CORPORATIVO| 23.01.2025
¿Hacia dónde va el sector del viaje? Charlamos con ONU Turismo
La CEO de MAWDY, Leire Jiménez, y el director de Miembros Afiliados y Colaboración Público-Privada de ONU Turismo, Ion Vîlcu, abordan en esta conversación cuestiones como las perspectivas del sector, la innovación, la sostenibilidad, el papel de las empresas o la mayor concienciación en protección por parte de los clientes tras el covid-19.
MAWDY, la unidad de asistencia del grupo MAPFRE, tiene una de sus principales vías de negocio en la asistencia en viaje. Presente en 23 países, ofrece soluciones y servicios para acompañar al viajero antes, durante y después de sus desplazamientos. MAWDY, a través de MAPFRE, es miembro afiliado de la ONU Turismo, promoviendo la seguridad y la confianza del turista.
Tras el parón por el covid-19, el número de viajeros internacionales ha aumentado año tras año y en muchos lugares del mundo ya supera los niveles anteriores a la pandemia. ¿Cuáles son las previsiones que maneja ONU Turismo?
«Efectivamente, podemos decir que el turismo está registrando una etapa de dinamismo muy fuerte», afirma Ion Vîlcu, que cree que 2024 marca el punto de la plena recuperación. Sin embargo, esta no será una mera vuelta a la normalidad, ya que vendrá acompañada de nuevas tendencias y cambios en las exigencias, expectativas y hábitos del consumidor. Pese a este repunte, en los próximos años persistirán retos como los conflictos geopolíticos o la crisis climática.
Entre las tendencias que han llegado para quedarse, se aprecia la mayor concienciación del viajero acerca de su seguridad. «Las personas cada vez buscan más viajar protegidas», constata Leire Jiménez, que cree que no solo la pandemia ha impulsado los seguros de viaje, sino también la visibilidad que tienen en redes sociales y medios de comunicación las consecuencias de un incidente en el viaje, por ejemplo, un problema de salud.
Desde ONU Turismo también aprecian esa preocupación, por parte de los consumidores, pero también de las administraciones públicas, que buscan mantener el prestigio de sus destinos como lugares seguros.
Además, Ion Vîlcu defiende que esta mayor demanda de protección forma parte de un fenómeno más estructural, la búsqueda de experiencias, y no solo de productos turísticos, por parte del viajero. «Y en ese cóctel de factores que integran una experiencia verdadera, sentirse seguro, evitar lo inesperado y poder tener un buen desenlace del viaje es una parte importante», explica el directivo de ONU Turismo.
Para el responsable de ONU Turismo, «la única forma de construir un futuro sostenible para el turismo es la colaboración público-privada», y esta es una de las mayores lecciones que dejó la pandemia en el sector. Para Ion Vîlcu, «es importante consensuar objetivos estratégicos a largo plazo incluyendo al sector privado en el debate», ya que las administraciones pueden estar centradas en el impacto del turismo y el empleo, y las empresas en el desarrollo y la viabilidad de su negocio, pero es la colaboración entre ambos la que permite a los destinos «sentar unas bases sanas desde el principio».
Desde ONU Turismo entienden, además que debe haber un reparto de costes y riesgos, ya que la implementación, por ejemplo, de medidas de sostenibilidad tiene un impacto que debe ser compartido. En estos esfuerzos, el sector público debe aportar inversión y el privado innovación y know-how, cree Ion Vîlcu.
Leire Jiménez subraya el «dinamismo constante» del sector turístico, que «tiene que reinventarse, mejorar e innovar de forma permanente porque los clientes cada vez son más exigentes».
Herramientas como el análisis de Big Data o la IA serán decisivas para estar al día de las preferencias del turista, defiende Ion Vîlcu, por ejemplo, para dar respuesta a su preocupación por la sostenibilidad. Todo ello requiere de información y herramientas tecnológicas que le puedan aportar lo que está buscando, por un lado, y permitan a empresas y responsables públicos medir estos movimientos.
Uno de los retos, según la CEO de MAWDY, es que estos avances no «erosionen el factor humano», tan característico del sector del turismo.
Desde ONU Turismo contemplan la sostenibilidad no solo en lo medioambiental, también en su dimensión social, y esta «va de la mano de una comunidad local que sienta que el turismo le favorece». «Si hay una comunidad local que ve unos flujos de turistas que la invaden y que el éxito del turismo termina perjudicándola, no hay medidas que tengan éxito a largo plazo», asegura Ion Vîlcu.
Y ese impacto positivo del turismo no se puede lograr dejando fuera a la comunidad de negocios local, porque tienen «la sensibilidad, el know-how y la capacidad tecnológica de ayudar a la administración a diseñar las estrategias». Por eso, desde la agencia de la ONU ven una «ventana de oportunidad» en esta cuestión, porque los gobiernos «nunca han tenido tan claro que el sector privado es importante para la modernización y readaptación del turismo».
Como expone su CEO, los principales mercados de MAWDY son Europa y Latinoamérica. Mientras que Europa constituye un mercado turístico muy consolidado, Latinoamérica está aún creciendo, pero tiene un «enorme potencial».
El directivo de ONU Turismo también ve a Latam «muy bien posicionada», porque «en un contexto de tanta búsqueda de lo auténtico, del colorido y sabor local», la región destaca por su naturaleza, cultura local, hábitos o gastronomía. No obstante, aún deben llegar más capital a estos países, para que su auge vaya acompañado de un desarrollo de las infraestructuras y los servicios.
«Las inversiones van de la mano de fomentar la confianza del inversor y el turista internacional. Ahí es donde compañías como MAPFRE pueden tener una gran contribución», afirma Ion Vîlcu.
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