INNOVACIÓN| 05.04.2022
Las insurtechs en Latinoamérica empiezan a mover montañas
Brasil, México, Argentina y Chile encabezan el listado de países con mayor número de empresas insurtech. La inversión por parte del capital riesgo y las alianzas con compañías aseguradoras son las señas de identidad de este ecosistema en Latinoamérica.
Más de 350 empresas con base tecnológica operan en LATAM. Entre nuevos modelos de negocio, distribución digital y habilitadores, este sector se está haciendo un hueco en los seguros con un espíritu altamente colaborativo.
Algo se mueve en Latinoamérica. Azotada con fuerza por la pandemia, las muestras de resiliencia social y de desarrollo e innovación digital han sido destacadas por distintos expertos como virtudes para la supervivencia y el avance de sus más de 600 millones de habitantes.
De hecho, la agricultura y los servicios financieros –dos pilares históricos de la economía LATAM– viven una auténtica metamorfosis tecnológica vinculada a cambios en la regulación y en las formas de consumo, según el informe Transformación Digital en América Latina 2021, realizado por Atlantico, organización dependiente de Canary, uno de los fondos de capital semilla más importante de esta región. Un dato: el 40 % del capital riesgo invertido en 2020 fue a parar a empresas y startups vinculadas con los servicios financieros que emplean innovación y soluciones tecnológicas, tal y como indica el último reporte de la LAVCA (Asociación para la Inversión de Capital Privado en América Latina). En 2021, las inversiones en startups se han disparado y las empresas tecnológicos lograron atraer más de 15.000 millones de dólares.
México, Brasil y Colombia, con casi 300 millones de usuarios de internet, aparecen como los tres países donde mejor funcionan los ecosistemas digitales. Los dos primeros representan más de la mitad de la población de la región y casi el 50 % del PIB de América Latina, donde las empresas unicornio (compañías emergentes que han alcanzado un valor de mil millones de dólares) se duplicaron tanto en número como en valor total.
Insurtech, la próxima frontera
En este escenario, la fuerte irrupción del concepto insurtech es innegable. El uso y aplicación de la tecnología, tanto por las empresas de larga trayectoria como por las emergentes, está trastocando paradigmas del sector de los seguros. No hace mucho, una encuesta de Capgemini y Efma destacaba que el 50 % de los clientes estaría dispuesto a firmar una póliza con una insurtech o una gran empresa tecnológica.
Según el estudio LATAM Insurtech Journey, en la región latinoamericana funcionan 352 insurtechs, la mayoría con sede en Brasil (129), México (82), Argentina (71) y Chile (41). La consultora especializada en innovación y transformación Digital Insurance Latam, responsable del informe, asegura que este ecosistema asegurador “crece un 25 % anual. Entre 2019 y 2020, el monto total de inversión aumentó un 77 % y en 2021, al mes de junio, la inversión superó los 125 millones de dólares.
Colaboración con grandes aseguradoras
El perfil del emprendimiento insurtech en América Latina, tal y como reconoce esta consultora, se divide en tres enfoques: El 12 % crea nuevos negocios, el 42 % se dedica a la distribución digital de seguros y el 46 % son habilitadores que colaboran con otras aseguradoras o intermediarios. Es importante definir cómo es la cultura del seguro en esta área. Martín Ferrari, cofundador y CEO de 123Seguros lo explicaba así recientemente: “La población tiene el foco puesto en el gasto, impulsar la cultura de prevención y el seguro es una maratón donde la estrategia de distribución es la clave para lograr dicha inclusión causando el menor impacto en la economía del asegurado (…) Es por eso, que para acercar la póliza de seguro y cubrir la brecha de protección, es necesario que las insurtechs seamos capaces de integrarnos en las plataformas y aplicaciones que el usuario ya tiene integrada a su vida diaria”.
Esta apuesta más por la inclusión tecnológica que por la disrupción avanza paralelamente a la digitalización de los procesos y la mejor experiencia del usuario. Es aquí donde funcionaría la colaboración entre empresas emergentes y aseguradoras consolidadas.
Hay ejemplos que muestran las virtudes de este enfoque colaborativo. A mediados del mes de enero se conoció que la insurtech mexicana Kinsu recaudó 700.000 dólares en una ronda pre-semilla liderada por Mundi Ventures para desarrollar una plataforma móvil de contratación y gestión de seguros formada por una nueva generación de vendedores de seguros. “La mayoría de los mexicanos no está asegurado, aunque ya existen productos de seguros para diferentes segmentos de la población y hay suficiente poder adquisitivo. El 70 % de los automóviles no tiene seguro y representa el producto de seguro más popular. Estos números son sorprendentemente altos debido a problemas culturales relacionados con la prevención y la confianza”, explicó Agostina Luzzi, cofundadora de la startup, que está siendo validada por Qualitas y MAPFRE.
