ECONOMÍA| 24.01.2022
MAPFRE Economics prevé un crecimiento de la economía mundial del 4,8% este año por los efectos de la inflación
Reconoce un entorno de mayor tensión sobre los precios de consumo a nivel global, pero especialmente entre los países emergentes.
El Servicio de Estudios aprecia riesgos crecientes de política económica, de gobernanza y geopolíticos.
MAPFRE Economics, el Servicio de Estudios de MAPFRE, advierte de que durante la segunda mitad de 2021 se dieron tasas de crecimiento menos intensas que continuarán durante el presente ejercicio. Y es que factores como las presiones de precios, tanto de las materias primas como de los costes de la energía, la demanda congestionada en bienes de consumo en detrimento de los servicios agravando los cuellos de botella o la renovada incertidumbre por el Covid, seguirán condicionado la actividad en 2022. “A pesar de un balance de riesgos al alza en inflación y a la baja en actividad, la recuperación continuará, si bien a un ritmo menor y con divergencias entre las economías desarrolladas y emergentes, como consecuencia tanto de vulnerabilidades inherentes como a factores de carácter estructural como la dependencia energética, la interconexión con las cadenas de suministro global o la trascendencia económica del sector servicios”, explican los expertos en el informe “Panorama Económico y Sectorial 2022”.
Además, esa inflación elevada, que seguirá siendo persistente, está empezando a influir sobre las decisiones de política monetaria y fiscal, con una respuesta más acelerada en los países emergentes. Ese endurecimiento de la política monetaria (acompañada de un servicio de la deuda sensible a este nuevo horizonte de menores compras de activos y tasas más altas) exacerba los temores de insostenibilidad y del retorno hacia medidas de austeridad que obstaculicen el desempeño económico. Y a esto se suma otro riesgo global que ha aumentado en los últimos meses, según los expertos: la gobernanza global y la crisis geopolítica, dado que a la desordenada salida de Afganistán y a la congelada relación con China en materia geopolítica y tecnológica, se suma el reciente desafío diplomático abierto en Rusia. Todo ello lleva a los expertos a reducir las previsiones sobre la economía mundial en una décima, del 4,9% al 4,8% para este año, en el escenario base, y contempla un avance del 3,6% para 2023.
Para el conjunto de la Eurozona, MAPFRE Economics espera un crecimiento del 3,9% para 2022 (frente al 4,3% del informe previo) y del 2,7% para 2023. La inflación en la región ha alcanzado el 5,0% en diciembre, con la subyacente manteniéndose al 2,6%. “Se prevé que la inflación se moderará en los próximos meses a medida que bajen los precios de la energía, pero con la OPEP sin voluntad de ampliar mucho la producción y con el mix energético europeo sin soluciones rápidas, es posible que la bajada sea lenta”, explican los economistas. En su opinión, los riesgos para la región aumentan con este repunte de precios. “Los precios al productor están en tensión y va a ser difícil que no se trasladen al consumidor. A su vez, los problemas de abastecimiento a las industrias del automóvil y la electrónica se deberán solucionar en los próximos trimestres. La introducción de nuevas restricciones a la movilidad como resultado de la nueva ola de contagios tampoco favorecerá la recuperación del turismo y los servicios. El adecuado uso de los fondos de recuperación europeos, en tiempo y forma, junto con reformas estructurales, siguen siendo la clave para la concreción de las tasas de crecimiento estimadas”, añaden.
En el caso concreto de España, estos factores están teniendo especial incidencia por, por ejemplo, la relevancia que tiene el sector automovilístico en el PIB, cuando la producción de vehículos se encuentra a la mitad de su nivel pre-crisis, o el turismo, que se ha recuperado sólo parcialmente y sigue también a la mitad de los niveles habituales. MAPFRE Economics espera, de hecho, un crecimiento del 5,5% para 2022, frente al 6,2% que aventuraba en el trimestre previo (el informe se actualiza con una periodicidad trimestral) y seguirá esa ralentización el año siguiente, cuando estima que la economía crezca un 4,3%.
En Estados Unidos, los factores no varían en exceso, con la particularidad de que en el terreno de la política monetaria la Reserva Federal ha acelerado la retirada de estímulos. Precisamente por ese cambio de panorama para los tipos de interés, junto con la subida de los costes de la energía y otras materias primas, MAPFRE Economics ha rebajado de forma considerable sus estimaciones sobre la primera economía mundial: un 4% y un 2,5% en 2022 y 2023, respectivamente, frente al 5,7% y 4,4% para cada año de las estimaciones previas. “El mercado laboral está fuerte, pero los precios de la energía siguen tensionados, y la inflación tenderá a volverse persistente, aunque baje por efecto de base en 2022. Ya se anticipan subidas de tipos de interés oficiales, lo que repercutirá en las condiciones financieras de las empresas y hogares. Por el lado positivo, está el plan de infraestructuras de un billón de dólares que será un importante impulsor de la actividad económica en ese país”, señalan.
Impacto en el sector asegurador
El informe, como es habitual, incluye cómo afectan estas previsiones sobre la economía en el desempeño del sector asegurador. Pese a la desaceleración del crecimiento global, los expertos de MAPFRE Economics consideran que la mayor sensibilidad al riesgo por parte de los agentes económicos provocada por la pandemia es un estímulo adicional en la demanda de aseguramiento, lo que sigue dibujando un panorama positivo en 2022 para el desarrollo del negocio asegurador. “Los efectos negativos de la reapertura económica sobre la siniestralidad de algunos seguros como los de autos, vida o salud tienden a corregirse por lo que el panorama de la rentabilidad de las entidades aseguradoras continúa siendo favorable, a pesar del efecto que pueda tener el repunte de la inflación en el corto plazo”, añaden.
Aquí puede consultar el informe completo.
Y aquí puede acceder a la versión interactiva de las gráficas contenidas en el informe.