SEGUROS| 29.06.2021
Los ejes que moverán al sector asegurador tras la pandemia
Según este análisis, la pandemia ha provocado “un cambio drástico de todo lo que se presumía inamovible e inalterable”, haciendo que se reorganicen los valores de la sociedad en tres dimensiones: personal, social y sectorial.
En el primer ámbito, indica el estudio, el individuo se ha vuelto flexible, ha buscado nuevas vías de relación, utilizando el canal digital como elemento de unión con los demás, ha adquirido visión colectiva y valora más lo intangible (la vida en sí misma).
A escala social, se está necesitando -fruto de las restricciones y todo lo sucedido desde el inicio de la Covid-19- elementos que aporten libertad, entidades que muestren estabilidad y la propia persona se ha hecho más empática ante problemas que afectan a nivel global.
Según el informe, la pandemia ha provocado una redefinición del rol del sector asegurador, que tiene un papel clave dentro de la sociedad, y del que se espera: mayor cercanía, implicación y transparencia para generar confianza.
Estos conceptos, en los que MAPFRE viene años trabajando, significan respectivamente, según el estudio, pensar en las personas, fomentando al máximo la relación con ellas; un vínculo evidente, que se comprenda sin ambigüedad, y un compromiso e interés en participar con los clientes.
8 tendencias clave
- Hola incertidumbre. Adiós tranquilidad: La necesidad de reducir la incertidumbre y generar confianza conllevará un mayor esfuerzo en comunicación, innovación en productos y coberturas, y revisión y refuerzo del trato humano.
- Búsqueda de nuevos protectores: La confusión y el sufrimiento social, económico y sanitario exige, más que nunca, ser eficaces, transparentes y saber demostrarlo. Esto puede suponer para el seguro la mejora de la atención al cliente, el refuerzo de actividades con vocación social y el impulso de iniciativas de sostenibilidad.
- Revalorización de lo humano: Este viaje que persigue volver a poner en el centro a las personas puede suponer para el sector nuevas oportunidades en la percepción del valor de los seguros de vida, salud y decesos; políticas laborales que sitúan al trabajador en el centro, y desarrollos tecnológicos orientados a mayores y personas con necesidades especiales.
- Solidaridad colectiva: Dar visibilidad a acciones de este tipo será importante y podrá conducir a un mayor diálogo con el cliente sobre sus inquietudes y una contribución del sector a la reconstrucción del tejido social.
- Aceleración digital que, en el caso del seguro, acompaña a todo el proceso, desde la contratación hasta la prestación del servicio.
- Tecnología para libertad: Los seguros deben facilitar la vida cotidiana de las personas y aportar flexibilidad, personalizándose y adaptándose, mediante una tecnología omnicanal.
- Revolución “Phygital” (concepto, en inglés que une lo físico y lo digital): Es más valorada por el usuario, así que los seguros podrán sumarse a esta tecnología para ser más accesibles y transparentes, sofisticando, personalizando y humanizando el trato en el proceso de contratación. El asesoramiento jugará un papel fundamental.
- Sociedad hiperconectada: Forma parte del día a día de las personas y renueva la comunicación del sector, abriendo nuevas vías de conexión con el cliente, y potenciando el rol del asesor y del gestor de siniestros.
El seguro, red de seguridad
Según el estudio, la razón de ser del sector asegurador como garante de la mejora de la sociedad se ha impulsado, no solo por temas de responsabilidad corporativa, sino formando parte de la reconstrucción social necesaria tras el impacto de la Covid-19.
En suma, la implicación para erigirse como figura protectora, la revalorización de lo humano, la solidaridad o la digitalización del negocio son algunas de las pautas que el seguro puede seguir para fortalecerse y ejercer mejor, en un momento crucial, su papel clave en la sociedad.