SEGUROS| 28.06.2024
Seguros para eventos, ¡el espectáculo debe continuar!
Aunque se celebran durante todo el año, llega el verano y los conciertos o festivales, sobre todo al aire libre, se multiplican. Sean del tipo que sean, la seguridad siempre es clave y si ocurre un percance, la responsabilidad también debe estar garantizada. Los seguros de eventos están ahí para que el espectáculo continúe.
Festivales, encuentros deportivos, conciertos y todo tipo de actividades aumentan en el periodo estival y congregan a gran afluencia de asistentes en recintos de diversa índole: abiertos, cerrados o una combinación de ambos.
Seguro que tú ya tienes entrada para ver a tu grupo musical favorito o acudir a una producción teatral. Son ocasiones en las que nos volcamos en pasar un buen rato de ocio y disfrutar, por lo que una de las máximas preocupaciones de quienes lanzan estos eventos es que todo transcurra según lo planeado.
Nadie quiere tener imprevistos ese día. Por eso, detrás de la organización de este tipo de citas hay mayor complejidad de lo que pueda parecer y exige el control de múltiples factores: contratación de personal, equipos y proveedores, alquiler o gestión de espacios, control de asistencia, público o aforo, etc. Y cómo no, que los artistas se presenten a tiempo y en buenas condiciones de salud, o simplemente que haga buen tiempo.
Por eso, para que todo salga perfecto, no solamente es necesaria una buena planificación, sino también prestar atención a los riesgos potenciales que pueden acontecer.
Seguros para eventos
¿Cómo es posible estar preparado ante cualquier circunstancia? Suscribiendo las coberturas aseguradoras necesarias para dar respuesta a las situaciones adversas, que pueden afectar tanto a la organización como al público que asista al espectáculo.
No suele conocerse su papel —salvo que algo suceda—, pero las aseguradoras siempre están detrás del éxito de estas celebraciones, porque, a pesar de que la planificación sea exhaustiva, ningún evento está libre de verse impactado por un contratiempo que provoque verdaderos quebraderos de cabeza o importantes pérdidas económicas.
En función de la periodicidad de los eventos, se pueden suscribir pólizas anuales o temporales que abarquen únicamente el periodo de duración del espectáculo, su montaje y desmontaje, para que nada quede al azar.
Elegir la cobertura adecuada
¿Cuáles son las coberturas adecuadas? Los promotores están legalmente obligados a la contratación de seguros básicos, como el de responsabilidad civil para hacer frente a los daños que puedan sufrir las personas que acuden al evento. Imagínate que resbales en una escalera y te rompas el brazo, por culpa de una mancha de aceite. El seguro se hará cargo de indemnizarte.
Asimismo, como en estos encuentros suele haber un elevado número de personal, también es más que recomendable un seguro de accidentes o de incapacidad profesional por si algún miembro del equipo del artista tiene un traspiés.
Tampoco hay que olvidarse de la protección del material técnico necesario para el desarrollo del espectáculo e incluso de las instalaciones. Por lo tanto, es habitual incluir pólizas para proteger la propiedad, por si alguien rompe material o daña el recinto, o para los equipos que se utilizan, incluida la limusina que transporta al grupo de tus sueños.
Además, hay un importante grupo de coberturas relacionadas con la pérdida de beneficios, por ejemplo, en caso de:
- Cancelación: a veces, por causas ajenas a la organización, los eventos se posponen o se suspenden y hay que devolver el importe de las entradas.
- Incomparecencia: deportistas, artistas… pueden verse afectados por situaciones que les impidan asistir u ofrecer el espectáculo para el que estaban contratados, con el mismo resultado.
- Riesgos meteorológicos: el clima es cada vez más imprevisible, sobre todo en actos al aire libre. Tormentas, fuertes vientos u otros percances pueden afectar a la celebración.
- Violencia: desafortunadamente, en ocasiones estos eventos pueden verse afectados por tumultos, peleas multitudinarias e incluso ataques terroristas.
Como ves, detrás de cualquier espectáculo siempre hay un asegurador y un abanico de protecciones extenso para que todo salga perfecto o para estar cubiertos cuando ese no es el caso.
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