ECONOMÍA| 01.07.2021
Seis señales para desconfiar de bitcoin y otras criptomonedas
La primera recomendación a quien decide invertir es que nunca lo haga por encima de lo que se puede permitir perder. Y que, en todo caso, tenga la paciencia, el sentido común y la formación financiera para proteger sus ahorros.
Alberto Matellán, economista jefe de MAPFRE Inversión, lanza media docena de señales a jóvenes y, en general, a inversores particulares sobre los riesgos de adquirir bitcoin u otras criptomonedas. “Los hechos recientes demuestran que se parece más a una apuesta que a una inversión”, resume. “Muchas de las subidas que han experimentado bitcoin y otras criptomonedas responden al patrón de burbuja”. “Comprar bitcoin y otras criptomonedas se parece más a una apuesta que a una inversión”
1. Patrón de burbuja
Matellán explica que hay muchas formas de definir una burbuja. “Para mí, es aquel precio de un activo que sube sólo por la expectativa de que va a subir más. Y muchas de las subidas que han experimentado el bitcoin y otras criptos en su historia reciente responden a este patrón. Por eso, al no haber una demanda detrás por razones más sólidas, sufren también caídas vertiginosas, como las experimentadas estas semanas tras la alerta, ahora del Banco Central japonés, sobre su extrema volatilidad y carácter especulativo.
2. A rebufo de expectativas
Otro de los motivos por los que desaconseja invertir en ellas es que estos movimientos no obedecen a causas de índole estrictamente económica, “sino a comentarios, rumores; en general, a “elementos extrínsecos”. Según Matellán, a la postre, los mismos se pueden resumir en la expectativa sobre cómo de aceptado públicamente va a ser el bitcoin o la moneda en cuestión. Pero, alerta, “eso se presta a manipulación burda, puesto que no hay ninguna autoridad monetaria o fiscal que lo respalde”.
3. Refugio de moda / ‘Refugio Covid’
En los últimos tiempos, la estampida ha sido generalizada y hasta Elon Musk, inicialmente defensor de las criptomonedas, las descarta como medio de pago de sus famosos Tesla. El día del anuncio, llegaron a desplomarse más de un 15%. El Banco Popular de China, el Banco Central Europeo (BCE), la Reserva Federal (Fed) y ahora, el gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, insisten -con mayor o menor insistencia- en que se trata de una burbuja. Un refugio de moda que se puso aún más de moda con la irrupción del coronavirus, pero que podría no hacer su agosto cuanto más se compruebe lo que Buffet criticó en su día: las cripto son arriesgadas y carecen de valor. JP Morgan llegó a avisar de que la corrección en el precio de bitcoin puede adquirir tintes dramáticos.
4. Prisas, malas consejeras
A nadie se le escapa que las criptomonedas han lucido especial atractivo para los jóvenes, poco proclives a invertir en oro, a menudo nóveles en el intricado mundo de la inversión y, quizá, más atentos a la fiebre aumentada por los medios. Según un reciente estudio de Investment Forces de Charles Schwab UK, el grupo de entre 18 y 37 años es -hoy por hoy- más proclive a invertir en criptodivisas que en la renta variable. Tienen prisa: según el mismo informe, ocho de cada 10 jóvenes inversores afirman que la situación económica ha complicado la obtención de buenos rendimientos. No son los únicos que lo ven así, dado que empresas de todo el mundo han agregado bitcoin a sus balances.
5. Falta educación financiera
Lo que también demuestra el citado informe de Schwab, advierte Matellán, no es que los jóvenes tengan preferencia por invertir en criptomonedas, sino que “no saben lo que es invertir, porque nadie les ha enseñado a hacerlo”. El mejor antídoto contra burbujas, esquemas Ponzi – forma de estafa que atrae a los inversores y paga utilidades a los inversores anteriores con fondos de inversores más recientes- y otras trampas para incautos es la formación en finanzas, precedida por el sentido común. “Y el sentido común suele ir de la mano de la madurez personal”, recalca.
6. No gustan a las autoridades
En opinión del economista jefe de MAPFRE Inversión, este elemento quizá dote a bitcoin y otras criptomonedas “de un aura de rebeldía” que las hace atractivas a los jóvenes, pero lo cierto es que las autoridades están vetando su uso. Por ejemplo, recientemente China está dando pasos en contra de los centros de minería. Al mismo tiempo, éstas no permiten liberar deudas, ni pagar impuestos en ningún país desarrollado, por lo que no pueden considerarse un activo como tal.
Futuro del dinero digital
Matellán insiste en que lo anterior no significa que el dinero digital no pueda tener futuro. “De hecho, es muy probable que en pocos años estemos manejando dinero digital junto al tradicional; pero esto es muy diferente de una criptomoneda, principalmente porque entiendo que el primero sí tiene respaldo de alguna autoridad o regulador, mientras que el segundo sólo depende de la confianza de los usuarios. “El argumento de que un banco central puede emitir mucho y la criptomoneda está limitada tampoco es válido, porque se pueden crear otras criptomonedas competidoras”, advierte.
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