ECONOMÍA| 24.01.2025
Mercado de capitales: una gran debilidad de Europa frente a Estados Unidos
El expresidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, anunció en 2015 sus planes para una Unión de Mercado de Capitales (UMC) en Europa, como una herramienta para impulsar la inversión en la UE. Se cumple el décimo aniversario y todavía avanza lentamente.
Como consecuencia, sigue habiendo una alta dependencia del canal bancario como única vía de financiación, lo que expone a las empresas a riesgos importantes en contextos de crisis, como se pudo ver en 2008 tras la quiebra de Lehman Brothers. Una situación muy distinta a la eficiencia del mercado de capitales en Estados Unidos, algo todavía más patente en el momento de incertidumbre que se avecina con la nueva era Trump.
Al cierre del primer trimestre de 2024, en la Eurozona el crédito al sector privado (hogares y empresas) representaba el 150,4% del PIB, siendo el 82,9% crédito doméstico procedente del sector bancario. Por su parte, en los Estados Unidos, donde el acceso a mercados de capitales está mucho más desarrollado, estos porcentajes eran del 149,9% y 48,9% del PIB, respectivamente, fenómeno que es igualmente evidente cuando se compara con otros países y regiones del mundo.
MAPFRE Economics, el Servicio de Estudios de MAPFRE, apunta, en un reciente informe sobre Crédito y actividad aseguradora , las consecuencias de esta elevada dependencia del crédito bancario. “Esto limita las opciones de financiación de empresas y hogares en la Unión Europea, especialmente de las PYMES, que enfrentan mayores restricciones para crecer y adaptarse, al no disponer de fuentes alternativas en la misma medida que ocurre en los Estados Unidos, especialmente en épocas de crisis financiera, cuando el crédito bancario suele contraerse”.
De ahí que urja que salga adelante la UMC. En palabras de los expertos de MAPFRE Economics, “la ausencia de una alternativa sólida en el mercado de capitales europeo limita la capacidad de sus empresas para obtener los fondos necesarios para innovar y expandirse, afectando a la capacidad de Europa para atraer y retener a empresas innovadoras y de alto crecimiento, lo que las lleva a buscar financiación en el extranjero o incluso a reubicar sus operaciones en mercados de capitales más desarrollados, como el estadounidense”.
Esta situación representa una pérdida importante de potencial innovador y competitividad para la Unión Europea, así como una fuga de talento y capital que podría fortalecer el ecosistema económico europeo. El reciente informe Draghi alertaba precisamente sobre que la UE necesitará hasta 800.000 millones de euros anules de inversión para reducir su brecha respecto a EEUU y China.
A su vez, el lento desarrollo de la UMC también implica que Europa pierde oportunidades en el ámbito de las finanzas sostenibles, un sector clave para la Unión Europea y sus objetivos climáticos. “Sin un mercado de capitales unificado, la capacidad de emitir bonos sostenibles de manera uniforme y accesible se ve limitada, afectando al financiamiento de proyectos de transición ecológica y digital, esenciales para el Pacto Verde Europeo, entre otros proyectos”, añaden en MAPFRE Economics.
En conjunto, y como conclusión, estos desafíos subrayan la urgencia de avanzar hacia una mayor integración del mercado de capitales europeo, ya que la falta de progreso no solo debilita la competitividad económica de la región, sino que también limita su capacidad de respuesta ante crisis y su habilidad para sostener un crecimiento a largo plazo.
Para ver el informe completo pinche aquí.