INNOVACIÓN| 26.09.2022
Home-spitals, la salud se traslada al hogar
Ya hemos mencionado anteriormente el gran impulso que ha vivido la telemedicina desde la declaración de pandemia global por coronavirus.
Así lo corroboran los datos; en febrero de 2021, el uso de los servicios médicos remotos –que alcanzó su pico en abril de 2020 mientras estábamos confinados en gran parte de Europa– era 38 veces superior a los niveles prepandemia, lo que confirmaba ocho meses de relativa estabilización. Así pues, parece que la telemedicina ha venido para quedarse y, por tanto, una parte importante de la atención primaria se está trasladando de los centros médicos a los hogares. De hecho, algunos estudios estiman que en 2025 el gasto en atención domiciliaria representará el 25 % del presupuesto total de salud.
Esta tendencia en salud no es nueva, en 2016 el Foro Económico Mundial ya acuñó el término home-spital, que MAPFRE recoge como una de las grandes tendencias del futuro de la salud en su point of view: La salud que viene: Cinco tendencias que marcan el futuro del sector, que presentó en un encuentro en Barcelona en el marco del Mobile World Congress. Los factores que están impulsando este movimiento son diversos, pero indiscutibles. En primer lugar, tenemos que mencionar la saturación que viven los sistemas de salud públicos, y la lentitud con la que las infraestructuras se adaptan al crecimiento de la población en zonas urbanas. En segundo lugar, el envejecimiento de la población: en los países ricos de Europa, el porcentaje de población de más de 80 años se va a doblar de aquí a 2050. En tercer lugar, la necesidad de los prestadores de salud públicos y privados, incluyendo las aseguradoras, de aliviar los costes operativos para acomodar los precios de los nuevos tratamientos. Y, por último, pero por encima de todos los anteriores, la importancia de devolver a la atención sanitaria el trato humano, cercano y de calidad que las tensiones en el sistema han deteriorado en los últimos años.
“Es difícil sustituir la atención presencial con una atención remota. Pero el Covid-19 lo cambió todo. Hubo muchos héroes en el sector sanitario, tanto lo que estuvieron en los centros médicos todos los días y todas las noches como aquéllos que, incluso estando confinados, apoyaron a la sociedad a través de la plataforma de telemedicina de MAPFRE, Savia. El 60% de los usuarios de Savia durante el confinamiento vivía su primera experiencia con la telemedicina”, asegura Pedro Díaz Yuste, director general de la compañía.
Los retos del servicio
Pero esta descentralización de la atención sanitaria tampoco está exenta de retos. Por un lado, los proveedores de servicios de salud, como las aseguradoras, debemos velar por el correcto cumplimiento de los tratamientos, por lo que es de vital importancia establecer soluciones de control respetuosas con la intimidad de los pacientes. Este desafío puede dar lugar a nuevos modelos de negocio en los que se incentive de forma proactiva la buena praxis de los pacientes.
Por otro lado, los retos logísticos que suponen el suministro de medicamentos, la cesión de equipamiento médico y las visitas presenciales a domicilio no pueden ser infravalorados. La descentralización del sistema de salud no solo significa conectar a médicos y pacientes de forma remota; este nuevo modelo abarca todos los aspectos de la cadena de valor. Hoy en día ya encontramos diferentes fórmulas de diagnóstico remoto, con aplicaciones que van de la medicina general hasta dolencias sofisticadas.
Además, ligado a la telemedicina, encontramos nuevas formas de terapia digital, que han demostrado ser capaces de aumentar la calidad del servicio y, al mismo tiempo, contribuir a aliviar la escasez de recursos. Existen nuevas soluciones de “salud autoservicio” como Koa Health, startup española de salud mental digital que utiliza la inteligencia artificial para ofrecer programas personalizados que el usuario realiza por su cuenta y a su ritmo. En este caso el médico queda relegado a un segundo plano, monitorizando la evolución de los indicadores y permaneciendo atento a posibles señales de alerta que requieran de su intervención. Y, por último, encontramos infinidad de soluciones de monitorización de pacientes, como Donisi, una empresa de tecnología médica que proporciona una monitorización médica a domicilio de múltiples parámetros cardiopulmonares simultáneamente, lo que ayuda a optimizar la continuidad de la atención a los pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva y otras enfermedades crónicas.
