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SEGUROS | 20.01.2025

El Pool Español de Riesgos Medioambientales: el seguro medioambiental al alcance de todos

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Evitar el daño al medio ambiente es un elemento clave de sostenibilidad, pero no siempre es posible. Una vez más, el seguro ofrece protección a la hora de reparar estos incidentes e, incluso, desde antes de que ocurran mediante consejos para prevenir estos percances. Por si no lo sabes, el mercado español cuenta con un referente en la oferta de seguros medioambientales: el Pool Español de Riesgos Medioambientales (PERM), una institución diseñada por el propio sector asegurador para mejorar la capacidad de proteger estos riesgos. Te contamos su misión a lo largo de estas tres décadas.

Ha pasado largo tiempo, pero muchos recordamos todavía con estupor episodios como el hundimiento del petrolero Prestige (2002) o la rotura de la balsa de Aznalcóllar (1998), que provocaron cuantiosos daños naturales. Aunque se extremen todas las precauciones, la actividad humana -y muy especialmente la de naturaleza económica-, puede ocasionar eventos de este tipo.

La preocupación del seguro por estos sucesos siempre ha estado presente. En 1994, algunas entidades del sector asegurador unieron fuerzas y capacidades, y constituyeron el Pool Español de Riesgos Medioambientales (PERM). Desde entonces esta Agrupación de Interés Económico -formada por aseguradoras, reaseguradoras y el Consorcio de Compensación de Seguros- ofrece cobertura frente a los daños causados al medio natural.

Panorama legal

En España el aseguramiento medioambiental gira en torno a la Ley 26/2007, que incorpora a nuestro ordenamiento jurídico la Directiva 2004/35/CE, posteriormente desarrollada por el Real Decreto 2090/2008.

La norma regula la responsabilidad medioambiental de los operadores económicos, siguiendo los principios de “prevención de daños al medio natural” y “quien contamina, paga”. En concreto, insta a las empresas a llevar a cabo medidas que eviten daños ecológicos, así como a reparar y sufragar los costes de reparación cuando sean responsables de los mismos.

Determinadas actividades (como la gestión o el vertido de residuos, el tratamiento de aguas, así como aquellas relacionadas con materias peligrosas o con industrias extractivas, entre otras), deben contar con una garantía obligatoria para afianzar este cumplimiento. Entre las distintas herramientas, se incluye la posibilidad de contratar un seguro de responsabilidad medioambiental.

Su misión

El Pool Español de Riesgos Medioambientales lleva tres décadas liderando la suscripción del riesgo de que una empresa cause un daño puntual a los recursos naturales y, en consecuencia, que tenga que responder por ellos. En su función, diseña y gestiona para sus socios seguros específicos para hacer frente a las responsabilidades derivadas de la ley y su reglamento, y se hacen cargo de:

  • Las indemnizaciones por responsabilidad exigida por la autoridad
  • Los gastos de defensa del asegurado y las fianzas judiciales
  • El coste de las medidas de prevención del daño medioambiental

De manera complementaria, dentro del mismo contrato, ofrecen la cobertura de la responsabilidad civil por contaminación, destinada a indemnizar a terceros que hayan resultado dañados.

Otra de las prioridades del PERM es la prevención, realizando inspecciones de instalaciones industriales y numerosas recomendaciones de mejora de las medidas preventivas.  

La singularidad de estos daños

Según el estudio El seguro ambiental en España, elaborado por Estamos Seguros, entre 2010 y 2021 el PERM atendió 300 percances medioambientales.

Vertidos de sustancias, la contaminación de suelos y acuíferos, la emisión de humos o gases tóxicos… fueron algunos de los acontecimientos más cotidianos. Aunque la mitad de los percances de naturaleza medioambiental generaron daños de menos de 1.000 euros, el coste medio por reparar estos incidentes rondó los 30.000 euros, y hubo sucesos que llegaron a causar gastos incluso superiores a los 300.000 euros.

También es importante saber que el daño medioambiental no siempre aflora de manera inmediata. Una filtración en el suelo, por ejemplo, puede detectarse años más tarde, lo que añade complejidad a su aseguramiento. De hecho, legalmente el asegurado puede estar sujeto a responsabilidad hasta treinta años después de haber originado el perjuicio.

Finalmente, cabe señalar que suelen ser siniestros que habitualmente permanecen abiertos varios años, dado que su reparación requiere mucho tiempo y de un periodo de vigilancia y control para constatar que ha sido efectiva.

Compromiso del seguro

En resumen, el seguro está atento al fenómeno de la responsabilidad medioambiental y manifiesta su compromiso poniendo a disposición de empresas, instituciones y particulares las soluciones adecuadas para que cuenten con una protección financiera ante los daños causados al medio ambiente.

Hoy por hoy, como desde hace 30 años, el PERM -del que forman parte MAPFRE y MAPFRE RE-, sigue cumpliendo su misión de mejorar la capacidad de asunción de riesgos de aseguramiento medioambiental en España, al poner en común las capacidades de diferentes entidades y elaborar productos para cubrir estas amenazas, así como mantenerlos actualizados, evolucionando al compás de las necesidades de los clientes.

 

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