Seguro de crédito, un apoyo fundamental para el crecimiento de las pymes 

Durante el último año, con el agravamiento y duración de la crisis derivada de la pandemia de COVID-19, las pymes se han hecho cada vez más conscientes del riesgo que constituye el impago o la insolvencia de alguno de sus clientes. Productos como el seguro de crédito contribuyen a minimizarlo.

Las pequeñas y medianas empresas son uno de los motores para el desarrollo económico en España y Latinoamérica. Desde el inicio de la pandemia hemos visto cómo las pymes son las compañías que más han padecido sus efectos directos. En el caso de algunas economías, las ayudas públicas han contribuido a amortiguar su impacto pero aun así, existen muchos obstáculos que superar para que puedan volver a operar con normalidad y recuperar los niveles de actividad previos a la crisis.

En la gestión del riesgo comercial, hay muchas variables que pueden afectar a la capacidad de pago de las compañías. El análisis no solo debe realizarse con los nuevos clientes, sino que debe llevarse a cabo de forma continua con toda la cartera. Podemos conocer a nuestros socios comerciales, pero ninguno está exento de pasar un mal momento, sobre todo en el contexto actual.

El impago, un hecho recurrente en las ventas a crédito  

Toda operación comercial a crédito entraña riesgos. Sin embargo, por su tipología, las pymes se ven tradicionalmente más afectadas en caso de retrasos en el pago de sus facturas o de insolvencia de sus deudores. La cobertura de siniestros, pero sobre todo la prevención de los mismos, son las claves para asegurar la viabilidad del negocio ante posibles moras o impagos.

Una situación de impago impacta directamente en el balance de la pyme, con consecuencias que pueden ser diversas. Dependiendo de variables como la solvencia económica de la compañía o la cuantía del impago, podemos hablar desde pequeñas tensiones en el flujo de caja de la empresa, a la interrupción del negocio o incluso a su desaparición.

El seguro de crédito otorga un servicio integral de protección frente al riesgo comercial que incluye prevención de riesgos, gestión de recobro e indemnización en caso de que el anterior no llegue a producirse. La información es un activo de valor incalculable a la hora de entablar relaciones comerciales seguras. El conocimiento, tanto de los mercados en los que se opera como de los socios con los que se genera negocio, determina el éxito de las operaciones, más aún en un contexto de crisis global y volatilidad como el actual. 

A través de una monitorización constante de los riesgos de los mercados, de los sectores y de las empresas, el seguro de crédito guía a las empresas en sus decisiones comerciales, convirtiéndose en un socio que las acompaña a lo largo de todo el proceso de venta, un impulsor del crecimiento y expansión del negocio.

Un valor añadido y diferenciador

Innovar de forma constante para dar soluciones cada vez más valiosas y útiles se ha convertido en una obligación, un desafío para el seguro de crédito, que se adapta permanentemente para enriquecer y optimizar su oferta.

En este sentido, existen algunas claves que permiten aportar un auténtico valor añadido y diferenciador:

• Información, derivada del conocimiento de mercados, sectores y clientes, siempre en permanente actualización;

• Infraestructura, basada en una fuerte presencia local, en la proximidad a los riesgos;

• Servicio profesional e integral a lo largo de todo el proceso de venta y cobro de sus asegurados, y

• Productos cada vez más específicos y adaptados a las necesidades concretas de cada tipo de compañía.

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