INNOVACIÓN| 24.03.2021
El despegue del Femtech
En los últimos años han aparecido nuevas startups lideradas por mujeres que se han centrado en la creación de soluciones tecnológicas enfocadas en la salud femenina.
Cada cierto tiempo aparece un término nuevo que hace referencia a una tendencia que no hace más que crecer. Femtech es un buen ejemplo de ello, ya que no solo empieza a estar en boca de todo el mundo, sino que se ha convertido en una de las industrias donde más se está invirtiendo y que mejor está evolucionando en los últimos años. El concepto engloba a todas aquellas empresas, generalmente startups, que emplean la tecnología para mejorar tanto el bienestar como la salud de las mujeres.
Partiendo de esa premisa, parece claro que se trata de un nicho de mercado que no estaba lo suficientemente cubierto -por varias razones que apuntaremos a continuación- y que promete seguir acaparando todas las miradas. Algunos estudios apuntan que el mercado de las Femtech tendrá un valor de unos 50.000 millones de dólares en 2025.
Las alternativas de emprendimiento en un sector al alza son una realidad que se consolida. Más allá de la cuestión económica, lo más importante de que surjan empresas que innoven en el cuidado y la salud femenina es el desarrollo de soluciones especializadas para la mitad de la población mundial. Se calcula que el 80% del gasto que se realiza en productos de salud lo hacen las mujeres, que además toman el 90% de las decisiones respecto a los aspectos sanitarios que se deciden en los hogares. Asimismo, dos de cada tres usuarias de Internet suelen buscar información relacionada con la salud.
¿Cuándo surge el Femtech?
El término Femtech fue acuñado por primera vez por la danesa Ida Tin, creadora de la aplicación Clue, con la que se vigila la salud menstrual y que cuenta en la actualidad con más de 8 millones de usuarias hasta en 180 países.
Ida Tin apuntaba por entonces una tendencia que se ha convertido en realidad: el aumento de las innovaciones tecnológicas relacionadas con la fertilidad. Según esta emprendedora, hasta entonces este aspecto no formaban parte del clásico “cuidado femenino”, ya que el componente de la tecnología las hacía susceptibles de ser diferenciadas.
Sin duda, su mensaje caló, puesto que desde entonces ha sido constante la aparición de nuevas startups lideradas generalmente por empresarias que buscan soluciones para las necesidades de salud de la mujer. En este punto hay que señalar que tal y como advierte la consultora Frost & Sullivan, únicamente el 4% de los fondos dedicados a la investigación y el desarrollo de productos y servicios de salud, se destinan a investigar la salud femenina.
Evolución del Femtech
Como cabe suponer, la evolución del Femtech no solo se puede contabilizar en términos económicos y en el número de nuevas aplicaciones, herramientas o gadgets, sino en la sofisticación de los mismos. Y es que, a la par que evoluciona la tecnología, esta se hace presente en las startups que van apareciendo en este creciente segmento de negocio.
Para comprobarlo solo hay que echar un vistazo a algunos ejemplos de compañías que se han hecho su hueco y están triunfando con propuestas de valor novedosas. Es el caso de Woom. Esta start-up, que colabora con el programa insur_space by MAPFRE para que sus innovaciones lleguen a más mujeres, combina la experiencia en tecnología con la experiencia persona como mujeres de sus co-fundoras, Laurence Fontinoy y Clelia Morales. Como resultado nacen “aplicaciones que nos permiten a las mujeres comprender y conocer mejor cómo funciona nuestro cuerpo”. WOOM cubre todas las etapas de la salud reproductiva de la mujer (concepción, embarazo y postparto), acompañando su día a día con calendarios menstruales y de fertilidad personalizados, así como otras herramientas respaldadas por profesionales médicos, priorizando al mismo tiempo el bienestar emocional.
Tanto por lo que ofrecen como por contar con una base de clientes cada vez más numerosa podemos hablar de otros casos como:
Elvie. Fundada por uno de los grandes nombres del Femtech como es Tania Boler, su negocio se basa en dos productos: por una parte, un entrenador de suelo pélvico que hace posible hacer los ejercicios propios de la metodología Kegel, al tiempo que se conecta con el teléfono por Bluetooth; y por otra parte, un extractor de leche “manos libres” para las mujeres que acaban de dar a luz -es inalámbrico y portátil y ha supuesto toda una revolución-.
Ava. Este es el nombre de una pulsera que ya se vende en 36 países y que se lleva puesta tan solo durante las horas de sueño, aportando información en tiempo real en cuanto a la fertilidad, el embarazo y la salud en general. Además es capaz de detectar los cinco días más fértiles del mes en tiempo real, monitorizando para ello cinco señales.
LactApp. Su objetivo pasa por ofrecer todo tipo de información sobre la lactancia y la maternidad. Para ello hace uso de diversas funciones de Inteligencia Artificial.
Carreras STEM
Por otro lado, el despegue del Femtech puede tener una enorme repercusión en la aparición de referentes femeninos en el sector de las TIC, o más en concreto en las carreras STEM, generalmente copadas por estudiantes masculinos.
El hecho de que haya pocas alumnas en estudios superiores de este tipo tiene dos consecuencias negativas. La primera de ellas es que seguirá existiendo escasez de profesionales técnicos, que son los más demandados actualmente. Si se tiene en cuenta que las mujeres estudiantes suponen algo más del 50%, en caso de que haya pocas que se decanten por carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), el mercado seguirá escaso de este tipo de perfiles.
Por otro lado, cabe señalar que los puestos de trabajo con mayor proyección de futuro y en los que los sueldos tienden a ser mayores, son los relacionados con las ingenierías, la tecnología y las ciencias. Al haber menos mujeres en estos sectores, la brecha salarial también tenderá a ser mayor, lo que incidirá negativamente en la lucha por la igualdad de la mujer en el mercado laboral.
Esto queda patente en un estudio de la Organización de Estados Iberoamericanos, que señala que únicamente el 13% de estudiantes de carreras STEM en España son mujeres. Sin duda se trata de una cifra alarmante que con la llegada de nuevas startups puede cambiar, ya que suponen un espejo en el que muchas jóvenes se podrán mirar en el futuro.