ACTUALIDAD| 08.03.2021
El liderazgo femenino que logró cambiar la hora
Cuenta Rebeca Grynspan que, cuando asumió la vicepresidencia de Costa Rica, los Consejos de Ministros empezaban a las 7 de la mañana. -Siempre llegaría tarde, porque antes tendría que llevar a sus hijos al colegio. Así fue hasta que un día algunos compañeros dijeron: Nosotros queremos lo mismo. Y se cambió la hora.
Rebeca Grynspan, Secretaria General Iberoamericana, ex secretaria general adjunta de Naciones Unidas, y ex vicepresidenta de Costa Rica; Soraya Sáenz de Santamaría, Socia de CUATRECASAS, consejera de Estado, ex vicepresidenta del Gobierno de España, y Trinidad Jiménez, directora de Estrategia Global de Asuntos Públicos en Telefónica, ex ministra de Asuntos Exteriores, y de Sanidad y Asuntos Sociales, compartieron reflexiones, temores y anécdotas durante la cuarta edición de Conversaciones para el Liderazgo, moderadas por Antonio Huertas, presidente de MAPFRE.
En vísperas del Día de la Mujer, abordaron sin reservas su papel en el ámbito de la toma de decisiones públicas, en una iniciativa interna impulsada por la Red de Liderazgo Femenino de MAPFRE en España. El encuentro, marcado por la situación que la pandemia está provocando en el mundo, profundizando multitud de brechas como la de género, motivó un enriquecedor intercambio de los cuatro sobre talento, medidas para fomentar la diversidad y reducir la discriminación, roles, cualidades para el liderazgo y recuerdos.
La lucha de otras mujeres, iconos como Golda Meier o Simone de Beauvoir, la sensación compartida, cuando los cuatro empezaban sus carreras, de que “no había que ponerse límites”. Y, ahora que han pasado los años y han alcanzado cada uno de ellos un elevado nivel de responsabilidad, “comprometerse para que todas puedan llegar”.
Caminos
Antonio Huertas, presidente de MAPFRE, recordó la importancia de aprovechar el talento femenino, hasta que la brecha desaparezca y solo se hable de talento sin apelativos. MAPFRE lleva años comprometiéndose con la igualdad y ha cumplido el objetivo de elevar por encima del 40% los puestos de responsabilidad ocupados por mujeres.
“Todos nos hemos fijado en alguien. Ahora vosotras sois modelos ejemplares, ¿cómo veis que este debate pueda ayudar a otras personas?”, preguntó.
Rebeca Grynspan: “Repasando la vida hacia atrás, comprendo que yo misma internalicé roles de género. (…) Me hice feminista para que llegáramos todas”.
Soraya Sáenz de Santamaría: “He tenido más conciencia de brecha con los años que al principio. A medida que vas cumpliendo años, ves que la discriminación está arraigada. Nos ponemos barreras y límites, interiorizamos que no llegamos”.
Trinidad Jiménez: “Cuando me preguntan por qué entré en política fue porque quería participar. Mi madre con 43 años decidió ir a la Universidad, tenía 8 hijos. Preparó oposiciones embarazada del noveno. ¿Cómo iba yo a ponerme freno?”.
Tópicos
También hablaron de ambición y explicaron que persiste la idea de que ese deseo intenso y legítimo de conseguir algo difícil de lograr, tan legítimo en el desarrollo profesional y necesario para romper moldes, está mal visto si lo alberga una mujer. “El poder en manos de una mujer está peor visto”, dijo Grynspan. Y Saénz de Santamaría abundó: Si queremos mandar se nos percibe como autoritarias. Pero la ambición es un aspecto muy positivo en el ejercicio del liderazgo.
“Si no te venden [apoyan], estás perdida. Tenemos menos tiempo para hacer networking. Crecer en determinados puestos está muy ligado a la relación social”, agregó Jiménez.
Preguntadas por Antonio Huertas, coincidieron en derribar el tópico de que siendo mujer sea mejor tener jefa. En sus carreras, han experimentado de todo. Hombres que han creído en ellas y las han promocionado, mujeres que se sentían “obligadas a adoptar roles muy masculinos, porque el entorno lo exigía”, buenos jefes con más auctoritas que potestas…
Coincidieron en muchos puntos: La soledad del líder, el sufrimiento y responsabilidad que acarrean puestos como los que han tenido y tienen, la importancia de “ayudar a equilibrar determinadas diferencias” dentro de los equipos, la creciente apuesta por la conciliación de la vida familiar y profesional, y el indudable valor de la colaboración público-privada.
La vida no puede ser solo trabajo, esgrimen. Por eso es tan importante favorecer horarios de desconexión, facilitar que haya escuelas infantiles y el cambio cultural. Un reto para poderes públicos y empresa, porque las nuevas generaciones tienen otra mentalidad y ahora eligen -quienes pueden- flexibilidad, llegar al baño de sus hijos y adquirir experiencias fuera de la oficina.
Datos
Antonio Huertas se apoyó en la obstinada realidad de los datos, a pesar de que en pandemia se ha advertido que “los países que han ejecutado las medidas más eficaces están gobernados por mujeres”. El 90% de los Jefes de Estado y de Gobierno son hombres, al igual que el 76% de los parlamentarios en el mundo, según datos de la Organización de Naciones Unidas. El 33% de las mujeres que estaban trabajando antes de la irrupción de la Covid-19 no regresarán a la fuerza laboral.
“Me importa el momento post-pandemia. Se ha replegado todo, el mero hecho de no viajar… El freno en las relaciones nos ha hecho retroceder mucho. África es un territorio donde los europeos tenemos una responsabilidad tremenda; Iberoamérica es nuestro pasado y nuestro futuro común”, reflexionó Sáenz de Santamaría.
Rebeca Grynspan: Cuando hay diversidad enriqueces la toma de decisiones. En términos de estrategia creo en la igualdad. No querría una empresa únicamente formada de mujeres.
Soraya Sáenz de Santamaría: Cuando vice presidía el gobierno recuerdo que las alianzas se iban creando y no era por género. Es cierto que si tienes que gestionar una crisis pesa en la mochila tu propia solvencia. Muchas mujeres han llegado después de aguantar mucho.
Trinidad Jiménez: Afortunadamente las sociedades somos muy permeables, y el compromiso empresarial es muy social. Cuando se valoran los resultados financieros ahora se empiezan a tener en cuenta otros elementos, como el compromiso social, el apoyo a la diversidad. Esto que hacemos hoy es el mejor ejemplo de esa reflexión y de la colaboración público-privada para conseguir una sociedad más igualitaria.
Reequilibrio
El último bloque del encuentro entró de lleno en la importancia de reequilibrar la balanza, con instrumentos como la formación, saber cambiar de opinión cuando la situación empeora introduciendo cuotas de paridad, temporalmente hasta que se cierre la brecha, y prestando atención a los indicadores, como el específico de género que lanza ClosinGap, el clúster de referencia para impulsar la transformación y en el que participa MAPFRE.
Trinidad Jiménez: La política ha merecido la pena. Me siento enormemente privilegiada. A veces oigo hablar con desprecio de la vida pública, pero en general es realmente maravillosa.
Antonio Huertas: La política debe contribuir al progreso.
Soraya Sáenz de Santamaría: Deberíamos volver a una política más reflexiva, de debate y de acuerdos, que se traduzca en mejoras del bien común
Rebeca Grynspan: Es un tesoro que la vida nos permitió. Esa capacidad de saber que puedes cambiar la vida para bien es una fuerza muy potente. Me ha hecho revalorizar muchas cosas, la humildad, el trabajo y la honestidad.