El empleo de gemelos digitales en el sector asegurador

Vivimos en un momento en el que la tecnología redefine continuamente los límites de lo posible. En este sentido, los «gemelos digitales» se están consolidando como una solución revolucionaria con un enorme potencial transformador en numerosos sectores, incluido el asegurador. Utilizando datos en tiempo real, modelos avanzados y aprendizaje automático, los gemelos digitales facilitan la toma de decisiones informadas y mejoran la gestión de riesgos.

Los gemelos digitales son especialmente atractivos para el sector de los seguros, ya que facilitan la ejecución de procesos clave como la evaluación precisa de riesgos, la gestión optimizada de reclamaciones o la personalización de pólizas. Asimismo, esta tecnología permite simular complejos escenarios de riesgo (por ejemplo, condiciones meteorológicas extremas) permitiendo a las aseguradoras comprender mejor las vulnerabilidades y adaptar de manera proactiva sus productos y servicios.

En este sentido, la inversión en gemelos digitales ha experimentado un aumento considerable. Según datos recientes del sector, ascendió a varios miles de millones de euros en 2022 y con expectativas de un crecimiento sostenido hasta 2030.

En el sector asegurador, poder anticipar escenarios y llevar a cabo simulaciones resulta determinante. En este sentido, los gemelos digitales son una poderosa herramienta para la simulación de eventos extremos. Gracias a su capacidad para modelar digitalmente el entorno real, los equipos de datos y tecnología pueden analizar situaciones de gran complejidad, como catástrofes naturales o accidentes de tráfico. De esta manera, las aseguradoras pueden predecir las consecuencias de estos eventos y desarrollar estrategias proactivas para mitigar sus impactos.

En lo que respecta a la personalización de las pólizas de los seguros, esta tecnología tiene un impacto directo a la hora de ofrecer un mejor servicio a los clientes y gestionar sus riesgos de manera más eficiente. Partiendo de ella y creando sinergias con otras soluciones como la analítica de datos o los sistemas de información geográfica, se pueden recopilar y analizar datos detallados sobre los asegurados y sus entornos, lo que permite crear réplicas virtuales precisas y dinámicas de los riesgos a los que están expuestos y actuar en consecuencia.

Otra de las ventajas del empleo de gemelos digitales se encuentra en la creación de perfiles de usuario con gran precisión. Utilizando información de diversas fuentes, como datos de comportamiento obtenidos de dispositivos conectados (IoT), historial médico, hábitos de conducción o condiciones de vivienda, los gemelos digitales pueden construir un perfil detallado de cada asegurado. Este perfil, además de reflejar el riesgo actual, puede actualizar y ajustar este riesgo en tiempo real a medida que cambian las condiciones o los comportamientos del asegurado.

Gracias a estos perfiles detallados, las aseguradoras tienen la capacidad de ofrecer pólizas que se ajustan precisamente a las necesidades individuales y al perfil de riesgo de cada cliente. Por ejemplo, en el caso de un seguro de coche, el gemelo digital podría considerar factores como la frecuencia de uso del vehículo, los hábitos de conducción y las rutas comunes para ofrecer una tarifa de seguro personalizada que refleje el riesgo real de manera más precisa que el obtenido mediante métodos tradicionales.

Esta personalización beneficia a los clientes —reciben ofertas más ajustadas a sus necesidades y potencialmente más económicas—, pero también permite a las aseguradoras optimizar su cartera de riesgos. Al ajustar las pólizas para reflejar los riesgos reales de manera más precisa, las aseguradoras pueden evitar la sobreexposición a reclamaciones de alto riesgo y mejorar la rentabilidad.

Un ejemplo de aplicación de los gemelos digitales lo encontramos en CESVIMAP, el centro de I+D de MAPFRE. En colaboración con SIMULYTIC, startup perteneciente al grupo Siemens, este centro está trabajando con gemelos digitales para simular diferentes escenarios y predecir el riesgo potencial de vehículos autónomos que están desarrollando pruebas de circulación en diferentes entornos reales. La iniciativa permite analiza de manera anticipada, qué podría ocurrir en estos entornos en situaciones sobre las que no existe un histórico real.

«Uno de los aspectos más significativos de la gestión de siniestros en vehículos es la necesidad de determinar su causa; se hace imperativo conocer cómo sucedió el accidente”, comenta José Antonio Maurenza, responsable del departamento de reconstrucción de accidentes de tráfico en CESVIMAP. “Para ello, como centro de I+D de MAPFRE recurrimos a los gemelos digitales, empleando tecnología láser (escáner laser 3d), dispositivos móviles con sensores lidar, drones y fotografías para construir ese gemelo. Con ellos podemos trabajar en zonas de baja visibilidad —como en garajes si ha sucedido un incendio— y generar simulaciones que nos permiten mostrar de manera fehaciente el suceso analizado», añade.

Los gemelos digitales están revolucionando la sostenibilidad en el sector de los seguros, ya que facilitan la adopción de prácticas más sostenibles y el cumplimiento de los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG). Esta tecnología permite a las aseguradoras simular y prever el impacto ambiental de sus actividades, ajustar las pólizas para fomentar prácticas sostenibles y optimizar el uso de recursos, con lo que se reduce la huella de carbono.

Estos criterios ESG —que evalúan las prácticas éticas y sostenibles en la gestión empresarial— cobran cada vez más protagonismo en la industria. En este sentido, los gemelos digitales proporcionan herramientas de gran valor para medir y gestionar estos aspectos, logrando que las compañías de seguros cumplan mejor con las expectativas tanto de reguladores, como de inversores y consumidores.

En definitiva, los gemelos digitales están ya jugando —y continuarán haciéndolo— un papel determinante en el ámbito de los seguros. La capacidad de simular y prever con precisión complejos escenarios permitirá a la industria responder proporcionadamente a los siniestros, y, sobre todo, gestionarlos de forma más proactiva, creando un impacto positivo con ello en economía y sociedad.

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