ECONOMÍA| 22.02.2023
Los seguros, mucho más valiosos en épocas de alta inflación
La inflación que se ha venido registrando desde finales de 2021, motivada, entre otros factores, por los estímulos monetarios y fiscales implementados para enfrentar la pandemia, y dinamizada por la crisis energética resultante de la invasión de Ucrania, tomó por sorpresa tanto a los gobiernos, como a las empresas y consumidores.
A pesar de las medidas ortodoxas de aumento de los tipos de interés por parte de los bancos centrales, la inflación se ha mostrado resistente. Y es que, a los factores coyunturales se han sumado otros de naturaleza más estructural como la transición energética, que necesita grandes niveles de inversión; la desglobalización, que se ha visto acelerada por el conflicto en Ucrania; y los cambios demográficos, dado que una población más envejecida necesita también unos mayores recursos a nivel sanitario.
Para las aseguradoras, este shock inflacionista ofrece tanto oportunidades como amenazas. Por una parte, se manifiesta la ventaja de que el valor de los productos aseguradores en vigor se incrementa en entornos económicos como el actual para los consumidores y, por extensión, la sociedad. Así se recoge en el informe ‘La vuelta de la inflación: qué significa para el sector seguros’, elaborado por The Geneva Association, que ha contado con la participación de MAPFRE Economics.
Los seguros aportan un extra de flexibilidad financiera a los clientes que han visto recortado su poder adquisitivo, y actúan como mitigadores de la desigualdad social. El rol de los seguros a la hora de prevenir las pérdidas de las personas, hogares y empresas gana importancia en este contexto inflacionista, al igual que la intermediación financiera, que ayuda a transformar el efectivo en ahorro a largo plazo con retornos más altos.
Por tipo de negocio, desde un punto de vista técnico y financiero el ramo de los seguros de no vida (propiedad, accidentes y salud) se ve penalizado en entornos como el actual debido, principalmente, a la subida de los costes operativos y de siniestros, a la necesidad de aumentar las reservas y, en caso de estanflación, por la reducción de la demanda.
“La implementación de políticas monetarias restrictivas tiene un efecto negativo en el crecimiento económico y eso afecta a la demanda en esta línea de negocio, que está más ligada al ciclo económico. A esto se suma la subida de los costes, tanto operativos como de los siniestros”, explicó el director general de MAPFRE Economics, Manuel Aguilera, en la presentación del informe a través de un webinar celebrado el pasado 9 de febrero, y en el que también participaron Li Xing, responsable de análisis de mercado de Swiss Re Institute; Rachel Turk, jefa global de estrategia de Beazley; y Kai-Uwe Schanz, director general adjunto y jefe de investigación y prospectiva de la Asociación de Ginebra.
En el negocio de los seguros de vida, por su parte, el efecto tiene un carácter más neutro, dado que en la mayoría de los casos los beneficios que se ofrecen suelen fijarse nominalmente . De forma indirecta, sin embargo, ello puede afectar a las ventas de estos productos, dado que esa cantidad fija pierde valor en un entorno inflacionista y eso puede convertir al seguro en un instrumento menos atractivo de canalización de ahorro.
“Los beneficios de los seguros de vida se establecen en términos nominales, por lo que la inflación reduce en términos reales su valor”, destacó Aguilera, quien señaló que esto puede incluso frustrar a los consumidores de los productos de las aseguradoras de vida y, eventualmente, aumentar los riesgos reputacionales para la industria.
Además, las subidas de tipos de interés que han venido llevando a cabo los bancos centrales como arma para controlar el aumento de los precios pueden llegar a tener un impacto positivo en el negocio asegurador, con un efecto favorable sobre las obligaciones de deuda futuras, según señala el informe. Asimismo, aumentan el atractivo de los productos de seguros de vida relacionados con el ahorro, que ofrecen un mayor retorno y actúan de refugio frente a la inflación.
“Después de este shock inflacionista es previsible que habrá una normalización de política monetaria en la que los tipos de interés serán, al menos, positivos. Esto va a suponer un cambio para las aseguradoras de vida en los mercados desarrollados, que han estado en una situación inusual de tipos de interés cercanos a cero en los últimos años”, comentó Aguilera.
¿Cómo actúan las aseguradoras?
De acuerdo con el informe, la primera respuesta de las aseguradoras suele ser una reevaluación del precio de los riesgos a asegurar en virtud de costes de siniestralidad más elevados. Así, controlar la inflación de los mismos e invertir en la automatización de las reclamaciones y en asociaciones con otras empresas ayudaría a las aseguradoras ante el contexto actual.
A nivel de diseño de producto, pueden avanzar en la innovación y ofrecer productos más baratos enfocados al riesgo y a la prevención de la pérdida, así como acortar las duraciones en negocios de ‘long tail’ en los que los efectos inflacionarios pueden ser mayores y de más largo alcance. Asimismo, la digitalización sigue siendo clave en este tipo de entornos, con el objetivo de mejorar la eficiencia de los costes y la productividad del empleado en áreas como distribución, marketing y atención al cliente.
El director general de MAPFRE Economics hizo hincapié en que la inflación no se va a ir “para siempre”, sino que, como cualquier fenómeno económico, tiene un carácter recurrente y volverá a aparecer, como lo ha hecho en otros momentos de la historia. Por ello, el sector asegurador debe extraer enseñanzas de la actual crisis inflacionista y tenerlas en cuenta a la hora de diseñar los productos del futuro.
Gestión de activos
En cuanto al negocio de gestión de activos, el informe establece que hay espacio para la protección frente a la inflación con el posicionamiento en activos estratégicos, pasando de activos financieros a otros reales, cuya subida de precio puede traducirse, además, en una mayor demanda de seguros vinculados al ahorro.
El informe propone enfocar más la cartera hacia activos como los bonos ligados a la inflación o el sector inmobiliario, entre otros, los cuales ofrecen una mayor cobertura frente a este fenómeno.
“En este tipio de entornos es importante controlar el nivel de riesgo de cada una de las inversiones. Creo que la clave del futuro del éxito consiste en encontrar la neutralidad en las diferentes clases de activos, a partir de la estructura del balance y de la cartera de riesgos de cada aseguradora”, concluye Aguilera.
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