Otro gran ejemplo es Acurable, una startup dedicada a los dispositivos médicos. Sus productos AcuPebble están basados en innovadores sensores acústicos capaces de percibir constantemente las bioseñales ricas en información de los pacientes. Esta startup ha creado el primer dispositivo médico que obtiene el marcado CE para el diagnóstico automatizado de la Apnea Obstructiva del Sueño.
En MAPFRE contamos con Savia, la plataforma de servicios de salud digital que, a diferencia de los seguros, funciona con la modalidad de pago por uso. Con casi 4 años en el mercado español, cuenta con más de 420.000 usuarios registrados, superando los 100.000 clientes y la cifra de cinco millones de visitas en el último año. Esta plataforma ofrece un amplio catálogo de servicios y un cuadro médico formado por más de 30.000 profesionales que dan acceso a 42 especialidades. Los usuarios de Savia pueden realizar consultas médicas de forma ágil y sencilla, incluso desde el teléfono móvil, adquirir los productos y servicios online y elegir entre distintas modalidades de pago: por servicio contratado o mediante planes de suscripción. Además, Savia ofrece la posibilidad de suscribir un plan personalizado para empresas.
¿Llegará por fin el verdadero valor del IoT?
Donisi y Acurable son dos ejemplos de dispositivos médicos de nueva generación, que monitorizan constantes vitales y biomarcadores de una forma radicalmente distinta a cómo se hacía hasta ahora. Parece que el IoT, el internet de las cosas, está encontrando un océano de valor en el ámbito del cuidado en casa.
Otro ejemplo disruptivo es Aerial, que se distingue de otras soluciones en que es capaz de monitorizar el bienestar de las personas mayores sin necesidad de que lleven un wearable o dispositivos portátiles que les hacen sentir controlados y dependientes, sino que únicamente utiliza la red wifi y sus ondas. Por eso es una solución no invasiva, lo que permite mejorar su adherencia y no alterar el entorno habitual del usuario.
¿Qué esperan los expertos para 2030?
Un artículo para el Foro Económico Mundial escrito por la Dra. Melanie Walker, copresidenta del Consejo del Futuro de la Neurotecnología y las Ciencias del Cerebro y profesora de Neurología y Cirugía Neurológica en la Universidad de Washington, sostiene que “los días en que los pacientes mueren mientras esperan un donante de órganos se acabarán pronto. Los órganos, los tejidos y las estructuras de soporte, como los huesos o los ligamentos, se imprimirán biológicamente en 3D bajo demanda. Los índices de lesiones traumáticas están bajando y seguirán disminuyendo a medida que introduzcamos coches sin conductor y trabajadores robotizados para tareas de riesgo. Y realmente: los 80 son los nuevos 60, con todas las opciones regenerativas que tenemos en el horizonte“.
La Dra. Walker, igual que muchos otros expertos en medicina, creen que para 2030 “la naturaleza misma de las enfermedades se verá aún más alterada por la tecnología. Tan alterada, de hecho, que podríamos tener menos enfermedades que gestionar“. Según estos expertos la cuarta revolución industrial hará que los seres humanos vivamos más tiempo y con más salud. Algunas prácticas hospitalarias podrían incluso desaparecer por completo, y la necesidad de hospitalización acabará por volatilizarse. No para 2030, pero sí poco después.
Con todos los avances en dispositivos móviles, se espera que, en lugar de obtener los medicamentos en una farmacia, nuestro propio dispositivo reciba la información necesaria para imprimir un menú de productos farmacéuticos y probióticos personalizados a la carta desde nuestro propio salón o cocina. Todo esto ocurrirá en cuestión de minutos. Así que, teniendo en cuenta todo esto, ¿estás de acuerdo en que el hospital de hoy podría encontrar posible sustituto en el home-spital del mañana?
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