SEGUROS | 29.01.2024
Seguro D&O: el paracaídas de administradores y directivos
En entornos económicos y regulatorios desafiantes, la toma de decisiones dentro de una empresa puede convertirse en una actividad de riesgo. El seguro de D&O puede proteger a administradores y directivos.
Por mala gestión en la toma de decisiones, por no cumplir con determinadas normativas, por impagos o incumplimiento de contratos, por demandas laborales en caso de vulneración de derechos fundamentales de los trabajadores, por competencia desleal, por violación de prácticas de mercado o espionaje industrial… las reclamaciones a responsables de empresas han sufrido un notable incremento, al compás de nuevas normas y exigencias que requieren más control y buen gobierno en las compañías.
En estos casos, directivos o administradores corren el riesgo de tener que responder a las demandas con su propio patrimonio, principalmente porque las leyes, como el Código Penal o la Ley de Sociedades de Capital, determinan su responsabilidad si causan daños a terceros, directa o indirectamente.
Seguros D&O
Para protegerse, cuentan con los seguros D&O (del inglés, Directors & Officers). Quizás no te suenen, pero te contamos lo que hay detrás de estas siglas.
De forma sencilla estas pólizas responden ante los perjuicios que puedan ocasionar en el ejercicio de sus funciones a socios o accionistas, clientes o proveedores, empleados, organismos oficiales, acreedores, liquidadores, competencia o terceras entidades afectadas de alguna manera por la actividad de la organización.
Es importante tener presente que este tipo de reclamaciones son imprevistas, se pueden dar durante la ocupación del cargo o después, y la responsabilidad puede extenderse a cónyuges y familiares directos (hijos, por ejemplo).
Orígenes
Los orígenes de estos seguros se encuentran en los mercados anglosajones, cuando la caída del mercado de valores de 1929 desencadenó la Gran Depresión. En Estados Unidos se aprobaron dos leyes que exigían a las empresas y a sus dirigentes más responsabilidad de cara a sus accionistas e inversores: la Ley de Valores (1933) y la Ley de Bolsa y Valores (1934).
Así, surgió la necesidad de asegurar el riesgo real de que los administradores pudieran ser demandados por mala gestión. La respuesta del seguro llegó a finales de la década de 1930, en Londres, marcando el inicio del seguro de D&O.
Hoy en día, con un marco jurídico cada vez más exigente y un sinfín de normativas que influyen en la toma de decisiones, el seguro D&O resulta ser para ellos un verdadero paracaídas.
Principales coberturas
En caso de reclamación, estos seguros asumen los costes de defensa del asegurado, que pueden ser cuantiosos: gastos judiciales, honorarios de letrados, así como la constitución de fianzas.
Asimismo, se hacen cargo de las indemnizaciones a que sean condenados por los tribunales como consecuencia de la realización de un acto incorrecto, ya sea por acción u omisión. También pueden hacer frente a los gastos de restitución de imagen y otros gastos de investigación en diligencias administrativas, entre otras coberturas.
Los seguros D&O protegen al directivo ante actuaciones negligentes, lo que de ninguna manera significa que puedan actuar de manera indebida, sin consecuencias. Si se demuestra en el juicio que actuó con dolo o mala fe, el seguro quedaría sin efecto.
Múltiples ventajas
Por norma general, se trata de pólizas flexibles, que pueden adaptarse a cualquier empresa o negocio. Su contratación es voluntaria y conlleva múltiples ventajas.
- Seguridad y confianza. El seguro D&O es una solución que ofrece una protección personal invaluable al ejecutivo, lo que le permite enfrentarse a los retos diarios con seguridad y confianza, al contar con el respaldo de una póliza que le garantiza tranquilidad en caso de error.
- Atracción y retención del talento. Su cobertura se convierte en una herramienta estratégica para atraer y retener talento ejecutivo de alto nivel. El hecho de que la empresa proporcione este seguro puede dar tranquilidad a candidatos y plantilla, al asegurar su balance.
- Buenas prácticas empresariales. Para inversores y accionistas, la presencia de seguros D&O brinda mayor confianza al invertir en la empresa, al garantizar una capa adicional de seguridad ante situaciones potenciales de litigio.
- Carácter preventivo. Como la reputación del directivo y de la compañía están íntimamente ligadas, sobre todo cuanto mayor es su cargo, puede ser una herramienta de prevención frente a los riesgos que pueden emerger en un proceso judicial y que la imagen de la compañía resulte dañada, llegando a afectar a su posicionamiento dentro del mercado.
Seguros a medida
Ahora ya conoces más sobre este seguro y sus beneficios en el entorno empresarial. Cada vez más entidades buscan cobertura para sus directivos, independientemente del tamaño. Si ese es tu caso, déjate asesorar por un especialista, con sobrada experiencia en estos riesgos y cobertura en todo el mundo, para encontrar la solución a tu medida.
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