Geopolítica y tipos de interés, claves para la economía global
Los conflictos geopolíticos, las elecciones en Estados Unidos y la evolución de los tipos de interés son los principales factores para entender cómo se comportará la economía global este 2024. Es una de las principales conclusiones de Gonzalo de Cadenas-Santiago, subdirector de MAPFRE Economics, en una mesa de análisis celebrada en el marco del Foro Económico de Solunion.
En este foro, celebrado recientemente en Madrid y en el que también ha intervenido Ludovic Subran, economista jefe de Allianz, se ha destacado la evolución positiva de España frente a otros países de la Unión Europea, apoyada en ciertas fortalezas temporales que impulsan la economía española, como los fondos europeos Next Generation, la salud del sistema financiero o el mix sectorial español, especialmente ligado a una previsible revolución energética que podría estar vinculada al sector industrial.
España “parece estar sorteando la desaceleración fuerte que sí sufren otros países de su entorno”, ha señalado Gonzalo de Cadenas-Santiago, con una previsión de crecimiento al alza, cercana al 2 %, y una inflación controlada en torno al 3 %. Además, la posición financiera de sus empresas es en general sólida, con unos márgenes que, si bien han bajado por el aumento de los costes, se ven menos afectados que en otros países europeos. Por ahora, no se ha producido un gran aumento del riesgo de impago ni de la morosidad, aunque la refinanciación de las empresas será un aspecto clave para 2025.
La geopolítica, un tema central en la agenda
Entre los distintos focos de atención para la economía, la geopolítica y la gobernanza ocupan un espacio destacado. Los conflictos abiertos durante los últimos meses y años, que continúan sin una aparente resolución en el corto plazo, y las elecciones a la presidencia de Estados Unidos, dan magnitud a la incertidumbre sobre la evolución de la economía y traen inestabilidad al tablero geopolítico y económico global y, más concretamente, en el ámbito comercial.
Los expertos de MAPFRE Economics y Allianz también coinciden en que se debería avanzar hacia la normalización de la política monetaria. La inflación debe mantenerse a raya, por el coste que tiene para las empresas y por su efecto a nivel social, especialmente para las familias más vulnerables. Sin embargo, con la normalización que se aprecia en este indicador, las bajadas de tipos de interés se antojan inminentes, siendo el BCE el que llevará la delantera (en junio) frente a la Reserva Federal (en septiembre, apuntan los economistas). “No vamos a volver a la inflación permanente, aunque los niveles sean elevados. Pensamos que los tipos se rebajarán en junio”, comentó Gonzalo de Cadenas-Santiago.
Para Europa, en concreto, los analistas han añadido el reto de la diferencia de crecimiento económico con Estados Unidos y el continente europeo, con una desventaja de un 30 %. Entre los factores que explican esta distancia se encuentran una mejor política fiscal y presupuestaria en el país norteamericano, con mejor gestión de la inversión. También cierta falta de fortalecimiento del sistema financiero europeo, la carencia de un balance positivo en energía o la necesidad de abordar temas de competitividad en las industrias y empresas europeas.
Asimismo, la lucha contra el cambio climático es el tercero de los elementos en los que más se fijan los analistas durante el presente año. El auge de un movimiento que niega la existencia de este fenómeno está frenando el avance necesario hacia una economía más verde, proponiendo no seguir esta línea para “no entrar en las decisiones de los hogares y los individuos”.
Buena evolución de los emergentes y Latinoamérica
En una línea igualmente positiva se encuentran los mercados emergentes, resilientes durante los últimos cuatro años. En 2020 se inyectó mucho dinero en el sistema, pero no fue el caso de estos países, lo que llevó a que surgieran dudas sobre su evolución, como fue el caso de Brasil. Sin embargo, tuvieron un buen comportamiento y manejaron muy bien la política monetaria, especialmente en comparación con lo ocurrido en otras situaciones de crisis. Su política fiscal fue más ordenada.
Mención especial merece Latinoamérica. Durante los últimos dos años, se han recibido sorpresas muy positivas desde esta región, con un crecimiento modesto, pero cíclicamente positivo. Se ha registrado muy poca volatilidad nominal y en tipos de cambio, y con unos flujos financieros considerables. El reto de la región se encuentra ahora en el aumento de la productividad y en un crecimiento sostenido en el largo plazo, especialmente para aquellos países que enfrentan problemas de deuda que deben refinanciar.
ARTICULOS RELACIONADOS: