno de los requisitos para acceder al Tratado de Libre Comercio de Estados Unidos con Centroamérica y la República Dominicana, que había sido aprobado en referéndum por los costarricenses un año antes. En 2010, MAPFRE se convirtió en la primera compañía privada en operar en el país tras más de 80 años de exclusividad de la aseguradora estatal.

Los profesionales de MAPFRE que dirigieron en aquel momento la llegada a Costa Rica cuentan que la compañía tuvo un buen recibimiento tanto por parte de corredores y agentes de seguros como de las autoridades reguladoras y la comunidad empresarial, por la capacidad de innovación en productos y coberturas, la orientación al servicio y la competencia que podía aportar una empresa con la experiencia de MAPFRE, con un modelo de permanencia que ya había puesto en marcha en otros países de la región.

“En definitiva, durante estos 12 años hemos ido forjando los cimientos de la compañía que somos, transmitiendo los principios y valores de MAPFRE, reforzando las relaciones con los mediadores y consolidando la confianza de nuestros clientes en nosotros a través del trabajo constante de nuestros colaboradores. Nos espera un futuro de oportunidades para seguir creciendo y ofrecer una solución aseguradora innovadora, cercana y comprometida a la sociedad costarricense”, afirma al respecto David Ramos, CEO de MAPFRE en el país.

En la actualidad, MAPFRE es la cuarta aseguradora privada de Costa Rica, con una cuota del 3,5 % en el mercado más concentrado de Latinoamérica, en el que la aseguradora estatal controla el 65,6 % del volumen total. En el país centroamericano la penetración del seguro (relación de las primas con respecto al PIB) es aún baja, del 2,3 % según los últimos datos de MAPFRE Economics. Es una proporción por debajo de la media de Latinoamérica (3,1 %), una región ya de por sí poco asegurada.

Sin embargo, sus mayores niveles de renta sitúan a Costa Rica entre los países latinoamericanos con más gasto per cápita en seguros, con 282 dólares al año. El peso del negocio de vida, por su parte, es uno de los más bajos de Latinoamérica, con una relación entre las primas de este segmento y las totales de apenas el 14,9 %, menos de la mitad de la media en Latinoamérica, del 42,7 %. Estas cifras muestran que el mercado asegurador en Costa Rica aún está en desarrollo, pero estos factores, si se consideran junto a la pujanza económica del país, señalan un gran potencial de crecimiento y un horizonte de buenas perspectivas para el sector.

La economía costarricense gira en torno a dos ejes. El turismo y la agricultura (de bananas y otras frutas, principalmente) son dos actividades fundamentales, y se reparten por la costa y el resto de las zonas periféricas del país. Por otro lado, el Gran Área Metropolitana, que incluye a la capital, San José, y otras tres grandes localidades que la rodean, concentra buena parte de la economía restante del país. En San José y sus alrededores, situados en el valle central, vive la mitad de la población de este pequeño país de 5,1 millones de habitantes, y es donde se encuentran las tres oficinas de MAPFRE.

Presente en todos los ramos de seguros generales, MAPFRE da servicio a más de 220.000 particulares y unas 1.400 empresas, y tiene asegurados cerca de 20.000 vehículos. En MAPFRE Costa Rica trabajan 70 personas, además de los 150 proveedores que prestan sus servicios de asistencia médica, de autos y para el hogar. Junto a la red directa, distribuyen sus productos 45 agentes y 180 corredores, y varias entidades financieras y concesionarios, entre otros acuerdos alcanzados.

La huella de MAPFRE en Costa Rica está muy ligada a la innovación, con proyectos como la alianza con Koa Health, una empresa líder a nivel mundial en la atención psicológica online basada en la ciencia. Con un modelo de soluciones eficaces y asequibles para democratizar el acceso a la salud mental, Koa Health llegó a Costa Rica de la mano de MAPFRE, una unión que ahora aspira a extenderse desde allí al resto de Latinoamérica.

El impacto del Grupo en Costa Rica tiene su impronta más social gracias a Fundación MAPFRE. Entre sus actuaciones de mayor calado, ha trabajado con el Centro Nacional de Rehabilitación para la entrega de material médico de última generación que ayude a recuperarse a pacientes con secuelas por Covid-19 y con lesiones medulares. La Fundación también ha colaborado con la ONG costarricense Fundación DEHVI, enfocada en la infancia, para el seguimiento psico-educativo de niños de 0 a 5 años y el envío de paquetes alimenticios a sus familias, así como la promoción del aprendizaje desde el hogar, y el asesoramiento y entrega de material pedagógico a los padres para que puedan complementar su enseñanza.