SEGUROS | 23.06.2021
El rol del seguro en un escenario pos-covid
La pandemia mundial de COVID-19 está teniendo un impacto profundo en millones de personas, hogares, empresas y gobiernos. El mundo entero se ha visto obligado a modificar sus pautas de comportamiento como consecuencia del virus. Algunos de estos cambios resultarán efímeros, pero otros podrían ser duraderos.
¿Y cómo afectará este nuevo escenario a la industria del seguro? Este es el tema sobre el que han versado las jornadas internacionales que acaba de celebrar MAPFRE Global Risks, en las que más de 2.500 profesionales han debatido sobre el contexto actual de los grandes riesgos en este nuevo escenario.
En la misma línea, la Asociación de Ginebra acaba de presentar su informe “The Global Risk Landscape after COVID-19: What role for insurance?”, que ofrece un análisis del panorama de riesgos en el mundo pospandémico.
Según este think tank del sector asegurador, cuatro son los cambios más importantes a los que se enfrentan las compañías en los próximos años como consecuencia de los cambios introducidos por la pandemia: digitalización acelerada, crecimiento del papel del sector público, giro hacia la resiliencia y la sostenibilidad, y trabajo en remoto.
Digitalización
La pandemia ha acelerado y amplificado la digitalización a medida que los consumidores cambiaban rápidamente de lo presencial a lo virtual, aumentando exponencialmente las interacciones digitales en los ámbitos del trabajo, la educación, el consumo y el entretenimiento.
Sin embargo, una mayor dependencia de la tecnología ha provocado un aumento de los riesgos de ciberseguridad y ha incrementado un colapso de la infraestructura y las redes de TI en la lista de las principales preocupaciones de los expertos en riesgos corporativos.
Como explicaba Francisco Marco, presidente de MAPFRE Global Risks, en las jornadas mencionadas, “la pandemia ha aumentado exponencialmente la adopción de los canales digitales. Esto es muy atractivo para los ciberdelincuentes, que se dirigen específicamente a los usuarios menos acostumbrados al uso frecuente de la tecnología. Los ciberriesgos son un caso específico en el que la indemnización difícilmente podrá subsanar el daño sufrido”.
Mayor papel del sector público
Los gobiernos han asumido un papel primordial sin precedentes durante la crisis del COVID-19. El espectro de intervenciones varía desde préstamos de emergencia e incluso garantías a empresas, a las inyecciones de capital a empresas privadas y ciudadanos. Como resultado, el endeudamiento público se ha elevado también de forma considerable. La OCDE estima que la relación deuda / PIB alcance su nivel más alto en al menos 40 o 50 años.
En algún momento, sin embargo, la deuda pública deberá volver a niveles sostenibles. Esto requerirá previsiblemente impuestos más altos, medidas de austeridad o políticas gubernamentales diseñadas para mantener las tasas de interés a niveles ultrabajos para minimizar el costo de la deuda. Tales políticas, se concluye en el informe de la Asociación de Ginebra, “equivalen a un impuesto invisible sobre los ahorradores y podrían socavar la sostenibilidad de los sistemas de pensiones y la relevancia de los productos de ahorro basados en seguros de vida”.
Foco en la sostenibilidad
Muchos gobiernos están comprometidos con “Reconstruir mejor”, es decir aprovechar los estímulos a la recuperación para promover la resiliencia y la sostenibilidad. La OCDE sugiere que los gobiernos alineen sus objetivos de recuperación con objetivos de reducción de emisiones de carbono, mejoras en las cadenas de suministro e inversión en energías renovable.
Destaca igualmente la creciente importancia del bienestar, la inclusión y la accesibilidad en las decisiones relacionados con la asignación de fondos. Las aseguradoras pueden contribuir significativamente para lograr estos objetivos, no solo como importantes inversores institucionales, sino también a través de la “suscripción de impacto” a través de la suscripción de riesgos de energías renovables, movilidad alternativa y estilos de vida más sostenibles.
Trabajo en remoto
Un número creciente de empresas están explorando cambios en relación al trabajo a distancia que pueden desempeñar sus empleados. Este cambio tiene implicaciones para las exposiciones al riesgo de las compañías. Un área destacada en este sentido es, de nuevo, el seguro cibernético, que está ganando en importancia a medida que empresas y sus redes dispersas que operan en sistemas domésticos se vuelven más vulnerables a los ataques.
De cara al futuro, las empresas que el teletrabajo pueden tener menos exposición a daños a la propiedad, pero como ha puesto de relieve la pandemia, es necesario prestar más atención a las pérdidas por interrupción del negocio.
Como expone Kai-Uwe Schanz, Jefe de Investigación y Prospectiva de la Asociación de Ginebra y autor del informe: “Las oportunidades abundan para las aseguradoras en el mundo pospandémico. La concienciación individual y empresarial de los riesgos para la vida, la salud, y los ingresos ha alcanzado nuevas cotas. De manera más general, a nivel social, la transición hacia la sostenibilidad facilitará a las aseguradoras la transmisión de su propósito social: construir resiliencia y promover el desarrollo sostenible. Al mismo tiempo, las expectativas de han aumentado respecto del papel del seguro. Después de la pandemia, las aseguradoras deben intensificar su actuación en términos de reducir las muchas brechas de protección expuestas por el COVID-19 “.