COMPROMISO | 02.10.2020
MAPFRE, entre los líderes mundiales que más cumplen con su compromiso social en plena pandemia
“The social responsibility of a business is to increase profits” (“La responsabilidad de un negocio es aumentar los beneficios”). Así se pronunciaba el reconocido economista Milton Friedman en un artículo de The New York Times en septiembre de 1970, unas palabras que, junto a su obra Capitalismo y Libertad, sirvieron de guía para las empresas que, a partir de entonces, pusieron el foco casi de forma exclusiva en servir al accionista. Pero el año pasado, las principales empresas de todo el mundo se comprometieron públicamente a guiarse por un propósito corporativo que fuera mucho más allá de los beneficios y prometieron ofrecer resultados positivos para la sociedad.
Todo esto se plasmó en la firma por parte de 181 consejeros delegados de la Business Roundtable (BRT) de un comunicado, con el que se comprometían a dirigir sus empresas con el propósito de beneficiar a todas las partes interesadas o stakeholders, es decir, a clientes, empleados, proveedores, comunidades y accionistas. De hecho, su mensaje principal, defendido por los primeros espadas de gigantes como JPMorgan, Amazon, Apple o Bank of America, pretendía romper con ese modelo de capitalismo: “Cada una de nuestros stakeholders es esencial. Nos comprometemos a entregarles valor a todos ellos, para el éxito futuro de nuestras empresas, nuestras comunidades y nuestro país”.
Sin embargo, pocos meses después estalló una pandemia que ha puesto a prueba a las grandes corporaciones, no sólo a las que firmaron ese documento, sino al resto de empresas que manifiestan un compromiso con la sociedad, con el medio ambiente y el buen gobierno, lo que se conoce en el mundo anglosajón con las siglas ESG. En este contexto, la consultora KKS Advisors acaba de publicar el resultado de un test que ha realizado a las empresas que forman parte de los índices S&P500 y el FTSEEurofirst. A partir de diferentes publicaciones, noticias y otras fuentes (se han apoyado en la firma Truevalue Labs para realizar el rastreo) han determinado el grado en que las empresas operaban de acuerdo con la Sustainability Accounting Standards Board, una organización sin ánimo de lucro que promueve las normas corporativas sobre cuestiones sociales y ambientales. Examinaron además cómo actuaron las empresas entre junio y julio en una serie de indicadores relevantes para la pandemia, como la seguridad en el lugar de trabajo o la desigualdad.
A partir de estas referencias, han elaborado un ránking con cuatro cuartiles. En el primero, se encuentran las empresas que han recibido la mayor puntuación en función de estos indicadores, un total de cerca de 150 firmas, entre las que se encuentra MAPFRE. “En general, la forma en que las empresas responden cuando se les pone a prueba en tiempos de crisis ofrece mucha información sobre sus prioridades y la autenticidad de su propósito más allá de los beneficios”, explican los autores del informe, Bronagh Ward y Vittoria Bufalari. “Basándonos en nuestras conclusiones, instamos a las empresas a centrarse en traducir sus compromisos de propósito en acción. Sin autenticidad, las empresas se arriesgan a adoptar una estrategia corporativa que carece de enfoque y les puede generar problemas de reputación (…)”, añaden.
En el ránking, tiene mucho peso la velocidad de respuesta de las empresas ante la crisis. MAPFRE se ha embarcado en una acción coordinada basada en varios objetivos y un mismo compromiso en todos países. Por un lado, se propuso proteger a las personas y su salud, incluidos los empleados, colaboradores y clientes. Se activó el plan de continuidad de la actividad en todos los países y unidades, con cerca del 90% de los empleados trabajando en remoto para proteger su salud así como la de los mediadores y clientes. Al mismo tiempo, se han mantenido los servicios esenciales para los asegurados a través de la red de proveedores. En segundo lugar, el Grupo se ha comprometido a proteger el negocio y el servicio de sus clientes. Se evaluaron los riesgos que surgieron de la crisis, protegiendo el balance y preservando el capital del Grupo y la liquidez. En este sentido, se destinaron 115 millones a apoyar el empleo de autónomos y pymes en España. Y, por último, se ha mantenido el compromiso corporativo de ayudar a la sociedad. En total, en coordinación con la labor social de la Fundación MAPFRE, se han movilizado recursos y transferido fondos a la economía por valor de más de 200 millones de euros, vía donaciones, concesión de ayudas y financiación adicional. En el siguiente enlace, se pueden encontrar todas las medidas tomadas por el Grupo desde el inicio de la crisis https://www.mapfre.com/covid-19/
En lo que respecta a la sostenibilidad, MAPFRE lleva más de 80 años trabajando con un fuerte compromiso con las personas y el planeta y contribuyendo al desarrollo del tejido empresarial de los países en los que está presente. De hecho, MAPFRE lo recogió en sus estatutos de 1965, en lo que denominó Responsabilidad Social Corporativa y hoy es ESG. El presidente de MAPFRE acaba de mostrar su apoyo a Naciones Unidas y al multilateralismo inclusivo a través de la firma de una ambiciosa Declaración a favor de una cooperación mundial renovada, un hito que coincide con el 75º aniversario de la ONU y por el que se compromete a asumir un liderazgo ético, a implementar estrategias inclusivas, basadas en los valores de la Agenda 2030, y a trabajar en alianza con gobiernos, empresas y sociedad civil para contribuir hacia un mundo más equitativo, inclusivo y sostenible.
Pero, además, MAPFRE ha puesto el foco en la inversión socialmente responsable. En 2017, firmó los principios de inversión socialmente responsable de la Organización de Naciones Unidas (PRI), por lo que lleva más de tres años diseñando nuevos productos para sus clientes, sobre todo fondos de inversión a través de su gestora, MAPFRE AM, que cumplen con estos principios y con los criterios ESG. Uno de los ejemplos más recientes, y relacionado con la puesta en marcha de medidas para luchar contra el Covid, fue la creación de un fondo de 50 millones a finales de abril junto a la Comunidad de Madrid para ayuda sanitaria. Además, la gestora lanzó a finales del año pasado el MAPFRE AM Inclusion Fund, un fondo cuyo objetivo es invertir en empresas que promueven la inclusión de personas con discapacidad.
Para acceder al informe completo (versión en inglés) pinche aquí.