90 años: la historia de una pequeña mutualidad española que llegó a ser una empresa global

Muchas cosas han cambiado, pero hay otras que se mantienen inalterables. El alma de la compañía se mantiene, como se mantienen las empresas que tienen un propósito, que existen porque tienen algo que aportar, porque los clientes confían en ellas y porque la empresa las acompaña en todos los momentos, sobre todo en los más difíciles. Cuidamos lo que te importa es hoy nuestro propósito. Sin formularlo explícitamente así, lo ha sido desde el inicio de nuestra andadura.

En 1933 nace la Mutualidad de Seguros de la Agrupación de Propietarios de Fincas Rústicas de España, inicialmente con el objetivo de cubrir los accidentes de trabajo en el campo. Esa fue la primera y principal actividad de MAPFRE al inicio de su existencia… pero muy pronto la empresa empieza a ampliar sus líneas de negocio y explora el negocio del seguro de automóviles (y maquinaria agrícola, tan relacionada con su actividad primigenia). Se anticipa así a lo que será la obligatoriedad del seguro de automóviles, que se materializa en 1965. Anticipación y visión de futuro son características que han definido la actividad de MAPFRE, algo innato a la compañía desde sus orígenes como ldemuestra este dato..

La creación de una red territorial por toda España, que hoy sigue siendo la más importante del país, con 3.000 oficinas, y la entrada en el negocio del seguro de Vida son hitos también muy destacables en los primeros 25 años de la compañía. Una época en la que se empieza a hacer algo inédito también. Se inician campañas de publicidad para la captación de clientes de automóviles y el trébol se convierte en símbolo de MAPFRE. Un símbolo que se mantiene hasta nuestros días y que identifica a la compañía.

Conceptos como reparación en lugar de indemnización o la modernización del servicio de automóviles, creando los centros de peritación y pago rápido, llegan a MAPFRE y, por ende, al sector asegurador. Ese afán por adelantarse a las necesidades de los clientes y trasladar las mejores prácticas de cada uno de los mercados ha sido una constante en la historia de MAPFRE, que se ha potenciado, incluso, mucho más en los últimos años. Esa innovación ha estado siempre en el ADN de MAPFRE.

Solventando los problemas que van surgiendo, que también los hay, la década de los 80 marca dos hitos en la historia de MAPFRE: 1983 es el año en que MAPFRE alcanza el liderazgo en España y un año después se inicia el proceso de internacionalización del Grupo. Colombia sería el primer país en el que MAPFRE desembarca. Lógicamente, Latinoamérica —por razones idiomáticas, culturales y de lazos históricos— es el mercado natural del Grupo, aunque no se quedaría ahí: la expansión de MAPFRE abarca hoy casi 40 países. Pero es precisamente en Latinoamérica donde la internacionalización de MAPFRE es más intensa y hoy MAPFRE es la aseguradora líder en esta región, superando a empresas locales y grupos multinacionales que llegaron a ese continente mucho después.

Ese proceso de expansión se iniciaría en Europa años después, donde el mercado asegurador es mucho más maduro y, precisamente por esa razón, más difícil. En 2014, MAPFRE compra dos compañías en Italia y Alemania, hoy convertidas en Verti. Se trata de dos empresas dedicadas al seguro directo, es decir, venta telefónica y, principalmente, online, un segmento en el que en 2011 MAPFRE ya se había introducido, con la creación de Verti en España.  Poco a poco, MAPFRE va aumentando su presencia en diferentes países de Europa y en 2008 da un salto mucho más grande, con la compra de Commerce, la operación más importante que MAPFRE ha llevado a cabo en su historia: una aseguradora en Estados Unidos, que hoy figura en el top 25 del seguro de automóviles, el más importante para el Grupo ya que representa el 20% de todo el negocio.

Todavía faltaban dos continentes a los que MAPFRE también llegará: África, donde la huella de MAPFRE es a través de Asistencia, un modelo de negocio hoy totalmente reconvertido y centrado en la relación digital, que tiene, incluso, un nuevo nombre: MAWDY. La entrada en muchos de los países de Asia se ha realizado a través de MAPFRE RE, la reaseguradora del Grupo, que hoy tiene negocio en más de un centenar de países.

En paralelo se empiezan a firmar los primeros acuerdos que suponen la ampliación de puntos de distribución de los productos de MAPFRE. En algunos casos son acuerdos locales, pero en otros se establecen alianzas bancoaseguradoras con grandes corporaciones, como puede ser el Banco do Brasil, un socio con el que se ha creado uno de los grandes grupos financieros de ese país.

Y en la década de los 90 tiene lugar también un hecho que marcará la historia de MAPFRE: la salida a bolsa, lo que supone el acceso más fácil al capital. 2006 es un año que marca un gran hito en el devenir de la compañía, es cuando MAPFRE acomete un proceso no visto en la historia de España: su desmutualización para convertirse en una sociedad anónima. A partir de ese momento, todos los negocios de MAPFRE cotizan en bolsa. Fue un proceso muy complejo, ya que no había precedentes, pero puede calificarse como modélico.

Todo el proceso de expansión, no sólo geográfica, sino también de producto y de negocios demandaba estructuras centralizadas, que dan soporte a todo el negocio, para que MAPFRE fuese mucho más que la suma de negocios en diferentes países. Se convertía, así en una empresa global, con 31 millones de clientes, más de 31.000 trabajadores y con un volumen de primas superior a los 24.500 millones de euros, que forma parte de los grandes aseguradores mundiales. MAPFRE hoy es parte del top ten de las aseguradoras europeas por volumen de primas. Junto con el negocio asegurador y reasegurador, en la última década se ha dado un impulso también a la gestión de activos.

MAPFRE ha vivido en primera persona los grandes cambios de la economía, pero también ha sido el aliado de muchas empresas que hace décadas dieron el paso, igual que lo había hecho MAPFRE, de salir al exterior. Esas empresas son multinacionales, que necesitan una oferta diferente, que cubra unas necesidades muy específicas y esa especialización fue lo que dio lugar a MAPFRE Global Risks, la unidad del Grupo especializada en soluciones para grandes riesgos.

Tecnología, digitalización, nuevas formas de trabajo, innovación (con un modelo propio creado por el Grupo colaborando con startups), multicanalidad, etc., son hoy tendencias que están muy presentes en el día a día de la compañía. Tampoco podemos olvidar la importancia y la apuesta de MAPFRE por la sostenibilidad, un concepto presente en la agenda pública de cualquier gran compañía. Con nuestro propio enfoque, sin olvidar en ningún momento a las personas, la sostenibilidad es también una realidad en el devenir de MAPFRE.

Y la historia de MAPFRE no podría entenderse sin la presencia de su Fundación. La apuesta del Grupo allá por 1975 de demostrar que se puede hacer negocio y a la vez ayudar a los que más lo necesitan es simplemente la ambición y demostración palpable del compromiso de MAPFRE con las sociedades de los países en los que opera.

90 años con aciertos y fallos, que los ha habido, pero así es la vida de una empresa, igual que la de cualquier ser vivo. Una empresa que no está parada, que se mueve constantemente, que va cambiando aquello que no ha funcionado y mejorando aquello que es positivo. 90 años después de su creación, MAPFRE mantiene su esencia, hoy escrita en su propósito: “Cuidamos lo que te importa”.