Otra muestra del poder de las alianzas es la iniciativa puesta en marcha recientemente por la insurtech chilena Betterfly y la aseguradora Chubb, compañía presente en 54 países y que cotiza en bolsa. Fundada hace poco más de cuatro años, la joven empresa chilena ofrece una plataforma digital de beneficios a empresas colaboradoras y recompensa a sus asegurados con una mayor cobertura sin costo dependiendo de la actividad saludable que realicen. La idea es que las dos salgan ganando: la startup podrá aumentar su cartera, pretende asegurar a 100 millones de personas en 2025, y la multinacional buscará ofrecer el catálogo de su productos a la persona indicada y en el momento indicado con ayuda de la capacidad tecnológica y el diseño de la experiencia del usuario de Betterfly.
El informe de Digital Insurance Latam especifica por países cómo es la realidad insurtech. En Argentina el ecosistema “es altamente colaborativo” y más de la mitad de estas empresas están dedicadas a dar servicios a las aseguradoras. Algo parecido pasa en Colombia, donde el crecimiento de servicios a compañías de seguros e intermediarios ha pasado del 17 % al 42 %. En Brasil y México, las insurtechs están más centradas en abrir nuevos modelos de negocio que compitan directamente con las aseguradoras tradicionales.
Modelo de emprendimiento
Entre estos nuevos modelos de negocio, el 37 % serían neo-insurers que proponen soluciones innovadoras en un marco regulado, el 17 % están desarrollando fórmulas de embedded insurance, seguros integrados y personalizados que aportan flexibilidad y reducción de costes en la comercialización y que suelen estar incorporados al proceso de compra electrónica que hace un usuario. Estaríamos hablando de coberturas y protecciones que se incluyen con un producto, desde una entrada a un concierto a un viaje. Y luego hay un 15 % de insurtechs que apuestan por el modelo de wallets, tendencia donde las insurtechs son intermediarias.
En mayo de 2021, la startup brasileña 180° Seguros, nacida solo un año antes, recaudó 8 millones de dólares en una de las mayores rondas de financiación inicial lograda por una insurtech en América del Sur. Su estrategia se centra en la tecnología y la asociación. En colaboración con 17 compañías aseguradoras, no solo desarrolla códigos de programación que integran sistemas de diferentes empresas para conectar a sus clientes con ellos, también brinda a sus socios una solución para vender productos de seguros y asistencia personalizados. En su manifiesto de presentación lo explican con cuatro palabras: “Nada se construye solo”.
Y en diciembre del mismo año se supo que Miituo, un emblema del emprendimiento mexicano en insurtech, levantó 10 millones de dólares en dos lotes de una ronda de financiación, consolidando así su poderío en el ecosistema insurtech del gigante americano. Su secreto es el modelo, un seguro de automóvil de pago por kilómetro donde el pago es 100 % variable, sin prima mínima y sin necesidad de instalar ningún dispositivo en el automóvil o el Smartphone. Creada hace un lustro, su cartera agrupa más de 40.000 pólizas.
Según el estudio Panorama Insurtech en México, de la compañía multinacional Endeavor, promotora del emprendimiento de alto impacto, la mayoría de startups que mediante la tecnología aportan valor a la cadena productiva de la industria de seguros están enfocadas en el seguro de coche, seguidos de los relacionados con gastos médicos y prevención y conservación de la salud. La edad promedio de los clientes de la insurtechs en México es de 31 años.
Encaje de piezas
En el Insurtech Latam Forum 2021, tercera edición de un encuentro que une innovación y seguros, el CEO de Leverbox, insurtech argentina de digitalización de procesos con enfoque en los siniestros, expresó una idea en la que coinciden muchos de los emprendedores del sector: “Hoy, un asegurado compra una póliza en dos clics y cuando le ocurre un siniestro quiere también resolverlo en dos clics. Si vendemos una póliza de forma digital y luego la atención del siniestro es de forma tradicional, la experiencia va a ser negativa”.
Aunque el sector de las insurtech solo ocupa el 2 % del mercado de los seguro a escala global, su expansión provoca importantes movimientos. Según un reciente estudio de la empresa de investigación de mercados Valuates Reports, el mercado mundial de insurtechs alcanzará un valor de casi 12.000 millones de dólares en menos de cinco años. Su ritmo de crecimiento es del 34, 4 %.
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