ECONOMÍA| 12.01.2020
Principales amenazas para el 2021 según el Informe Panorama elaborado por #MAPFREeconomics
Existen grandes esperanzas sobre la capacidad que las vacunas recién empezadas a administrar en muchos países tienen para acabar con la crisis del coronavirus en el medio plazo, pero eso no significa que el 2021 recién iniciado esté exento de riesgos; al contrario, la recuperación tras esta crisis sin precedentes va a tener lugar sobre un contexto de desequilibrios y vulnerabilidades globales.
Como explican los expertos de MAPFRE Economics en su informe Panorama de perspectivas económicas mundiales para el 2021, “aunque la aparición de las vacunas reduce la probabilidad de la materialización temprana de algunos de estos riesgos, eludir los costes de a) la factura fiscal, b) los desequilibrios financieros acumulados, c) los problemas del estancamiento secular, d) el envejecimiento, e) el cambio climático y f) el deterioro social derivado del desempleo estructural y la ampliación de la brecha de la pobreza etc. será -cuando menos- audaz”.
Igualmente, el Servicio de Estudios de MAPFRE identifica hasta cuatro detonantes que podrían provocar la materialización temprana de los riesgos:
1) Una dilatación mayor en el tiempo de la situación de paralización económica actual que provocase que el problema de liquidez actual pasase a ser un problema de solvencia (por ejemplo, en el hipotecario o en el sector corporativo de consumo).
2) El retorno de una inflación elevada y persistente más allá del 2021, que consiga desanclar las expectativas de inflación a largo plazo, pero por motivos diferentes a los de la demanda.
3) Si el mecanismo de compra de activos por parte de los bancos centrales pierde efecto sobre los spreads soberanos de los países con peores posiciones fiscales se podrían producir costes financieros cada vez más elevados (insostenibles en muchos casos) que lleven a una corrección de la demanda agregada.
4) Una incorrecta transmisión o interpretación de la política monetaria y las expectativas de las autoridades monetarias relevantes que produzca un colapso financiero repentino (crédito, precios de activos, tipo de cambio, flujos financieros etc.)
En concreto, los riesgos globales identificados por MAPFRE son:
Aumento de la deuda mundial
La recesión del COVID-19 ha impulsado el ratio Deuda/PIB mundial hasta un nuevo máximo histórico del 356% en el tercer trimestre de 2020, frente al 322% en el cuarto trimestre de 2019. El mayor riesgo para las economías emergentes continúa siendo el incesante aumento de los niveles de deuda en dólares, tamizado por el contexto de un dólar menos fuerte y condiciones financieras en general muy favorables.
En cuanto a las economías desarrolladas, la mayor concentración de deuda bajo políticas monetarias excepcionalmente flexibles continúa orientada hacia el sector público. A medida que la caída de los ingresos merme la percepción de sostenibilidad y servicio de la deuda, la necesidad de reequilibrar las políticas hacia la senda de la sostenibilidad fiscal podría darse de forma anticipada y abrupta en última instancia.
Política económica
La flexibilización monetaria continúa siendo el eje principal en que descansa la respuesta global al shock pandémico. Al mismo tiempo, la respuesta fiscal supone esfuerzos adicionales bajo una implicación de política expansivas que podrían continuar creciendo en los próximos meses y extenderse más allá de 2021.
En el marco fiscal, la disciplina presupuestaria continúa marcada bajo una relajación temporal cuya prolongación en el tiempo podría transformarse en desequilibrios estructurarles que comprometan la estabilidad en el medio y largo plazo y deriven en ajustes de sostenibilidad.
Cambio climático
En medio de la extensa recesión provocada por la pandemia y las medidas de distanciamiento social, la tendencia hacia la sostenibilidad y una mayor sensibilidad hacia el medio ambiente se acelera. La propuesta de la Unión Europea, con inversiones asociadas al fondo de recuperación focalizadas en la transición energética y el desarrollo tecnológico, se suma a las aspiraciones propuestas en la reciente Cumbre de Impacto en el Desarrollo Sostenible del WEF cuyas ambiciones se focalizan en asentar los pilares de la recuperación y las ganancias de productividad en la que denominan la Cuarta Revolución Industrial.
Geopolítica
No hay más que ver los sucesos acaecidos en el Capitolio de Washington el pasado 6 de enero para llegar a la conclusión que la intensidad de los eventos geopolíticos adversos continúa en unos niveles extremadamente elevados a medida que la incertidumbre global se consolida, potenciada por un deterioro institucional.
En Latinoamérica, la inflamación social continúa en aumento bajo un clima de protestas sociales que mantienen el clima de inestabilidad en creciente deterioro. En oriente medio, la inestabilidad regional se evidencia a pasos acelerados donde la frecuencia y reverberación de los conflictos se incrementa y se extiende a un número cada vez mayor de países bajo dinámicas de conflicto donde las esferas de interés gravitan entorno a la competencia estratégica.
En el continente europeo, las relaciones con Reino Unido continuarán marcando el futuro más cercano bajo el intento de encontrar acuerdos de iguales entre ambas partes y, por otro lado, el cambio de liderazgo alemán se aproxima bajo un delicado panorama populista en toda Europa que pone en riesgo la estabilidad del bloque.
Gobernanza
Al menos parece ya definitivamente despejada la incógnita de las elecciones presidenciales en EE.UU. con la victoria del partido demócrata liderado por Joe Biden. Sin embargo, permanecen conflictos heredados como la tensión comercial con China.
En cuanto a la gobernanza en las regiones emergentes, la confrontación e inestabilidad se mantiene, con protestas cada vez más frecuentes y un clima de agitación política que se deteriora tanto en países latinoamericanos como en regiones de Asia-Pacífico cuyas instituciones continúan mostrando signos de fragilidad.
China
Con el crecimiento del país paulatinamente recuperando los niveles previos al shock, una progresiva recuperación del consumo interno, la fortaleza exportadora como ventaja competitiva y el acompañamiento de una política económica expansiva posicionan al país en un escenario más positivo que el del panorama medio global.
Sin embargo, el sobreendeudamiento del país continúa latente como una vulnerabilidad cuya disciplina crediticia recientemente mostró signos de tensión tras los últimos incumplimientos de deuda corporativa en el sector de empresas estatales.
Vacunas
La solución de la ciencia a nuestros problemas también constituye un riesgo en sí misma. En un momento en que las expectativas están fuertemente apalancadas al alza, dificultades imprevistas podrían impactar negativamente en el panorama económico más inminente bajo la incertidumbre que ha caracterizado al 2020.