SEGUROS| 18.10.2021
¿Cuáles son los países europeos que más gastan en seguros por habitante cada año?
Asegurar el coche, la casa o contratar una póliza de salud es algo habitual en los países desarrollados, pero no en todos se destina una cantidad similar a la compra de seguros. De hecho, la diferencia es considerable en función del país en el que se viva, evidentemente, por las diferencias económicas, pero también por la cultura aseguradora existente en cada zona.
Curiosamente, Reino Unido, con un hondo arraigo del sector asegurador y capital de esta industria, no es el país europeo en el que el gasto en seguros es más elevado. Los Países Bajos, con una cifra de alrededor de 5.022 dólares por habitante y año es el país europeo en el que el gasto en seguros es más elevado, según el informe “El mercado español de seguros en 2020” de MAPFRE Economics. A continuación, ya sí, se sitúa Reino Unido, en el que la inversión en seguros por habitante y año asciende a más de 4.500 dólares y es en este país en el que el peso de la industria aseguradora en la economía nacional es más importante. Las primas de seguros en el Reino Unido representan el 11,1% de su Producto Interior Bruto (PIB), una cifra que en el caso de los Países Bajos, pese a gastar más por habitante, se sitúa en el 9,6%.
¿Cuál es el tercer país europeo con mayor gasto per cápita en seguros? Francia. Pero la distancia con el segundo, con Reino Unido, se agranda. Cada francés gasta en seguros alrededor de 3.300 dólares al año, una cifra no muy lejana de los 3.108 dólares por habitante y año que gastan los alemanes. Y a partir de aquí, en el resto de países europeos el gasto ya es inferior a los 3.000 dólares. El cuarto puesto lo ocupa Italia, con casi 2.700 dólares anuales y a continuación España, con cerca de 1.400 dólares por habitante. Ambos países mediterráneos están muy lejos del gasto en seguros de sus vecinos del Norte.
Si extendemos ese foco y buscamos cuál es el país del mundo en el que la inversión en seguros por habitante es mayor debemos trasladarnos a Hong Kong, donde cada persona invierte 9.746 dólares al año. Lógicamente es también el país en el que el peso de las primas sobre el Producto Interior Bruto (PIB) del país es mayor, pues representa el 20,8% de la riqueza nacional. A distancia se sitúa en Estados Unidos, con 7.673 dólares por persona y un peso de esta industria en el PIB del 12%. Taiwán es otro de los países en los que tanto el gasto por habitante (4.800 dólares) como el peso en la economía (17,4%) refleja la importancia y el peso del sector asegurador.
La lectura de estas cifras pone en evidencia que todavía hay mercados con una alta capacidad de crecimiento. El español, en el que la industria aseguradora supone el 5,2% del Producto Interior Bruto (PIB), sería un claro ejemplo de ese potencial.
El año pasado, las primas del mercado asegurador en España ascendieron a casi 59.000 millones de euros, un 8,2% menos que en el ejercicio anterior. Pero, ¿es ese el nivel óptimo de este mercado? La respuesta es clara: No. La explicación está en lo que se conoce como “Brecha de Protección del Seguro”, un concepto que mide la diferencia entre el nivel de aseguramiento existente y el que realmente sería deseable desde el punto de vista social y económico. Según este indicador, España tiene un potencial de crecimiento de más de 31.000 millones de euros, ya que el nivel óptimo y potencial del mercado español se sitúa en 90.000 millones de euros, según MAPFRE Economics.
No obstante, en el último año esa brecha se ha cerrado, aunque sólo haya sido 2.000 millones de euros. Una cifra nada despreciable, sobre todo, teniendo en cuenta que 2020 ha sido un ejercicio en el que la situación generada por la pandemia ha provocado una crisis económica mundial que, lógicamente, ha tenido repercusión en el mercado asegurador
Crecimiento económico y nuevos riesgos -algunos conocidos y otros que están despegando- pueden ser el ariete que ayude a cerrar esa brecha si se consigue un crecimiento anual promedio del sector del 4,3% en la próxima década. Un reto y una oportunidad no sólo para el sector asegurador español sino también para la sociedad en general, que estará mejor protegida, y para la economía nacional.